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Este blog educativo está dedicado a la Historia del Arte en general, y a la Historia de las Artes Decorativas y el Diseño en particular. Apuntes de Fundamentos del Arte I y II. Resúmenes de Historia de la Indumentaria. Cine en el Arte, Arte en el Cine. Todos los textos han sido escritos por la autora del blog, Ana Galván Romarate-Zabala. Si los utilizas, cita las fuentes. Todas las imágenes contenidas en esta web tienen exclusivamente una intencionalidad didáctica. Si alguna imagen empleada vulnera derechos de autor, puede solicitar la retirada del material que considere de su propiedad intelectual. El contenido de mis artículos puede ser descargado libremente, pero por favor, cite la procedencia. Imagen que encabeza el blog: Un Bar aux Folies Bergère, Édouard Manet, c. 1882. Courtauld Institut, Londres. Fuente de la imagen: Wikimedia Commons. Public Domain

lunes, 29 de enero de 2024

EL TAPIZ DE BAYEUX: ARTE, HISTORIA E INDUMENTARIA EN UN BORDADO MEDIEVAL

 

Una escena del tapiz de Bayeux: representa al obispo Odon de Bayeux con un mazo  en la batalla de Hastings, animando a la lucha a los combatientes. El clero no podía participar en las batallas con espadas. Fuente de la imagen: Wikipedia

En la ciudad francesa de Bayeux (Calvados), muy cerca de las playas del célebre Desembarco de Normandía, se encuentra el museo que alberga una de las obras de artes textiles más célebres y mejor conservadas de toda la Edad Media: el tapiz de Bayeux.



                                   Fuente de la imagen:http://francegeo.free.fr/ville.php?nom=bayeux



Imágenes de la imponente catedral de Bayeux comenzada en estilo románico en el siglo XI y terminada en estilo gótico en el siglo XV


Un antiguo molino hidráulico de la ciudad de Bayeux


¿Tapiz o bordado?
 
El tapiz de Bayeux, que está indisolublemente ligado a la ciudad de la que porta el nombre, ha tenido diversas denominaciones a lo largo de la historia:"Telle du Conquest" (la tela de la Conquista), el tapiz de la reina Matilde...
En verdad, no es un tapiz sino un bordado realizado en lino con hilo de lana de oveja. El equívoco surgió a inicios del siglo XVIII, cuando fue reedescubierta y definida como tapisserie (tapiz) en vez de bordado. 
 
Detalle del bordado del tapiz de Bayeux. Fuente de la imagen:http://www.hs-augsburg.de
 
Se utilizaron diez colores diferentes obtenidos de tres tintes vegetales: royuela (para el rojo, naranja, rosado o marrón), gualda (para el amarillo) y pastel (para distintos tipos de azul y verde).
Está compuesto por nueve piezas o fragmentos de lino. 
A pesar de su fragilidad, nos ha llegado casi intacta, aunque los últimos metros no se han conservado. Esta obra presenta un carácter único en su género. Aún así, conviene recordar que en el Museo Capitular de la Catedral de Gerona se conserva otra pieza excepcional de arte textil medieval: el tapiz de la Creación, también del siglo XI. 

                    

El tapiz de la Creación en realidad es un bordado románico, de hecho es denominado también como el Bordado de la Creación. Fuente de la imagen: Wikipedia.


Entre la historia y el mito: la conquista normanda de Inglaterra

Este tapiz es una obra maestra del arte medieval con escenas profanas que abarcan desde expediciones militares hasta la construcción de naves o celebración de banquetes. 
Estilísticamente es románica, de la Plena Edad Media, por lo tanto presenta concomitancias con la pintura y las artes decorativas de esa época. 
Los principales convencionalismos artísticos que aparecen son:
*Ausencia de la tercera dimensión.
*Superposición de imágenes para crear profundidad.
*Jerarquización de tamaño.
*Esquematismo, simplificación de formas y contornos marcados.
Por lo demás, encontramos ciertos detalles realistas en la indumentaria, las armas o el mobiliario y una viva policromía.
Cronológicamente cabe fechar esta pieza en la segunda mitad del siglo XI, aproximadamente hacia el año 1077.  
La importancia del tapiz de Bayeux no es solo artística sino también histórica ya que nos narra una auténtica epopeya: la conquista normanda de Inglaterra, liderada por Guillermo el Conquistador, duque de Normandía. Venció en la batalla de Hastings (14 de octubre de 1066) a su rival, el monarca anglosajón Harold II de Wessex,  y el normando fue coronado como rey de Inglaterra el 25 de diciembre de 1066 en la Abadía de Westminster de Londres.  
El tapiz nos muestra en imágenes y en detalle esta invasión normanda en la que no faltan los principales personajes (como el rey Eduardo el Confesor o Guillermo el Conquistador), las referencias arquitectónicas, los drakkars o los animales. 
Hay que señalar que después de semejante hazaña del duque normando ningún monarca o dirigente político volverá a conquistar Inglaterra: ni los reyes Capetos del siglo XIII, ni los Valois del XIV, ni Napoleón en el XIX, ni Hitler en la II Guerra Mundial. 

El tapiz de Bayeux cuenta la historia desde el punto de vista de los conquistadores normandos aunque es ampliamente aceptado que este tapiz fue realizado en el sur de  Inglaterra: posiblemente en la Abadía de San Agustín de Canterbury. Otra hipótesis es que pudo ser bordada en el valle del Loire, en la abadía de Saint-Florent de Saumur.
 
El primer testimonio de la existencia del tapiz data del año 1476, ya que aparece en un inventario de la catedral de Notre-Dame de Bayeux. Se conservó durante siglos en un cofre de madera del Tesoro de la catedral. 
 

Cofre de madera donde se guardó durante siglos el tapiz de Bayeux. Fuente de la imagen: www.herodote.net
 

Comitente, función y significación

El tapiz de Bayeux suscita numerosas interrogantes y debates: el misterio rodea su creación dada la ausencia de fuentes históricas. No se sabe con certeza quién fue el comitente o dónde se realizó esta obra. Desconocemos la identidad de los bordadores que lo realizaron.
Contrariamente a la creencia popular legendaria, no fue la reina Mathilde, esposa de Guillermo el Conquistador, acompañada de sus damas de compañía quién confeccionó el tapiz. Así ha sido representada míticamente en el arte, por ejemplo, por parte de algún pintor del siglo XIX de estética trobadour (trovador) como Alfred Guillard.


Alfred Guillard,  La Reine Mathilde travaillant à la Telle du Conquest, 1848. Museo de Arte e Historia Barón Gerard (MAHB), Bayeux. Fuente de la imagen: Wikipedia 

La hipótesis historiográfica más aceptada es que la elaboración del tapiz fue un encargo de Odo u Odón de Conteville (1030?-1097), obispo de Bayeux, hermanastro  de Guillermo y figura capital en la conquista normanda de Inglaterra ya que colaboró activamente en la misma. Fue el primer conde de Kent. Amasó una fortuna colosal, convirtiéndose en uno de los hombres más poderosos de la Inglaterra normanda. Finalmente cayó en desgracia y fue encarcelado por Guillermo el Conquistador.


             
 
Escena 43 y 44: Odón de Bayeux, posible comitente del tapiz de Bayeux. Fuente de la imagen: Wikipedia


Por lo demás es bastante verosimil que Odo fuera el comitente porque el tapiz fue realizado ex profeso para ser expuesto en los muros, sobre la arcada de de la nave central de la catedral de Bayeux, ciudad de la que él era obispo. 
Otros posibles comitentes pudieron ser la reina Édith, Eustache de Boulogne, el abad Baudri de Bourgueil...
El tapiz se conservó en la catedral durante siglos y cada 14 de julio desde la consagración de esta iglesia hasta la Revolución francesa, se mostraba en este edificio, coincidiendo con la Fête de Reliques (la fiesta de las reliquias).
El tapiz de Bayeux no es una mera pieza decorativa u ornamental. No puede pasar desapercibido el hecho de que un textil profano -aunque en ella estuviera implicado el obispo- tuviera una finalidad expositiva en un edificio religioso como es una catedral. 
Era en el fondo y en la forma una manera de legitimar la conquista de Inglaterra, exponiéndola de forma didáctica en un edificio religioso para un público mayoritariamente analfabeto pero capaz de interpretar las imágenes. Y es que el tapiz es una obra propagandística a mayor gloria de los normandos y de Guillermo el Conquistador, sin olvidarnos de su pariente Odón. 
 
 

Escena 44:  Guillermo el Conquistador aparece sentado, símbolo de autoridad, portando una espada. Apoya los pies en un escabel. Fuente de la imagen: Museo de Bayeux

Sea como fuere, algunos investigadores han dejado entrever la posibilidad de que sea una obra un tanto equidistante entre normandos y anglosajones, incluso proinglesa.




En un espectaculo de luz y sonido que tuvo lugar en el año 2016 en la catedral de Bayeux se pudo apreciar una reconstrucción sobre cómo estaría dispuesto el tapiz en la catedral. Fuente de las imagenes: https://www.monpanorama.fr/cathedrale-guillaume-bayeux-son-lumiere/

La finalidad de este tapiz no fue solo épica sino religiosa. La invasión normanda contaba con la bendición papal y fue vista como una especie de cruzada contra un supuesto perjuro anglosajón que acabó teniendo su castigo: Harold Godwinson, primo segundo de Guillermo y cuñado del rey inglés Eduardo el Confesor. Presumiblemente, Harold había prometido lealtad a Guillermo bajo juramente ante las reliquias de la catedral de Bayeux. Finalmente no lo cumplió y fue declarado rey de Inglaterra como Harold II el 6 de enero de 1066, aunque fue monarca por poco tiempo: murió en la batalla de Hastings, el 14 de octubre de ese mismo año. 

 
Escena 23: el anglosajón Harold Godwinson jura obediencia al duque Guillermo de Normandía como futuro sucesor al trono inglés, ya que así lo deseaba el monarca Eduardo el Confesor al que habría de suceder. Ese juramento se hizo sobre reliquias sagradas. Al parecer, Harold no respetó el juramento, y a la muerte de Eduardo el Confesor se hizo coronar como rey de Inglaterra. Para Guillermo el Conquistador este hecho será una excusa perfecta para la invasión normanda de Inglaterra.


Un "cómic" medieval

Este lienzo bordado que es el tapiz de Bayeux es una  crónica medieval que mide casi setenta metros de largo por medio de alto. Es uno de los precedentes remotos del cómic, como el mesopotámico Estandarte de Ur o la columna trajana de Roma.
Presenta 58 escenas que se distribuyen horizontalmente: 25 transcurren en Francia y 33  en Inglaterra. Son imágenes acompañadas de textos explicativos en latín. El texto es meramente descriptivo, sin diálogos.  Se cree que faltan escenas o que nunca llegó a ser terminado en su totalidad. Por ejemplo, no aparece la coronación de Guillermo el Conquistador en la Abadía de Westminster.
Las escenas se enmarcan en registros o bandas cuyos bordes, superior e inferior están decorados con imágenes de animales fantásticos o reales así como de fábulas -inspiradas en Esopo- o escenas de vida cotidiana como labores agrícolas. Aparecen un total de 626 personajes, 37 edificios, 41 navíos, 202 caballos y mulas, 55 perros, 49 árboles e innombrables objetos cotidianos de uso diverso.
 
  Detalle de la escena 12 en la que aparece el palacio ducal de Rouen. Fuente de la imagen: Wikipedia.
                 
En cuanto a las referencias arquitectónicas, cabe destacar la presencia de numerosos castillos y palacios así como catedrales, iglesias y monasterios como la Abadía del Mont-St-Michel. Abundan elementos característicos de la arquitectura románica como los arcos de medio punto, columnas de capiteles variados y cubiertas a dos aguas.
 
Escena 22: aparece el duque Guillermo de Normandía llegando a Bayeux donde se aprecia un castillo representado de forma muy esquemática.
 
 

                                 Detalle de la escenas 16: la Abadía del Mont-St-Michel.
 
No faltan las referencias al mobiliario, por ejemplo, los faldistorios con cojines y patas terminadas en cabezas y garras de león. Es habitual la presencia de un escabel para apoyar los pies.

En la escena 25 encontramos al rey Eduardo el Confesor en su palacio, sentado en lo que parece ser un faldistorio. Los faldistorios eran sillas en forma de X, herederas de la silla curul romana. La utilizaban principalmente los reyes y el alto clero durante la época medieval. Fuente de la imagen: Wikipedia.
 
 
Una de las escenas más fascinantes del tapiz es la de un banquete en el que encontramos todo tipo de manjares como asados, brochetas y pescado en una mesa de forma semicircular. En ella el obispo Odo bendice la mesa. Observamos que ya no comen tumbados, como en la Antigüedad, sino sentados: así es como habitualmente comían las mujeres, los niños y los pobres. Sin duda esta nueva forma de comer fue adoptada bajo la infuencia igualitaria del cristianismo.
Se suceden las escenas: de izquierda a derecha vemos como se cocinan los asados -aparece un cocinero barbudo- y cómo un sirviente llama con un cuerno a la mesa. Uno de los sirvientes parece ser un copero que va a servir el vino. Los sirvientes están preparando las viandas sobre una improvisada mesa hecha con escudos invertidos.

                      Escena 42: cocinando para el banquete. Fuente de la imagen: Wikipedia 

                 Escena 43: cocinando para el banquete. Fuente de la imagen: Wikipedia 

 

 
Escena 43: banquete presidido y bendecido por Odon. Fuente de la imagen: Wikipedia Commons.

El tapiz de Bayeux es una fuente documental de primer orden para conocer la construcción naval en la Edad Media: concretamente podemos apreciar la presencia de los célebres barcos de origen vikingo llamados drakkars.


Representación de un drakkar en el tapiz de Bayeux. Fuente de la imagen: Wikipedia

La indumentaria medieval en el tapiz de Bayeux

El tapiz de Bayeux refleja con bastante detalle  la indumentaria del siglo XI, correspondiente estilísticamente a la Plena Edad Media, la época del románico.  Esa uniformidad del románico por toda Europa se explica por el carácter internacional de ese estilo. 
En una sociedad tan jerarquizada como era la medieval en la cual están claramente diferenciados los distintos estamentos, la indumentaria era un signo de diferenciación social, económica y cultural. La distinción social se mostraba a través de la  ornamentación -incluyendo las joyas-, el color y la riqueza del tejido. 
Incluso el propio peinado podía ser signo de diferenciación identitaria, como podemos comprobar en este tapiz: los normandos aparecen con pelo muy corto, rasurado el rostro y la nuca. Pueden presentar también grandes mostachos o bigotes. Los anglosajones, en cambio, llevan el pelo más largo, con rostros barbados o con bigote.



Eustache II de Boulogne, francés descendiente de Carlomagno y padre de Godofredo de Bouillon,  lleva un estilizado bigote, de hecho le llamaban Eustache aux Grenons: "el de los largos bigotes". Fue una figura clave de la conquista normanda de Inglaterra. Fuente de la imagen: Wikipedia.com


Los clérigos eran identificables también por su corte de pelo, tanto si pertenecían al alto como al bajo clero gracias a la tonsura. La tonsura surgió en la Edad Media: consistía en rapar parcialmente el cabello en forma de círculo en la parte superior o coronilla. 

Era un símbolo del clero religioso y de su renuncia al mundo. Así se distinguían de bárbaros y soldados. En ningún caso se afeitaban todo el cabello ya que eso sería una marca infamante como la de los esclavos en Roma como señaló San Jerónimo en su Carta a Nepociano.


En cuanto a la indumentaria que aparece en el tapiz de Bayeux, nos llama la atención el rico colorido de la misma (rojos, azules, amarillos, verdes) y la presencia abrumadora de equipamiento militar, dada la temática de la obra. Así encontramos cotas de malla, cascos, escudos, lanzas, flechas, hachas, jabalinas,  espadas...


Reconstrucción de una figura de soldado normando en el Museo del Tapiz de Bayeux. Lleva casque à nasal,  broigne y escudo.

Los caballeros normandos que aparecen en el tapiz de Bayeux llevan un justaucorp llamado broigne: es una tipología de cota de malla ligera, compuesta por miles de anillas de hierro, que van cosidas a un indumento (tela o cuero) que les sirve de soporte. Cubre el cuerpo hasta la altura de las rodillas. 
En la cabeza llevan una capucha de malla y sobre ella un casque à nasal, es decir, un yelmo con protección para la nariz.
El escudo de madera, de forma almendrada, iba recubierto de cuero, con insignias heráldicas. 

Escena 37: soldados embarcando broignes y distintos objetos para la guerra. Fuente de la imagen: https://blog.armae.com
 
La indumentaria básica masculina muestra claramente la herencia grecorromana: consta de una túnica o saya holgada -la gonela- acinturada y con forma de T. Estas prendas estaban compuestas de rectángulos de tela cosidas de diferentes calidades y colores. No sobrepasaban las rodillas. Con frencuencia son de corte evasé.
Las más suntuosas podían ser de seda bordada en oro importada de Oriente. 


Algunos personajes llevan pantalones cortos o una especie de falda-pantalón de nomenclatura desconocida.

El cuello de las túnicas que más predomina es el llamado amigaut: es un cuello abierto con forma redondeada que marca una hendidura en el escote. Al parecer tiene origen oriental.
En cuanto a los sobretodos aparecen mantos y capas. Las capas que encontramos en el tapiz de Bayeux nos recuerdan a las clámides, y van sujetas con un broche o fíbula sobre un hombro. 

Las mangas son largas y en general, ceñidas. Las piernas van cubiertas con bragas o calzas. 

La indumentaria eclesiástica se fue paulatinamente diferenciando de las prendas laicas, pudiendo distinguirse como indumentos clave las túnicas talares  (tipo alba), las dalmáticas -de mangas cortas-, la casulla -capa sin mangas- y el palio. El palio se colocaba sobre los hombros y se extendía hasta el bajo de la túnica como vemos en la imagen de Stigand, el arzobispo de Canterbury.


Los reyes que aparecen en el tapiz (Eduardo el Confesor, Harold II) suelen son reconocibles por los símbolos alusivos a la monarquía: corona, el cetro,  trono (generalmente un faldistorio) y en algún caso, el globo terráqueo. La indumentaria que llevan  se caracteriza por una ornamentación más detallada -posiblemente con aplicaciones de orfebrería- como vemos ya desde la primera escena en el rey anglosajón Eduardo el Confesor.



El rey Eduardo el Confesor en la primera escena del tapiz de Bayeux. Aparece sentado -símbolo de autoridad- sobre un trono faldistorio con cabezas y garras de león tallados. Fuente de la imagen: todayinbritishistory.com



Escena 29-30. Harold accede al trono entre el arzobispo de Canterbury, Stigand, nobles que le presentan una espada  y el pueblo que lo aclama. Fuente de la imagen: Wikimedia Commons 



Figura representando a Guillermo I de Inglaterra tras ser coronado rey de Inglaterra, en el Museo de Bayeux. Recordemos que en el tapiz no aparece este tema.

Escena 4: se aprecia como dos sirvientes o soldados van arremangados para embarcar. Uno lleva un perro y otro un ave. Fuente de la imagen: Wikipedia.





En el tapiz de Bayeux aparecen 626 personajes pero de ellos solo 6 son mujeres: tres figuran en el registro central y otras tres en las bandas de los bordes. 
La primera que aparece es una misterosa mujer denominada Aelfgyva (escena 15). Parece estar recibiendo la absolución por parte de un hombre en el que se aprecia tonsura, por lo tanto es un sacerdote. Curiosamente en el borde inferior un hombre exhibe sus órganos genitales. Puede que exista algún tipo de relación entre la escena central y la figura masculina del borde inferior.
Aelfgyva lleva puesto una túnica talar y una toca.


Escena 15: Aelfgyva.  Fuente de la imagen: Wikipedia.

Aunque el texto latino no nos da su nombre, la segunda mujer no puede ser otra que la reina Édith (escena 27). Aparece velada y compungida, sentada al pie de la cama de su marido, el rey Eduardo el Confesor que afronta sus últimos instantes de vida. 


 
Detalle de la escena 27-28 en la que se aprecia la cabeza velada de la reina Édith ante el rey Eduardo el Confesor muy enfermo. Fuente de la imagen: alamy.com


La tercera es anónima y aparece en la escena 47:  una mujer escapando con su hijo del incendio de una casa provocado por las tropas normandas.  Estos dos personajes simbolizan a la viuda y el huérfano. La mujer lleva un amplio traje talar con amplias bocamangas, posiblemente de las llamadas perdidas, que eran de origen bizantino y que en ocasiones se anudaban en los extremos para evitar pisarlas. La indumentaria que lleva es prácticamente idéntica a la de Aelfgyva. 

Escena 47:  una mujer que escapa con su hijo de un incendio provocado por las tropas del duque Guillermo para facilitar su avance.


El resto de mujeres que aparecen en el tapiz, en total tres, van desnudas y se encuentran en los bordes inferior (escena 13) y superior (escena 48 del tapiz).

Avatares históricos del tapiz de Bayeux

El tapiz de Bayeux fue declarada en 1840 monumento histórico gracias al escritor Prosper Merimée y está inscrita en el registro de "Mémoire du Monde" de la Unesco desde 2007.
Ha sufrido todo tipo de avatares que han mermado su conservación como las manchas producidas por la cera de las velas de la catedral. Corrió grave peligro durante la Revolución francesa y fue restaurada en el siglo XIX. Fue objeto de estudio por los nazis que quisieron incautarla y durante la II Guerra Mundial  fue trasladada en depósito al castillo de Sourches y después al Museo del Louvre de París.
 

Imagen de un documental franco-alemán "El tapiz de Bayeux: un mito bordado" (dirigido por
Wilfried Hauke, 2022) Fuente de la imagen: https://actu.fr/normandie/bayeux_14047/bayeux-quand-la-tapisserie-se-retrouve-entre-les-mains-des-nazis_45177212.html
 
En el memorial en homenaje a los soldados de la Commonwealth caídos en la Batalla de Normandía (1944), en el cementerio militar británico de Bayeux están inscritas estas palabras en latín: "Nos a Gulielmo victi victoris patriam liberavimus" (Nosotros, vencidos por Guillermo, hemos liberado a la patria de nuestro vencedor). 
 

Memorial del cementerio militar británico de Bayeux. Fuente de la imagen: https://www.france-voyage.com/francia-fotos/cementerio-britanico-bayeux-830.htm


PARA SABER MÁS
 
*Las imágenes del tapiz de Bayeux en detalle en este enlace. 
 
*Las referencia visuales del tapiz de Bayeux en la cultura popular.
 
*En el Museo de Reading (Inglaterra) hay una réplica del tapiz de Bayeux realizada en el siglo XIX.

*Video animado sobre el tapiz de Bayeux.



FUENTES DE DOCUMENTACIÓN

*El Museo de Bayeux.
 
*El sitio web del Museo de Bayeux.

*LEMAGNEN, S. (2019): La Tapisserie de Bayeux, Orep Editions, Bayeux.

*VIGARELLO, G., (2017): La robe. Un histoire culturelle. Du Moyen Age à aujourd´hui. Editions du Seuil.

*VVAA, (2015): Le costume française, Flammarion, Paris.


* VVAA, (2015): À table au Moyen Age, Association des Amis Tour Jean sans Peur, Paris.

domingo, 3 de septiembre de 2023

TEJIDOS DE LOS PAÍSES BAJOS. MODA Y PINTURA EN EL SIGLO XVII


¡Saludos!
La colaboración de tres instituciones museísticas francesas, el  Museo Tessé de Le Mans y los de Bellas Artes de Tours y Angers, ha posibilitado la organización de una interesante muestra itinerante sobre Moda y Pintura en los Países Bajos del siglo XVII. 
Su título original es L´ettofe des Flamands. Mode et peinture au XVII siècle.





Imágenes del Museo de Bellas Artes de Tours con una imponente chimenea de época Luis XIII. En este museo se puede contemplar esta exposición hasta el próximo 2 de octubre de 2023. Posteriormente, se exhibirá en el Museo de Bellas Artes de Angers desde junio hasta septiembre de 2024.


Pinturas, dibujos y grabados de moda se confrontan con documentos históricos como cartas de intercambios comerciales, facturas, inventarios, muestras -échantillons- textiles, indumentos y  otros objetos así como accesorios de moda, revelando así a la indumentaria como un espejo y vector esencial para conocer una época y su sociedad. 


Guantes matrimoniales de Cornelia Fagel, 1637. Museo de Amsterdam. En el siglo XVII, para ser honorable, una mujer de un grupo social elevado debía casarse. La soltería no era una opción. Un accesorio simbolizaba ese estatus: los guantes de boda. Ofrecidos por el novio a su futura esposa, eran utilizados durante la celebración nupcial: la esposa se quitaba el guante en los esponsales, dando la mano a su esposo, como signo de fidelidad conyugal. Estos suntuosos guantes de cuero con bordados de seda, perlas e hilos dorados, presentan  motivos decorativos muy simbólicos: claveles (amor y matrimonio) y violetas (virginidad y humildad).  Fuente de la imagen https://www.arts-in-the-city.com/2022/10/13/letoffe-des-flamands-lexposition-melant-mode-et-peinture-au-musee-de-tessee/


 
Factura con ocho échantillons o muestras de lana de Leyden, 1688. Museo de Lakenhal, Leyden.  Fuente de la imagen https://colorants.hypotheses.org/4351
 
La exposición nos evoca la moda del siglo XVII en los Países Bajos, centrándose más en la protestante Holanda y menos en la católica Flandes, en aquel entonces bajo el dominio español de los Habsburgo. 
 
  
 
Escuela holandesa, Mujer sentada en un sillon sosteniendo un libro, 1633. Fuente de la imagen: Museo del Louvre

La importancia de las fuentes iconográficas

Las fuentes iconográficas son vitales para analizar cómo era la moda de esa época. Nos evidencian la rica realidad social, económica y cultural de los Países Bajos en el siglo XVII.
Como afirma la historiadora Alexandra Bosc  en el catálogo de esta exposición, nuestra percepción de la moda neerlandesa del siglo XVII procede en gran parte -por no decir totalmente- del prisma que nos ha dejado la pintura. Así se nos revela en los retratos de aristócratas refinados; burgueses vestidos austera y elegantemente de negro con sus imponentes golas -fraises-; escenas de vida cotidiana en interiores o del pueblo llano con sus ropas raídas apreciables en las pinturas de género (trabajo y ocio rural). Desafortunadamente, son muy escasos los vestigios materiales de indumentos y accesorios conservados de esa época. 
En esta muestra podemos encontrar reproducciones de indumentos creados especialmente para la ocasión a partir de cuadros y documentos de ese periodo.
 
Modas y estatus social 
 
En el siglo XVII, la indumentaria que llevaban las élites neerlandesas se inspiraban en las modas extranjeras: primero españolas y después, francesas. Entre 1600-1625 la moda del "traje a la española", de vigencia incontestable en buena parte del siglo XVI, inspiró su indumentaria que fue suplantada a partir de 1625 por la más colorista moda francesa, auspiciada por los aristócratas galos. Estas tendencias se difundieron por Europa gracias al envio de prendas o incluso de "muñecas o maniquíes de moda" que hacían la promoción de las últimas novedades.
En una sociedad fuertemente jerarquizada como era la del Antiguo Régimen, cada uno se vestía según su estatus social. En suma, se era lo que se aparentaba: ver y ser visto. Era, hoy como ayer, un auténtico signo exterior de riqueza.
Los "regentes" o gobernantes vinculados a la burguesía holandesa, así como los aristócratas de otros países, no escatimaban en gastos en sus indumentos con lujosos encajes o exquisitas sedas. Aunque en Holanda no existian leyes suntuarias estos excesos de la moda eran fustigados por predicadores-moralistas de todo pelaje, tanto protestantes como católicos.


Frans Pourbus el Joven, Retrato del archiduque Alberto de Austria (1559-1621), gobernador (1595-1598) y después soberano de los Paises Bajos españoles (1598-1621). C. 1599. El archiduque Alberto, esposo de la hija predilecta de Felipe II, Isabel Clara Eugenia, posa aquí como jefe del ejército. Su lujosa armadura está realizada con damasquinado -método que permitía finas decoraciones de oro y plata-. Porta un baston de mando o cetro y el collar de la orden del Toisón de oro, orden de caballería de los Habsburgo. La indumentaria del archiduque revela todavía la moda del siglo XVI, con sus grandes greguescos. Fuente de la imagen: Wikipedia.
 
 
Frans (II) Pourbus, Retrato de la archiduquesa Isabel Clara Eugenia, soberana (1598-1621) y después gobernadora de los Países Bajos españoles (1621-1633). C. 1603. Aparece con la rígida silueta troncocónica del "traje a la española", con un gran cuello de blonda denominado " lechuguilla punteada" y exquisitas joyas. El peinado es de alto copete adornado con diadema de forma puntiaguda, característico de las damas cortesanas y típicamente español. Fuentes de las imágenes: https://www.rct.uk/sites/default/files/256517-1473682819.jpg y Wikipedia.
 
La indumentaria en el siglo XVII era un bien de consumo costoso.
Muy codiciados, eran   frecuentemente robados: 40% de los robos cometidos en Amberes eran textiles e indumentos. Y es que una buena parte de la población no tenía medios para sufragarse sus propia indumentaria, que no pasaba de ser ropa muy simple, destinada a la protección contra los elementos, lejos de cualquier exigencia de moda o adorno.
Los menos favorecidos económicamente se contentaban con indumentarias modestas y toscas, para poder conservarlas el mayor tiempo posible. Compradas a ropavejeros, su guardarropa era muy restringido y se componía de trajes sencillos con telas resistentes como cáñamo, lana o lino de baja calidad y si eran tintados, de colores apagados y baratos.
En los centros urbanos, los más pobres y vulnerables -personas de edad avanzada, enfermos, huérfanos, etc. -se beneficiaban de donaciones realizadas por instituciones caritativas. A modo de economía circular, cuando los materiales eran ya inservibles como indumentos se "reciclaban" para producir papel.
Los zapatos de cuero eran un lujo.
 
 
 
Este cuadro de Rembrandt es una de las obras maestras del Museo de Tours. Rembrandt, La huida a Egipto, 1627. Museo de Bellas Artes de Tours. Fuente de la imagen: Wikimedia Commons
 
 
 
David (III) Rijckaert, El cirujano, 1638. Museo de Bellas Artes de Valenciennes. Fuente de la imagen: https://en.muzeo.com/art-print/le-chirurgien/david-ryckaert-the-younger. En esta pintura de género holandesa apreciamos la pobreza de los indumentos, raídos y con rotos. 
 
 
Mules, Holanda, c. 1600-1650. Rijksmuseum, Amsterdam. Fuente de la imagen: Rijksmuseum 
 
El siglo XVII, el Siglo de Oro holandés
 
Entre las grandes potencias económicas y culturales del siglo XVII se alzan sin duda, los Países Bajos. La rica república de emprendedores burgueses de las Provincias Unidas vivió su máximo esplendor, su edad de oro, en el siglo XVII.
Conviene recordar que Amsterdam fue una metrópoli capital en el el comercio mundial. Ello fue debido a la hegemonía de su comercio. 
 
 
 
Caspar Luyken, Establecimiento de negocios de seda en Amsterdam, 1697. Rijksmuseum, Amsterdam. Fuente de la imagen: Rijksmuseum
 
A pesar de la guerra, casi omnipresente en el siglo XVII, el país se apoyaba en la pujanza comercial extraordinaria de las Compañías de las Indias tanto la VOC (occidentales) como la WIC (orientales) creadas a inicios del siglo XVII. Amsterdam disfrutó un fabuloso boom económico y demográfico, con una creciente demanda de productos de consumo, esencialmente de lujo. Las Compañías de las Indias fueron creadas en un principio para el comercio de especias pero rápidamente se expandieron a otros ambitos de gran valor como los textiles, la porcelana o el café. 
La fortuna de los regentes y armadores que controlaban estas empresas tan codiciadas, no procedía solo de la reventa de esta preciadas mercancias sino también de la infamante trata de seres humanos -esclavos negros- practicada en el marco de una economía o comercio triangular trasatlántico: eran cambiados por productos europeos como textiles o armas y vendidos a continuación en América, tanto del sur como del norte a cambio de materias locales como azúcar, café, cacao, algodón o tabaco.
 
La difusión mundial de los tejidos neerlandeses
 
Tres industrias locales, ligadas a la producción textil, fueron particularmente floreciantes durante este periodo, con un gran éxito comercial internacional: la lana, el lino y los encajes.
Leyden, al norte de la ciudad de La Haya, se convirtió en uno de los principales centros productores y exportadores de paños de lana a nivel mundial. 
El éxito de estos tejidos no fue por casualidad: contaban con las mejores materias primas -como la lujosa lana merina española- y un sistema de control e inspección a través del gremio de los marchantes-pañeros sin parangón en Europa. Así se  garantizaba la calidad extrema de los productos. 
Más de cien variedades de telas diferentes eran  controladas cada semana en los siete centros de inspección -los halles- de Leyden. 
Eran especialmente rigurosos en cuanto a los tejidos de lana azules y negros ya que eran los más costosos y susceptibles de poder ser fraudulentos.  
Estos excelentes tejidos  fueron particularmente muy apreciados por la corte y la nobleza europea.


Isaac Claesz van Swanenburg, Hilado de la lana en Leyden, c. 1595. Museo de Tejidos de Leyden. Fuente de la imagen: Wikipedia. 

Por lo que se refiere al lino, era finísimo y ligero, de gran calidad. También era conocido como "tela de Holanda" o simplemente "Holanda".
La fibra de lino es gris antes de sufrir largas operaciones de blanqueamiento para convertirse en un tejido inmaculado. 
Haarlem como toda la Frisia era célebre por la excelencia de sus lavanderos-blanquedores y por la gran calidad de sus tejidos. Utilizaban leche de vaca y extendían el lino en las praderas al sol para blanquearlos.
Desde la Edad Media hasta el siglo XVIII, el uso del lino estaba generalizado en los guardarropas masculinos y femeninos de todas las clases sociales. Así, la camisa de lino era la ropa interior básica.  Era la calidad textil y el grado de su limpieza lo que distinguía a estos indumentos de ricos y pobres. 
Mantener prendas de lino era muy costoso. Solían tener las iniciales bordadas de sus clientes para facilitar el trabajo a los lavanderos-blanqueadores y evitar la pérdida de estos costosos indumentos.
Con "tela de Holanda" fabricaban también tocas o cofias para mujeres así como encajes para cuellos y puños. 
 
  
 
Pieter (1) de Jode, Pareja de elegantes: un gentilhombre español y una dama flamenca. c. 1600-1610.
 
Hacia 1670 se exportaron menos por las políticas proteccionistas del poderoso ministro Colbert en Francia o de Carlos II en Inglaterra.
 
Una moda en blanco y negro
 
El estereotipo sobre indumentaria más generalizado que hizo fortuna en la Holanda protestante del siglo XVII es la moda en blanco y negro.
 
  
 
Willaerts Abraham, Un armador y su familia, Museo de Bellas Artes de Valenciennes. Fuente de la imagen: Museo de Bellas Artes de Tours.
 
En efecto, pudiera parecer que es fruto del rigor calvinista austero y sobrio, pero un análisis más detallado, sin negar lo anterior, nos refleja que el negro era el summum de la elegancia -como ya se hizo patente en otros periodos históricos como en la corte borgoñona del siglo XV o en la España de Carlos V y Felipe II en el siglo XVI. Por lo tanto, esa pretendida austeridad era más aparente que real, porque los tejidos presentes en los retratos de los adinerados burgueses holandeses eran exquisitos y costosos así como los inmaculados encajes de cuellos y puños que acrecentaban la suntuosidad de nouveaux riches de los retratados.
 

Pieter Soutman, Retrato de la familia Beresteyn con sus seis hijos y dos sirvientes, hacia 1630-31. Este retrato muestra a una rica familia de Haarlem en la que no faltan los indumentos de color negro y los exquisitos encajes en cuellos y puños. Los niños visten como miniadultos. Fuente de la imagen: Wikimedia Commons.

 
Taller de Cornelis van der Voort, Retrato de Magdalena van Erp realizado con ocasión de su matrimonio, hacia 1623. Castillo real de Blois. Fuente de la imagen: webmuseo.com
 


Patines, Holanda, hacia 1625-1675. Centraal Museum de Utrecht. Fuente de la imagen: https://www.latribunedelart.com


Indumentos femeninos y masculinos, c. 1625

En esta exposición podemos analizar varios indumentos de la moda de la burguesía holandesa del siglo XVII. Son reconstrucciones basadas en fuentes documentales e iconográficas.
Ambos llevan el consabido negro y los ricos encajes de cuellos y puños.


 
En el siglo XVII los encajes estaban de moda en toda Europa. Sus principales centros de producion eran Venecia y Flandes (Amberes, Brujas, Bruselas, Malinas) pero se producian también por otros paises europeos como España y Francia. Eran mercancías de lujo, sumamente costosas.
En los Países Bajos los imponentes cuellos blancos de encaje de rueda de molino -fraises o ruff- alcanzaron un enorme éxito. Fueron elementos icónicos de la moda durante un siglo, desde mediados del XVI hasta 1650. Los retratos holandeses y flamencos reflejan muy bien esta tendencia.
Durante las décadas de 1600 al 1630 se convirtieron en el emblema del estatus social por excelencia. Hacían falta nada menos que 17 metros de tela para realizarlos. Requerían un cuidado exquisito para poder conservar su limpieza y blancura. Su estructura rígida y de grandes dimensiones imponía un porte altivo, mostrando así, el rango social de su propietario.


Reconstruccíon de una fraise o gola de lino con estructura metálica que permitía mantener rígido el cuello de encaje.
 




Esta indumentaria femenina nos muestra una ropa de encima, con o sin mangas denominada vlieger -derivado posiblemente de una tipología indumentaria española denominada ropa-. En este caso es con mangas extraíbles.  
Habitualmente es negra, de terciopelo y podía ir forrada con pieles. Lo usaban solo las mujeres casadas.
El vlieger va abierto al frente, dejando asomar el cuerpo o corsé emballenado denominado borst. El borst suele ir decorado con hilos de oro y perlas o pedrería fina. 
La falda va ahuecada en su interior gracias a un artilugio tipo verdugado o tambor, consiguiendo así, una amplia silueta.  No faltan los encajes en cuello y puños. La camisa- no visible- hace las veces de ropa interior.






Por su parte, la reconstrucción de indumentaria holandesa masculina, como la que llevaban los hombres burgueses hacia 1625, está compuesta por una capa circular, un jubón y unos calzones hasta la rodilla. No faltan los encajes en puños y en el cuello caído.  Completa su vestimenta las medias, los zapatos y el sombrero de ala ancha.









Fuente de documentación
La visita a la exposición L´étoffe des Flamands. Mode & peinture au XVII siècle y su catálogo.
VVAA (2022). L´étoffe des Flamands. Mode et peinture au XVII siècle. Gante: Snoeck.

Fotografías: Ana Galván, exceptuando aquellas que indiquen otra fuente documental.