Descripción del blog


Este blog educativo está dedicado a la Historia del Arte en general, y a la Historia de las Artes Decorativas y el Diseño en particular. Apuntes de Fundamentos del Arte I y II. Resúmenes de Historia de la Indumentaria. Cine en el Arte, Arte en el Cine. Todos los textos han sido escritos por la autora del blog, Ana Galván Romarate-Zabala. Si los utilizas, cita las fuentes. Todas las imágenes contenidas en esta web tienen exclusivamente una intencionalidad didáctica. Si alguna imagen empleada vulnera derechos de autor, puede solicitar la retirada del material que considere de su propiedad intelectual. El contenido de mis artículos puede ser descargado libremente, pero por favor, cite la procedencia. Imagen que encabeza el blog: Un Bar aux Folies Bergère, Édouard Manet, c. 1882. Courtauld Institut, Londres. Fuente de la imagen: Wikimedia Commons. Public Domain

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martes, 16 de mayo de 2023

LA MODA EN TIEMPOS DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA


                                   Chinelas francesas, c. 1789, Colección Guillen, Museo Internacional del Calzado, Romans.


1789: esa mítica fecha marcó el inicio de la Revolución francesa, los comienzos del mundo moderno con repercusiones profundas y distintas en toda Europa. 
La Revolución francesa fue uno de los acontecimientos más trascendentales, uno de los momentos estelares de la humanidad. Comenzó con ideales utópicos luminosos surgidos de la Ilustración, para continuar con años terribles de terror y violencia extrema que provocaron miles de asesinatos y, mutatis mutandis, que muchos revolucionarios murieran probando su propia medicina: la guillotina.


            La reina Maria Antonieta,  "Madame Déficit", vestida en grand habit con todo el lujo y esplendor del Ancien Régime.  Este retrato es obra de la gran pintora Elisabeth Vigée-Lebrun, 1780. Kunsthistoriches Museum, Viena.

No es nuestro objetivo valorar la trascendencia histórica de esta revolución sino su impacto en la indumentaria, que no es cuestión fútil sino diversa y profunda. Fue un medio de propaganda del nuevo régimen político.


La Moda como Símbolo Político

Desde los inicios de la Revolución francesa, la indumentaria se convirtió en una verdadera arma arrojadiza, jugando un rol vital en la identidad política de los ciudadanos franceses, ya fueran revolucionarios o realistas. 
La vestimenta presentaba más que nunca una función simbólica ya que a través de ella se reflejaba no solo el estatus económico y social de sus portadores sino también su significación política.
Las consecuencias podían ser impredecibles, pero a más de uno le costó ser pasado por la guillotina por utilizar indumentos aristocráticos, clericales o poco afines a la "moda revolucionaria".
Hasta los nombres de las prendas tenían connotaciones políticas: traje “a la Constitución”, “a la patriota”, etc. 


El Color de la Política

La moda pasó a tener tintes políticos, y nunca mejor dicho porque los colores adquirieron una importancia inusitada. 
Con la Toma de la Bastilla el 14 de julio de 1789, el gobierno de la ciudad de París decretó que todos los ciudadanos debían portar la escarapela tricolor (la cocarde)
El color rojo y azul eran los representativos de París y el blanco de la monarquía. Al parecer fue el general Lafayette el que sugerió el color blanco como símbolo de la monarquía.

¨Plantando el árbol de la libertad", E. Le Sueur, 1792. Museo Carnavalet, París. Las mujeres patrióticas en esta fiesta revolucionaria levaban vestidos-camisas blancos simbolizando la pureza de una nueva época. En la era revolucionaria se plantaron 60.000 árboles, la mayoría robles.


Portaban esos colores en cuellos, guantes, sombreros y gorros, vestidos, zapatos, bandas o tahalís... El color blanco de fondo dominaba en la indumentaria femenina y el negro en la masculina.

Prohibiciones en la Revolución

Los nuevos gobiernos revolucionarios dictaban la moda en función de un nuevo orden social, político y económico basado en la igualdad y fraternidad más que en los privilegios, aunque anularan así, la libertad de cada uno de vestir como quisiera.



Cuando la moda de 1793 se encuentra con la moda de 1778: ¡Qué antigüedad! dicen unos, ¡Qué locura! responden los otros. Fuente de la imagen: http://histoire-du-costume.blogspot.com

Así las cosas, la moda rococó, aristocrática y frívola, muy Ancien Régime, fue vista como un mal a combatir, de ahí que durante la Revolución fueron prohibidos: 
*los corsés (por dañinos para la salud)
*los encajes
*las pelucas 
*las joyas
*Los tejidos más exquisitos como sedas, tafetanes o terciopelos.

Estas prohibiciones estuvieron vigentes hasta la aparición del Imperio francés de Napoleón Bonaparte (1804) ligado al surgimiento de la moda neoclásica Imperio. 

Los Sans-culottes y el Sansculottismo

Se ha señalado que con la Revolución francesa se desató una verdadera histeria colectiva por primera vez en la historia sobre el uso identitario de indumentos políticos. El ciudadano reemplazó al individuo.
La importancia de la moda en esta etapa se aprecia hasta en el nombre de los revolucionarios por antonomasia: los sans-culottes, literalmente, los que no llevan calzones. En realidad, lo que portaban eran pantalones de rayas, abandonando los exquisitos culottes aristocráticos masculinos, habituales en buena parte del siglo XVIII, por cierto, nada que ver con los ridículos rhingraves, característicos del siglo XVII francés.
Los sans-culottes representaban al Tercer Estado o pueblo llano. Se oponían a los aristócratas y realistas en todo: en su forma de vestir, vocabulario, ideología…
Es lo que se ha denominado como sans-culottismo, la moda patriótica y revolucionaria que se refleja en la indumentaria, la música, la cocina, el humor, la forma de hablar y hasta en la decoración.
Fueron el ala extrema de los ya de por sí extremistas jacobinos y los "verdaderos patriotas".


El actor Chenard caracterizado como un sans-culotte en este cuadro de L.L. Boilly, 1792. Fuente de la imagen: Wikipedia.

Las prendas que portaban los sans-culottes eran las siguientes:


                                                    Fuente de la imagen: sites.google.com

*El Gorro Frigio



El revolucionario gorro frigio característico de la Revolución francesa, Museo de Bellas Artes de Boston. Este tipo de prenda se llevó sobre todo en los inicios de la revolución. A la derecha podemos contemplar botones de bronce con miniaturas pintadas, c. 1792-93. Este tipo de botones con sus emblemas revolucionarios permitán identificar politicamente a su portador, colección de Lillian Williams, Nueva York y París.


Supuestamente, el origen del gorro frigio se encuentra en la región de Frigia, Asia Menor, en la actual Turquía. En el arte griego del periodo helenístico aparece como atuendo característico de los orientales. Es uno de los atributos del dios Mitra o Mithras, en el culto de posible origen iranio conocido como mitraísmo. En época romana, el gorro frigio (llamado pileus) era el distintivo de los libertos. 
Fue utilizado también simbólicamente por los asesinos de Julio César. Tal vez por esta razón, durante la Independencia de Estados Unidos y la Revolución francesa fue adoptado como símbolo de la libertad.
El siglo XIX, el gorro frigio se consagra definitivamente como símbolo internacional de la libertad y el republicanismo. Lo lleva la alegoría de la Libertad que aparece guiando al pueblo en el conocido cuadro de Eugène Delacroix, de 1830. Marianne, personificación de la República Francesa, está tocada también con un gorro frigio. Durante los siglos XIX y XX ha sido utilizado como símbolo en varias repúblicas.

*La Carmagnole o Carmañola (en español)

Era un tipo de chaqueta con botones metálicos que se llevaba con un chaleco de rayas de varios colores. Se cree que su origen era una vestimenta campesina de origen piamontés. Hubo una canción revolucionaria de la época que se llamaba "Carmagnola".



Maqueta de la Bastilla llevado por sans-culottes, E. Le Sueur, 1792, Museo Carnavalet de París

*Los Pantalones, habitualmente de rayas.

*Zapatos sencillos o Zuecos.

Cuando Robespierre fue guillotinado (en 1794) los sans-culottes perdieron el poder.


                Figura alegórica de la Revolución francesa. Fuente de la imagen: world4.eu

Junto a los sans-culottes no podemos olvidarnos de las temibles tricoteuses jacobinas. Vestián muy sencillas y siempre con símbolos revolucionarios. Tejían sin parar mientras asistían a los ajusticiamientos políticos revolucionarios.

Les tricoteuses jacobines, Pierre-Etienne Lesueur, 1789-1799, Museo Carnavalet, París. Fuente de la imagen: https://les8petites8mains.blogspot.com

¿Revolucionarios y Dandis?


Los sans-culottes eran los revolucionarios de las clases populares. Pero los verdaderos ideólogos de la revolución eran burgueses ilustrados como los Saint Just, Danton, Marat, Robespierre o Camille Desmoulins. 
Su  indumentaria no podía ser, en algunos casos, más a la moda, moda revolucionaria bien entendido: sin las exuberancias decorativas del rococó, más sencilla, y de clara influencia británica. Conviene recordar que desde mediados del siglo XVIII se vivió una auténtica anglomanía en la moda masculina francesa.



     Ejemplo de indumentaria de un ciudadano francés patriota y revolucionario, c. 1789-93, Museo de las Artes de la Moda, París, Colección U.F.A.C.

La indumentaria de los ciudadanos en tiempos de la revolución consistía en un redingote -una especie de casaca, de algodón y lino tejido a rayas tricolores; un chaleco de rayas y calzones (en la imagen de negro satén). Las medias también tricolores y zapatos negros con hebillas sencillas.
En ocasiones llevaban sombreros bicornios con plumas tricolores.


                Retrato de Robespierre de autor desconocido, c. 1792, Museo Carnavalet, París.

El caso más paradójico es el del "Incorruptible" Maximilian Robespierre, lider de los jacobinos, una de las figuras más carismáticas y sanguinarias del proceso revolucionario, particularmente de la etapa del Terror (1792-94). Fue todo un dandi, siempre impecablemente vestido. En esta imagen va vestido con un elegante habit à la anglaise.
Danton, otro líder de la Convención, también era muy elegante.
Por cierto, todos los anteriormente citados murieron guillotinados en la Revolución, menos Marat que fue asesinado por Charlotte Corday.

FUENTES DE DOCUMENTACIÓN

*Bosan, Marie-Josèph, El arte del zapato, Edimat Libreros, Madrid, 2008.
*Galeano Pérez, A., Atlas ilustrado. El peinado, historia y presente, Madrid, Ed. Susaeta,
*Laver, J., Breve historia del traje y la moda, Madrid, Cátedra, 1988.
*Rudé, George, La Europa revolucionaria. 1783-1815, Historia de Europa Siglo XXI, Madrid, 1985.
*VVAA, Moda. Historia y Estilos, DK, 2012.
*VVAA, The Age of Napoleon. Costume from Revolution to Empire, 1789-1815, MET, New York, 1989.

RECURSOS WEB

VIDEO EDUCATIVO SOBRE LA REVOLUCIÓN FRANCESA EN 14 MINUTOS



PELÍCULAS AMBIENTADAS EN LA REVOLUCIÓN FRANCESA


Entre las  películas  recomendables sobre la Revolución francesa podemos destacar "Historia de una revolución" (Robert Enrico y Richard T. Heffron, 1989). 
Es un film apasionante desde todos los puntos de vista:  en la narración de los hechos históricos, los actores, la ambientación y la moda, etc. 
Se puede ver en Youtube dividida en dos episodios:
Les Années Lumière



Les Années Terribles





Otra de mis películas favoritas sobre esta etapa, aparte de la "Maria Antonieta" de Sofia Coppola (2006), impresionante en el capítulo de la moda de la época prerrevolucionaria, es "La Inglesa y el Duque" del siempre genial Éric Rohmer (2001): me encantan los decorados pintados, la trama, la indumentaria, etc.




Y aunque nos salimos de la cronología de la Francia revolucionaria, no está de más aludir a la excelente miniserie sobre "Napoleón" (Yves Simoneau, 2002), absolutamente recomendable.


viernes, 1 de mayo de 2020

ACCESORIOS DE LA MODA ROCOCÓ: SOMBREROS, PELUCAS Y PEINADOS


María Antonieta o "Madame Déficit", icono de la moda del siglo XVIII. Joyas y plumas adornan su cabello. Fuente de la imagen: https://www.pinterest.com/larosecouture/18th-century-ladies-hairdo/



Madame du Barry retratada por François-Hubert Drouais, Fuente de la imagen: Wikipedia. Public domain.
¡Saludos!
Durante el siglo XVIII podemos destacar la sucesión de tres estilos artísticos sucesivos:
*Tardobarroco o Barroco tardío, continuación del estilo predominante durante el siglo XVII.
*Rococó o estilo rocalla ("rocaille" en francés): aristocrático y hedonista, netamente francés pero con gran difusión por centro Europa, Alemania, Italia..
*Y el Neoclasicismo, antítesis de la exuberancia ornamental del Barroco y Rococó en busca de una vuelta a los ideales del mundo clásico.

Por lo que se refiere a la indumentaria femenina, el siglo XVIII es una de las etapas más apasionantes y espectaculares. Y con respecto a los accesorios, el capítulo de peinados, tocados, pelucas y sombreros no ha tenido parangón a lo largo de la historia de la moda occidental.
Conocemos el nombre de algunos diseñadores como la francesa Rose Bertin, sombrerera y modista de la reina María Antonieta, denominada ya en la época como "Ministra de la Moda" o Léonard Autié, el afamado peluquero de María Antonieta y la condesa du Barry.


                   
                            Rose Bertin, Fragonard, Met Museum, Fuente: metmuseum.org. 


Léonard tenía otros dos hermanos que también eran peluqueros en la corte y los tres se hacían llamar Monsieur Léonard. Fuente de la imagen: Wikipedia, public domain.

Las denominaciones de los peinados y tocados del rococó francés, en los que abundaban flores, plumas, cintas, joyas -como collares de perlas- y todo tipo de ornamentos no puede ser más extravagantes e imaginativas:
Dos ejemplos de peinados característicos del Rococó francés.   El de la derecha se denomina "bandeau d´amour".


Fuente de las imágenes: http://www.americanrevolution.org/clothing/frenchfashion2.php

Peinado "a la Independencia o el triunfo de la Libertad", c. 1778. Fuente de la imagen: https://artstor.wordpress.com

Literatos y filósofos de la época así como grabadores e ilustradores no reprimían sus críticas y comentarios mordaces ante las modas rococó en peinados, pelucas y sombreros.
Gustos ridículos o la absurdidad de las mujeres, caricatura de Matthew Derby, 1771. British Museum. Fuente de la imagen:http://www.fashioningtheearlymodern.ac.uk/wordpress/wp-content/uploads/2011/04/British-Museum.jpg


Fuente de la imagen: https://oliaklodvenitiens.wordpress.com/tag/leonard-autie/


                          
Guardarropa femenino, Daniel Chodowiecki, 1770. Obsérvese el detalle del pannier o miriñaque en la izquierda cuidadosamente recogido y colgado para que no ocupe espacio. La cabeza del maniquí muestra una peluca. Fuente de la imagen: wilanow-palac.pl

Los retratos de la pintura del siglo XVIII son una fuente iconográfica esencial para estudiar la moda en general, y los peinados y tocados en particular ligados al estilo rococó, también llamado "estilo rocalla".
Junto con Sir Joshua Reynolds, Georges Romney está considerado como uno de los retratistas más impresionantes del siglo XVIII inglés. En sus pinturas refleja con todo detalle la moda de la época, y en especial queremos destacar sus grandes tocados y sombreros a la moda ("chapeau à la Marlborough", "à la Devonshire"...). Eran de gran tamaño y alas extremadamente anchas con vistosos lazos. Este tipo de sombrero causó furor en Francia y otros países gracias a María Antonieta y a su sombrerera Rose Bertin.
Los sombreros "à la Marlborough" eran muy parecidos a los denominados por la reina de Francia "à la Devonshire" en honor de su elegante amiga Georgina, duquesa de Devonshire. 



La duquesa de Devonshire retratada por Thomas Gainsborough, c. 1785. Porta uno de sus espectaculares sombreros que hace honor a su título. Fuente de la imagen: Wikipedia. Public domain.

                                
Retrato de Mrs. Robert Trotter of Bush, c. 1788-89, Georges Romney, Tate Gallery, Londres. Fuente de la imagen: http://www.tate-images.com/results.asp?image=N02943


                     
                    Retrato de Lady Caroline Price, Georges Romney, 1774. Gran sombrero con cinta azul y plumas.




En este detalle del retrato de Mrs Musters (1779-80) por Georges Romney podemos contemplar un "chapeau à la Marlborough". Fuente de la imagen: http://georgianaduchessofdevonshire.blogspot.com.es/2010_09_01_archive.html


La influencia de la moda rococó es perceptible también en algunos espléndidos retratos realizados por Francisco de Goya como la Condesa de Benavente o la Marquesa de Pontejos:


La Condesa de Benavente y Duquesa de Osuna, F. de Goya, Fundación Bartolomé March, c. 1785. Fuente de la imagen: Wikipedia.


Marquesa de Pontejos, F. de Goya, c. 1786. Fuente de la imagen: Wikipedia. Public domain.


Otros ejemplos de retratos realizados por diversos autores en los que encontramos peinados con cintas, joyas o flores:

    Retrato de una joven, George Romney, 1777. Fuente de la imagen: http://lareinederetro.blogspot.com.es/2014/01/xviii-wiek-w-barwach-nieba-i-morza.html


  
                   Sofia Potocka, Biblioteca Nacional, Varsovia. Fuente de la imagen: http://www.wilanow-palac.pl/galeria/1547/0/foto/0


               
                         Maria Amelia Augusta, c. 1780. Fuente de la imagen:  wilanow-palac.pl


PARA SABER MÁS










RECURSOS EN RED

http://thehistoryofthehairsworld.com/el_cabello_en_el_siglo18.html
https://oliaklodvenitiens.wordpress.com/tag/leonard-autie/
http://vivelareine.tumblr.com/post/24637744651
http://mimic-of-modes.blogspot.com.es/2012/09/chapeau-la-spa-or-la-devonshire.html
https://archive.org/details/cu31924024290623
http://inspiringdresses.tumblr.com/post/18738354806/more-details-about-rococo-mme-bertin-marie

miércoles, 22 de mayo de 2019

TERESA CABARRÚS, MADAME TALLIEN, NOTRE-DAME DE THERMIDOR



La ciudadana Tallien en una celda de la prisión de la Force, Jean-Louis Laneveuille, 1796. Fuente de la imagen: Wikipedia.

Entre las figuras femeninas vinculadas a la Revolución francesa encontramos a la madrileña de Carabanchel, Teresa Cabarrús.
Teresa Cabarrús forma parte de las españolas eminentes que han pasado por nuestra historia de puntillas y que son poco conocidas, siendo más valoradas más allá de nuestras fronteras, por ejemplo, en Francia o en Bélgica.

Francisco Cabarrús retratado por Goya, 1788, Banco de España. Aparece impecablemente vestido con su casaca, su calzón, sus medias de seda,  sus zapatos con brillantes hebillas y el tricornio bajo el brazo. Fuente de la imagen: Wikipedia.

Nació en 1773 en el seno de una familia aristocrática de origen francés por parte de su padre Francisco Cabarrús. Él era un célebre masón de la época, político y emprendedor financiero que llegó a fundar el Banco de San Carlos, primer banco nacional español.
Tuvo el rango de Grande de España y fue retratado por Goya tal y como se conserva en la pinacoteca del Banco de España en Madrid.


Teresa Cabaurrús fue una de las mujeres más bellas y seductoras de su tiempo.
De jovencita marchó a Francia, concretamente a París, donde se casó con el Marqués de Fontenay.
Allí viviría buena parte de su vida, sin renunciar a sus orígenes españoles, convirtiéndose por azares del destino en una figura clave de la Revolución francesa.
Librepensadora, inteligente, frívola, valiente, generosa y divertida,  sus ideas avanzadas no evitaron que estuviera a punto de ser guillotina. 




Teresa Cabarrús retratada por el gran pintor neoclásico François Gérard, 1804, Château de Chimay. Fuente de la imagen: Wikipedia.

Tuvo diez hijos, se divorció del marqués de Fontenay y se casó con el jacobino Jean-Lambert Tallien, el revolucionario artíficie del Terror en Burdeos. 
Nunca la estaremos lo suficientemente agradecidos por su papel crucial en la caída del "Incorruptible" Robespierre, a través de Tallien entre otros. 
Gracias a su labor en Burdeos muchas personas se salvaron de morir en la guillotina. De ahí le sobrevino el nombre de Notre-Dame de Thermidor o del Buen Socorro.
Teresa fue una de las pocas mujeres que intervinieron activamente en la política revolucionaria y que vivió lo suficiente, no solo para contarlo, sino para morir tranquilamente en la cama como princesa y rodeada de sus hijos.
Teresa Cabarrús tuvo suerte por su belleza, inteligencia y educación.

Conviene recordar, como ha subrayado la historiadora Carmen Iglesias, que en verdad, el único derecho que ganaron las mujeres con la Revolución francesa fue desde el punto de vista político: subir al cadalso en igualdad de condiciones que los hombres. 
El voto femeninio no se obtuvo en Francia hasta ¡1946!


A la importancia de la Cabarrús como "influencer" política, por llamarla de alguna manera, hay que unir su relevancia en el mundo de la moda. Y es que Teresa  se convirtió en la más genuina representante de las "merveilleuses" o "maravillosas" que es como se denominaban en la época a las mujeres icónicas de la moda de la época. Jugaron un papel preponderante en la sociedad francesa de finales del siglo XVIII: marcaban la moda no solo en el vestir, sino también en las costumbres, gustos y preferencias decorativas.
Teresa fue una de las protagonistas de esta explosión de vida que expresaba a través de la moda su personalidad.

           Une Incroyable et une Merveilleuse, H. Baron, Fuente de la imagen: Wikipedia.


Causaba sensación con sus vestidos de muselina, mojados y pegados al cuerpo -con los que era fácil coger una pulmonía-interpretada a la manera griega o romana. 
En una ocasión acudió a la ópera como Diana cazadora, con un hombro al descubierto, un carjac y una piel corta de tigre cubriendo su magnífico cuerpo.
En otras ocasiones llevaba generosos escotes, con aberturas de las faldas en los muslos...
El equivalente masculino de las "merveilleuses" eran los "increibles" que en España fueron llamados petimetretres o currutacos: se vestían de una forma exagerada, con pantalones muy ceñidos, cinturas estrechas, cuellos altísimos, etc.
En el fondo lo que se estaba viviendo era una  explosión de libertad y rebeldía frente al miedo y la uniformidad que había supuesto la Revolución francesa.

Teresa Cabarrús fue musa de muchos artistas. Tuvo la suerte de ser retratadas por los grandes de la época desde Gérard hasta el inconmensurable Jaques-Louis David.


Madame Tallien, Jacques-Louis David, fines siglo XVIII. Fuente de la imagen: Wikipedia.


Teresa Cabarrús interpretada como una figura de la antigua Grecia, estilo Directorio, pintor anónimo, escuela francesa. Fuente de la imagen: Wikipedia.


Fue célebre su "salon", centro de lo más granado de la sociedad del Directorio. 
Se divorció de Tallien en 1802. 
Su último matrimonio fue con el conde de Caraman en 1805, convirtiéndose en princesa de Chimay (sur de Bélgica). Su generosidad con los más desfavorecidos de Chimay fue proverbial.
Entre sus amistades se encontraba la escritora Madame de Staël o la futura emperatriz Josefina Bonaparte. 
Murió en 1835. 
Su vida de novela ha sido fuente de inspiración para películas -"Madame Tallien", Mario Caserini y Enrico Guazzoni; documentales  y novelas entre las que destacamos la excelente "La cinta roja" de Carmen Posadas (2008).


Para saber más

Documentales
*De la serie "Mujeres en la Historia" de RTVE.
*Del estupendo programa de la televisión francesa "Sécrets d´Histoire"  dedicado a "Les femmes de la Revolution".

jueves, 15 de junio de 2017

"LA RAZÓN Y LA BELLEZA" DE UMBERTO ECO


COMENTARIO Y DEBATE SOBRE EL SIGUIENTE TEXTO RELATIVO AL SIGLO XVIII

LA RAZÓN Y LA BELLEZA




Clarificador texto sobre el siglo XVIII del gran escritor y semiólogo italiano Umberto Eco. Antes de analizar este extracto y su posterior debate, buscad el vocabulario que no entendáis y documentaos sobre las referencias culturales que aparecen en él.

"Habitualmente se representa el siglo XVIII como un siglo racional, coherente, algo frío y distante, pero esta imagen, vinculada a la manera en que el gusto contemporáneo percibe la pintura y la música de la época, es claramente errónea. 
Stanley Kubrick mostró con agudeza en Barry Lyndon cómo, tras el barniz glacial del Siglo de las Luces, se agitaban pasiones desenfrenadas y violentas, sentimientos arrebatadores, hombres y mujeres tan refinados como crueles. La violencia inaudita del duelo entre padre e hijo la recluye el director en un pajar que tiene la estructura arquitectónica de un edificio clásico de Palladio: así es como deberíamos intentar pensar y representar con mayor verosimilitud el siglo XVIII, el siglo de Rousseau, de Kant, y de Sade, de la douceur de vivre y de la guillotina, de la exuberante belleza tardobarroca y rococó y del neoclasicismo.
Podríamos decir que en el siglo XVIII la persistencia de la belleza barroca se justifica en el gusto aristocrático del abandono a la dulzura de vivir, mientras que el severo rigor neoclásico se corresponde con el culto de la razón, de la disciplina y del cálculo, características propias de la burguesía en ascenso.
Sin embargo, una mirada más atenta nos permitirá distinguir, junto a la vieja nobleza de la corte, una nobleza emprendedora más joven y dinámica, de gustos y costumbres que ya son de hecho burgueses, modernizadora y reformista, que lee la Encyclopédie y discute en los salones. A esa misma mirada le costará reconocer, no obstante, en el siglo XVIII, entre la enorme estratificación de las clases de comerciantes, notarios y abogados, escritores, periodistas y magistrados, esos rasgos que un siglo más tarde permitirán identificar el tipo social del burgués.
A esta compleja dialéctica de castas y clases le corresponde una dialéctica del gusto igualmente compleja: a la abigarrada belleza rococó no se opone un único clasicismo, sino muchos clasicismos, que responden a exigencias diversas, a veces contradictorias entre sí. El filósofo ilustrado reclama la liberación de la mente de las nieblas del oscurantismo, pero simpatiza sin ningún problema con el monarca absoluto y con los gobiernos autoritarios; la razón ilustrada tiene su lado luminoso en el genio de Kant, pero tiene un lado oscuro e inquietante en el teatro cruel del marqués de Sade; igualmente, la belleza del neoclasicismo es una reacción vivificante al gusto del Antiguo Régimen, pero también una búsqueda de reglas ciertas y por tanto, rígidas y vinculantes.” 
(las negritas son mías)
Extracto de “Historia de la Belleza”, Umberto Eco, Lumen, Barcelona, 2004