Detalle La leyenda de la Vera Cruz, Piero della Francesca
-La pintura renacentista italiana es uno de los capítulos más apasionantes de la Historia del Arte de todos los tiempos.
-En Italia, y más concretamente en Florencia, se experimentó una auténtica revolución pictórica en todos los niveles, aunque no debemos olvidar las aportaciones técnicas que plantearon los artistas flamencos[1] por la misma época.
Cristo muerto, A. Mantegna
-Los principios estéticos de la nueva pintura fueron codificados por el humanista florentino Leon Battista Alberti en su tratado artístico De pictura· (siglo XV).
-La pintura renacentista supone una vuelta a la cultura clásica, a la búsqueda de la belleza basada en la medida, el número y la proporción. Son pinturas que se realizan por encargo (de mecenas políticos o religiosos). Se realizan contratos donde vienen especificadas hasta el mínimo detalle las condiciones (el número de figuras, los materiales…). Había pintores que estaban al servicio de un mecenas que les daba un sueldo mensual.
Abuelo con su nieto, Ghirlandaio
-Es una pintura naturalista, es decir, preocupada por la representación de la realidad de la Naturaleza. Ello no es óbice para que se tienda a representaciones de belleza idealizada. La idea de mimesis del mundo griego se hace presente.
Abuelo con su nieto, Ghirlandaio
-Es una pintura naturalista, es decir, preocupada por la representación de la realidad de la Naturaleza. Ello no es óbice para que se tienda a representaciones de belleza idealizada. La idea de mimesis del mundo griego se hace presente.
-Los pintores renacentistas desarrollaron la perspectiva que podemos considerarla como el procedimiento para representar gráficamente objetos en tres dimensiones.[2] La pintura se configura como una “nueva ciencia”: tiene su fundamento en la observación de la naturaleza y la perspectiva matemática.[3]
-La temática es predominantemente religiosa pero se cultivan también temas mitológicos o profanos. El retrato tiene un gran auge, muchas veces de perfil. Los retratos –majestuosos y llenos de serenidad- dejan de ser descriptivos para ser psicológicos, incluso dramáticos (ej: en Rafael y en Tiziano), se cuida mucho la expresión, la posición de las manos, la riqueza de los vestidos, los gestos…Los estudios anatómicos son muy frecuentes.
-También son habituales las alegorías: ideas abstractas representadas como imágenes. Por ejemplo la representación de los sentidos, del vicio versus la virtud, etc.
-El paisaje llega a convertirse en género independiente conforme va avanzando el siglo XV. La pintura se realiza sobre muros, tablas y lienzos, siendo las técnicas más comunes el fresco[4], el temple[5] y el óleo. La principal innovación técnica es, desde 1475, la técnica del óleo [6].
-La luz adquiere gran importancia. Es uniforme y a veces sirve para modelar y para crear espacios. Por lo que se refiere a la composición, el paisaje, sin detallismos, sirve para encuadrar escenas y darles una dimensión espacial y las figuras se reparten ordenadamente y con un plan preconcebido.
Detalle Expulsión de Adán y Eva del Paraíso, Masaccio
Detalle Expulsión de Adán y Eva del Paraíso, Masaccio
1. El Quattrocento corresponde al siglo XV. Es la etapa de iniciación. Se desarrolla sobre todo en Florencia. Son sus principales representantes, entre muchos otros, Massaccio, Sandro Botticelli, Paolo Ucello, Doménico Ghirlandaio, Andrea Mantenga, Piero della Francesca etc.
2. En el Cinquecento, que es el siglo XVI, encontramos dos tendencias artísticas: la Clasicista (Alto Renacimiento o Renacimiento pleno) y por otro lado, contraponiéndose a la anterior, la tendencia Manierista. Los principales pintores del Cinquecento son: Leonardo, Rafael, Miguel Ángel, Giorgione y Tiziano. El Clasicismo es la etapa de madurez. Supuso llevar a sus máximas consecuencias los logros artísticos del Quattrocento. Las obras de Leonardo da Vinci, y parte de la producción de Rafael de Sanzio y Miguel Angel Buonarroti ejemplifican lo mejor del Clasicismo. Con el Clasicismo se avanza en el estudio de la luz, de las proporciones –siempre en base a la medida humana- y se acentúa la representación de la belleza idealizada. El centro artístico del Clasicismo se encuentra en Roma.
La creación de Adán, Miguel Ángel
-Pero el siglo XVI es la época también del Manierismo, es decir, de la crisis del modelo clásico y de la sociedad de la época[7]. Es un arte intelectual, refinado y cortesano, por eso no tuvo expansión en las clases populares y quedó reducido a ciertas élites. Las figuras se deforman, pierden las proporciones, armonía e ideal de belleza clásico. Triunfan las lineas “serpentinatas” (: en forma helicoidal). El manierismo de hace presente en los pintores italianos del Cinquecento como Miguel Angel, el Parmigianino, Archimboldo, etc. y en el caso español, en el Greco, entre otros.
Virgen del cuello largo, Parmigianino
2. Selección de PINTORES más representativos DEL Quattrocento ITALIANO analizando sus obras más relevantes: Masaccio y Botticelli
Masaccio (1401-1428)
- Masaccio revolucionará la pintura aportando soluciones nuevas. Su importancia es semejante a la de Brunelleschi en arquitectura y a la de Donatello en escultura. Murió en plena juventud, con tan sólo veintisiete años, pero lo que hizo en su corta vida fue suficiente para constituirse en el verdadero pilar del nuevo estilo pictórico, borrando de la pintura florentina todo resto del pasado.
-Masaccio mostró en sus obras el gusto naturalista para los fondos, paisajes o arquitectura, dotó a las figuras de peso, volumen y monumentalidad –son figuras que se pueden rodear- y construyó racionalmente el espacio mediante la aplicación de la perspectiva.
-El estilo de Masaccio está inspirado en la escultura de Donatello. Concede gran importancia a la expresión y gestos de sus personajes y al empleo de la luz. Va a influir en artistas como Botticelli, Fra Filippo Lippi o Miguel Ángel.
-Sus obras clave fueron las pinturas al fresco que realizó para la capilla Brancacci de la iglesia del Carmine de Florencia: Adán y Eva o El tributo de la moneda entre otras.
-El tributo de la moneda muestra una temática religiosa. Narra la llegada de Jesús con sus apóstoles a Cafarnaum, recogida en el Evangelio según San Mateo, en tres episodios dentro de la misma composición: en el centro contemplamos al recaudador solicitando el tributo a Cristo y éste indicando a Pedro que en el agua encontrará el dinero; en el fondo, a la izquierda, observamos a san Pedro sacando una moneda de la boca de un pez; y en la derecha el pago del tributo ante una construcción.
El tributo de la moneda, Masaccio
-Las figuras del grupo principal se sitúan en un paisaje, formando casi un círculo y vestidas a la manera griega. Su monumentalismo -basado en proporciones aúreas- está inspirado en las estatuas clásicas y en las obras de Donatello por las que Masaccio sentía especial admiración. Conviene destacar la expresividad de los rostros, que aportan una tremenda sensación de realismo, reforzada por los gestos. Al ubicar al recaudador de espaldas, el maestro intenta involucrarnos en la escena y hacernos partícipes del episodio. La luz inunda la composición, resaltando los colores empleados -que también sirven para dar efecto de perspectiva a la obra colocando los más cálidos en primer plano y los más fríos al fondo- y el efecto volumétrico de los personajes, interesándose Masaccio por la anatomía, como se observa en las piernas del recaudador mientras que los apóstoles ocultan sus cuerpos bajo pesadas túnicas. Incluso se puede afirmar que existe una cierta sensación atmosférica, desdibujando los contornos de la zona final. La arquitectura de la derecha es aún algo arcaica pero sirve para obtener perspectiva. Esta obra será un referente para muchos pintores renacentistas (Ucello, Piero della Francesca etc.) Es una pintura donde se hace presente el anacronismo: sitúa la escena en una arquitectura renacentista, siendo la vestimenta típica de esa época.
-En la Trinidad que realizó para la iglesia de Sta. Maria Novella de Florencia, se aprecia el esfuerzo realizado para lograr una perfecta composición en perspectiva, muy cerca del espíritu de Brunelleschi.
Sandro Botticelli (1445-1510)
-Pertenece a la última generación de pintores del Quattrocento.
-Lorenzo el Magnífico, un miembro preeminente de la poderosa familia Medici, fue uno de sus principales mecenas. Botticelli participó activamente en el círculo de humanistas de la corte de esta figura esencial del mecenazgo y coleccionismo renacentista.
-Botticelli confiere más importancia al dibujo que al color. Usa y abusa de las formas sinuosas y fluidas, un tanto planas. Realiza figuras elegantes, refinadas, casi etéreas, con rostros ovalados y tendencia hacia la melancolía. Exalta a la mujer en sus obras. El paisaje es para él, algo secundario y da mucha importancia a la expresividad. Realizó temas religiosos y profanos. Desde un punto de vista formal, el pensamiento neoplatónico, de naturaleza mística, está en la base de la pintura de Botticelli. El neoplatonismo fue lo opuesto a las tendencias naturalistas en auge en esta época.
-Al final de su vida, su estilo resultaba algo arcaico y murió casi completamente olvidado, teniendo que pasar cerca de cuatro siglos para que, durante la segunda mitad del siglo XIX fuera reivindicado y se situara en el nivel de gran popularidad que hoy alcanza.
-El nacimiento de Venus y la Primavera, dos de sus principales obras, han sido interpretadas en clave neoplatónica.
-El nacimiento de Venus es una obra de su primera etapa. El tema deriva de la literatura homérica y latina especialmente de la Metamorfosis de Oviedo. Muestra un tema mitológico en un paisaje primaveral y bucólico, lleno de referencias clásicas. Esta obra sería el nacimiento de la Venus celeste, engendrada por la naturaleza y por la unión del espíritu con la materia. Pero este nacimiento de Venus puede ser también, según Argan, el del alma cristiana surgiendo del agua del bautismo, produciéndose así una concordatio [8] entre pensamiento antiguo y religión cristiana. Prescinde Botticelli de la perspectiva, estiliza las figuras, trata a la naturaleza como decoración buscando ante todo la belleza: en La Primavera hace casi un inventario botánico de especies de flores. La Venus tienen un aire ausente y nostálgico que nos habla de la belleza de la perdida Edad de Oro, rememorada con nostalgia por los neoplatónicos.
-La Primavera: ha sido objeto de muchas interpretaciones. Aparece Mercurio lanzando su vaina al cielo, ahuyentando a la lluvia; la diosa Venus con Cupido, dios del Amor, y la Primavera cubierta de flores. La diosa Flora es perseguida por Céfiro (es un viento, mensajero de la primavera). El significado de esta obra ha sido interpretado en que en el amor lo que llega a la tierra como pasión (Céfiro), regresa al cielo como contemplación (Mercurio). Utiliza la técnica de las veladuras.[9] Fue un encargo para los Médicis y representa este estilo de pintura decorativa clásica y de tema mitológico.
-La Primavera: ha sido objeto de muchas interpretaciones. Aparece Mercurio lanzando su vaina al cielo, ahuyentando a la lluvia; la diosa Venus con Cupido, dios del Amor, y la Primavera cubierta de flores. La diosa Flora es perseguida por Céfiro (es un viento, mensajero de la primavera). El significado de esta obra ha sido interpretado en que en el amor lo que llega a la tierra como pasión (Céfiro), regresa al cielo como contemplación (Mercurio). Utiliza la técnica de las veladuras.[9] Fue un encargo para los Médicis y representa este estilo de pintura decorativa clásica y de tema mitológico.
3. Selección de PINTORES representativos DEL RENACIMIENTO ITALIANO analizando sus obras más relevantes DEL Cinquecento: Leonardo, Rafael, Miguel Ángel, Giorgione y Tiziano
LEONARDO DA VINCI (1452-1519)
-Leonardo da Vinci es un ejemplo universal de síntesis entre la personalidad del artista y del científico. Era el prototipo del humanista del Renacimiento: pintor, dibujante excepcional, estudioso de la anatomía humana, diseñador de máquinas para volar…. Fue principalmente un teórico, no nos ha dejado demasiadas pinturas aunque realizó muchos dibujos.
-Nació en un pueblecito de la Toscana llamado Vinci. Su personalidad fue un tanto críptica y misteriosa. Durante gran parte de su vida pasó apuros económicos. Tuvo una vida artística errante (Florencia, Milán, Roma…), y empezó sus estudios artísticos en el taller de Verrochio. Fue reclamado por diferentes mecenas entre ellos Ludovico Sforza (Ludovico el Moro), César Borgia, o el rey francés Francisco I. Por su influencia artística, doctrinal y práctica, es uno de los grandes talentos del Cinquecento, aunque generacionalmente pertenezca al Quattrocento. Podemos decir se convirtió en una especie de híbrido entre dos épocas.
-Una parte muy importante de su obra es inacabada o se perdió por su precaria conservación.
-Leonardo propondrá un nuevo sistema de perspectiva, la perspectiva aérea: consiste en representar la atmósfera que envuelve los objetos, esfumando las líneas (el sfumato de Leonardo es difuminar los contornos), eliminando los límites de forma y color, dando una impresión muy real de la distancia. Es una pintura de aire misterioso, aparentemente inacabada.
-Entre otras aportaciones de Leonardo destaca su uso extraordinario del claroscuro y una fantástica representación de la naturaleza.
-Sus dibujos son de una calidad excepcional y en gran parte se conservan en el Castillo de Windsor en Inglaterra. Por lo que se refiere a sus pinturas destacamos: la dama del armiño, la Virgen de las Rocas, La última cena y la Gioconda.
-La Virgen de las rocas muestra una ambientación muy innovadora: un paisaje irreal y ensoñador, muy misterioso, una especie de telón de fondo. Los contornos no están claramente definidos: es el célebre esfumato leonardesco. El esfumato propicia dar volumen a las figuras y suaviza los contornos. La perspectiva aérea está perfectamente conseguida. La composición es triangular, muy cerrada, todas las figuras están conectadas entre sí, siendo la Virgen el ángulo superior. La zona del triángulo recibe la iluminación principal. Las figuras están en reposo pero ciertos gestos de las manos otorgan dinamismo a la obra.
-La Virgen de las rocas muestra una ambientación muy innovadora: un paisaje irreal y ensoñador, muy misterioso, una especie de telón de fondo. Los contornos no están claramente definidos: es el célebre esfumato leonardesco. El esfumato propicia dar volumen a las figuras y suaviza los contornos. La perspectiva aérea está perfectamente conseguida. La composición es triangular, muy cerrada, todas las figuras están conectadas entre sí, siendo la Virgen el ángulo superior. La zona del triángulo recibe la iluminación principal. Las figuras están en reposo pero ciertos gestos de las manos otorgan dinamismo a la obra.
-La última cena se conserva en Milán, en el Refectorio del Convento de Santa María de las Gracias. Es un mural, arruinado ya en vida del propio autor por atrevidas ocurrencias experimentales y objeto de infames repintes y restauraciones. Fue un encargo de la familia de los Sforza, sus mecenas de Milán. El tema que representa es de carácter religioso: la última cena de Jesús. Representa el momento en el que Jesús anuncia que uno de sus discípulos le va a traicionar. La disposición de las figuras responde a un esquema nuevo: no hay rigidez, busca el dinamismo, y distribuye las figuras en cuatro grupos de tres personas. Son composiciones triangulares. Las figuras se conectan a base de gestos y miradas. La escena se desarrolla en una sala rectangular. La habitación se nos muestra en profundidad, en perspectiva, con una serie de líneas de fuga hacia el centro. Las líneas de fuga confluyen en la figura de Cristo, el cual está en el centro de la mesa. Al fondo, las tres ventanas dejan ver un paisaje que aumenta el espacio. –la composición es triangular- y le otorga sensación de reposo. Cada rostro es perfectamente distinto a los demás reflejando la psicología de cada personaje.
-La Gioconda es el retrato de una mujer real: Mona Lisa, tercera esposa de Giocondo de Florencia. Se conserva en el museo del Louvre de París y es una de las obras de arte más conocidas en todo el mundo. -Ha sido objeto de muchas versiones por otros artistas, incluso del siglo XX (Marcel Duchamp, Botero, etc.). Es una obra emblemática del estilo de Leonardo: este bellísimo retrato femenino se recorta –con el esfumato- sobre un paisaje idealizado y ensoñador, envuelto en neblinas con rocas fantásticas. Todos los colores están trabajados a base de blancos y grises que diluyen las formas e integra a la figura dentro del paisaje.
RAFAEL SANZIO (1483-1520) Rafael Sanzio, conocido como Rafael, poseyó una personalidad más equilibrada que la de Leonardo y Miguel Angel. Natural de Urbino, no maduró como artista hasta pasar por Florencia, donde residió a inicios del siglo XVI. Se convirtió en el ejemplo más admirado del Clasicismo del Cinquecento: armonía, belleza ideal, claridad compositiva definen sus obras. A pesar de su corta vida - murió a los 37 años en Roma-, realizó una obra es muy extensa.
-Como retratista, Rafael fue un consumado maestro y destacó en las representaciones de la Virgen María con el Niño Jesús, refinadas y dulces, en el extremo opuesto del espíritu atormentado de Miguel Ángel.
Detalle de la Madonna Sixtina, Rafael
Sus influencias principales eran Leonardo y Miguel Ángel. Dominaba el dibujo y el color. En su etapa final muestra rasgos manieristas.-Como retratista, Rafael fue un consumado maestro y destacó en las representaciones de la Virgen María con el Niño Jesús, refinadas y dulces, en el extremo opuesto del espíritu atormentado de Miguel Ángel.
-Entre sus obras destacan los frescos que pintó para diversas estancias vaticanas: “La escuela de Atenas”, “el incendio del Vorgo”, “el Parnaso” y “La disputa del Sacramento”.
-La escuela de Atenas es una obra de madurez de su etapa romana, ejemplo del Clasicismo del Cinquecento. Esta obra se conserva en el Vaticano ya que fue el propio Papa el que le encargó la realización de este mural y de otros tres más en las estancias vaticanas. El marco arquitectónico, claramente renacentista y con reminiscencias grecorromanas, es monumental. Muestra su gran dominio de la perspectiva. Representa un templo imaginario y simbólico de la sabiduría. Los personajes que aparecen son científicos desde la Antigüedad hasta su época (aparece Platón. Aristóteles, etc.) pero pintados con rostros contemporáneos e individualizados. Aristóteles y Platón están en el centro rodeados de otros filósofos. Rafael quería representar las dos tendencias filosóficas opuestas: la platónica y la aristotélica. Hay otros grupos rodeando a los maestros. Los rostros son individualizados pero serenos, bellos en su senectud y muy clásicos. Los gestos son variados, el color armónico y el dibujo y la anatomía perfecta. El canon para las figuras es también el clásico en sus proporciones.
-La escuela de Atenas es una obra de madurez de su etapa romana, ejemplo del Clasicismo del Cinquecento. Esta obra se conserva en el Vaticano ya que fue el propio Papa el que le encargó la realización de este mural y de otros tres más en las estancias vaticanas. El marco arquitectónico, claramente renacentista y con reminiscencias grecorromanas, es monumental. Muestra su gran dominio de la perspectiva. Representa un templo imaginario y simbólico de la sabiduría. Los personajes que aparecen son científicos desde la Antigüedad hasta su época (aparece Platón. Aristóteles, etc.) pero pintados con rostros contemporáneos e individualizados. Aristóteles y Platón están en el centro rodeados de otros filósofos. Rafael quería representar las dos tendencias filosóficas opuestas: la platónica y la aristotélica. Hay otros grupos rodeando a los maestros. Los rostros son individualizados pero serenos, bellos en su senectud y muy clásicos. Los gestos son variados, el color armónico y el dibujo y la anatomía perfecta. El canon para las figuras es también el clásico en sus proporciones.
-Con el Incendio del Borgo, mural también de las estancias vaticanas, Rafael empieza a decantarse por un cierto Manierismo. Rompe el equilibrio armónico entre el fondo y la forma ya que emplea técnicas manieristas. Emplea ya cánones de un manierismo incipiente, cuerpos alargados y reduciendo el tamaño de la cabeza.
MIGUEL ANGEL BUONAROTTI (1475-1564)
-La personalidad de Miguel Ángel no es menos sugerente y enigmática que la de Leonardo. No sólo logró destacar como arquitecto, escultor y pintor, sino que también fue un excelente poeta. –El se consideraba sobre todo escultor y su pintura –centrada en el ser humano- acusará esta condición. Desde el punto de vista pictórico, hay una marcada diferencia entre la obra juvenil, que desarrolla en Florencia, y la obra madura de Miguel Ángel que tiene lugar en Roma. Allí realizará los frescos de la Capilla Sixtina (Vaticano). La pintura de la bóveda de la Capilla Sixtina la emprendió a disgusto[10] y en ella trabajó hasta la extenuación entre 1508 y 1512. Fue una labor titánica, un gran esfuerzo intelectual, que le supuso inventar un programa iconográfico y resolver las mil dificultades técnicas que requería. El tema del conjunto de las pinturas es una síntesis de la Historia Sagrada, según el relato del Antiguo Testamento, desde la creación del universo hasta algunos de los episodios más señalados de la Historia de Israel. Las distintas escenas están flanqueadas por una sucesión de monumentales figuras de profetas bíblicos y sibilas[11] de la mitología grecolatina, que a su vez, están acompañadas por impresionantes figuras de jóvenes desnudos. Miguel Angel dividió la bóveda en compartimentos, utilizando arquitecturas fingidas de las que parecen flotar las figuras. No hay ni equilibrio ni serenidad. Los cuerpos se alejan del concepto de belleza clásica. No se trata de representar la belleza de las formas sino la fuerza que emana de las figuras. El lenguaje, es por tanto, más manierista que clásico. Su interés pictórico se centra en las figuras, por lo tanto deja de lado el paisaje. El Juicio Final, también en la capilla Sixtina, lo llevó a cabo unos veinte años más tarde, en torno a 1535, reflejando la inquietud espiritual y el pesimismo que agobiaron al artista en sus últimos años. [12]
La Escuela Veneciana: Giorgione y Tiziano
La Escuela Veneciana: Giorgione y Tiziano
- El único centro artístico capaz de rivalizar con Roma en el siglo XVI fue Venecia. No se trata sólo del número de pintores geniales que allí se sucedieron entre fines del siglo XV y durante todo el siglo XVI como Giovanni Bellini, Giorgione, Tiziano, Veronés, Tintoretto, sino de su marcada personalidad como escuela. La pintura veneciana del Renacimiento se caracteriza por el predomino del color sobre el dibujo y por una notable sensibilidad por el paisaje, que permitía sacar mucho partido a la luz y convertir el color en atmósfera. Las dos figuras clave que elevaron la pintura veneciana a su más alta expresión fueron: Giorgione y Tiziano.
Giorgione (1476-1510)
-Su vida y obra resultan misteriosas a partes iguales. Su obra ha sido discutida, arrebatada cuadro a cuadro a la autoría de Tiziano, a quien se consideró autor de muchos lienzos que más tarde se descubrieron realizados por Giorgione. La mayor innovación de Giorgione estriba en que fue uno de los primeros pintores de su época en dedicar su producción al coleccionista particular, en vez de a grandes instituciones o mecenas. Así, casi toda su obra es de formato mediano y no quedan intactos grandes paneles o frescos. Además, el significado de su obra se nos escapa en la mayoría de los casos, estando probablemente relacionado al conocimiento cabalístico y religioso
-La importante contribución de Giorgone, a pesar de su muerte prematura, fue la de haber configurado un renovador marco del paisaje para la representación de las historias, ya que la naturaleza dejó de ser, a partir de él, un mero decorado de fondo.
-En La tempestad,-en la imagen- (1503-04) el tema en sí es un enigma. No se sabe lo que representa. Aparece una mujer amamantando a su niño y un caminante al otro lado. Lo que está claro es que el protagonista es el paisaje, más propiamente la tempestad, ella es la que da el tono cromático a todo el conjunto, una gama de verdes azulados en tonos oscuros. La tormenta es también la que crea esa iluminación irreal producida por el rayo y el relámpago. Las figuras están ajenas a la tempestad, iluminadas como el resto del paisaje pero de una forma independiente. Recorta las casas y las siluetas de los árboles con una luz imaginaria, casi tenebrosa.
-En La tempestad,-en la imagen- (1503-04) el tema en sí es un enigma. No se sabe lo que representa. Aparece una mujer amamantando a su niño y un caminante al otro lado. Lo que está claro es que el protagonista es el paisaje, más propiamente la tempestad, ella es la que da el tono cromático a todo el conjunto, una gama de verdes azulados en tonos oscuros. La tormenta es también la que crea esa iluminación irreal producida por el rayo y el relámpago. Las figuras están ajenas a la tempestad, iluminadas como el resto del paisaje pero de una forma independiente. Recorta las casas y las siluetas de los árboles con una luz imaginaria, casi tenebrosa.
Tiziano (1487-1576)
-Su larga vida y una capacidad de producción asombrosa explican el papel crucial que ejerció Tiziano como máximo representante de esta escuela veneciana. Así, desde el estilo refinado, sensual, y brillante de su juventud, un poco a la manera de Giorgione, con el que llegó a colaborar en algunas obras, hasta su dramática e intensa producción final, la trayectoria de Tiziano resumen lo mejor del siglo XVI.
-Tiziano supo destacar en todos los géneros: mitológicos, históricos, religiosos, paisajísticos, y como retratista fue requerido por los mejores mecenas de Europa, ya que su prestigio alcanzó a Miguel Angel. Un ejemplo de todo ello fue la estrechísima relación que mantuvo Tiziano con Carlos V y Felipe II, siendo éste último su mejor cliente. Esta es la razón por la cual el Museo del Prado posee una de las mejores colecciones existentes hoy en el mundo de este extraordinario pintor. Su talento como retratista fue incomparable y estuvo jalonado de obras maestras como Carlos V en la batalla de Mühlberg, Dánae; Venus y Adonis; Diana y Acteón; Diana y Calisto; el Rapto de Europa y Perseo y Andrómeda, etc.
Carlos V a caballo en Mühlberg: es posiblemente el retrato ecuestre más impactante. En este lienzo Tiziano le retrata momentos antes de la victoria de Mühlberg contra los príncipes protestantes de Alemania y los Países Bajos que se habían aliado contra el dominio imperial. El trasfondo era claramente político, pero la excusa fue la guerra religiosa entre católicos y protestantes. Tal vez por esto, Tiziano dota a la imagen del emperador de un aura casi sagrada, en su gesto determinado, impertérrito y ajeno a la fatiga. El colorido tizianesco se aprecia por lo demás en toda su plenitud: los rojos y ocres de la tela son inimitables. Además, inaugura un género que hasta el momento se había tratado muy tímidamente y que alcanza su esplendor en el Barroco: el retrato real a caballo. Como dato curioso, que habla en favor del rigor histórico del artista, la armadura que viste el monarca es una valiosísima pieza labrada en oro y plata que se conserva en la Real Armería de Madrid.
-Venus y Adonis, es una obra de temática mitológica. Hoy se conserva en el Museo del Prado. Forma parte de la delicada serie que Felipe II encargó a Tiziano para decorar sus habitaciones privadas; se denominaron genéricamente las Poesías y tenían como objetivo mostrar a la mujer desnuda desde diferentes perspectivas. Tiziano se inspiró en la "Metamorfosis" de Ovidio[13] para representar estas escenas mitológicas con un contenido claramente erótico. Felipe II se libera así de parte de esa fama de ser oscuro y casi inhumano que le ha caracterizado. La sociedad española de los siglos XVI y XVII sería muy propensa a la dualidad: se pregonaba una actitud y se realizaba la contraria. Si Dánae aparece de frente, la figura femenina en Venus y Adonis se encuentra de espaldas, intentando retener a su amado que, cuando se marche de caza, encontrará la muerte. Las figuras se insertan perfectamente en un paisaje, abandonando Tiziano los estudios arquitectónicos empleados en el Quattrocento para obtener efectos de perspectiva. Ahora las escenas son más naturales y verosímiles. La tensión existente entre ambas figuras parece anticipar el Barroco, así como la diagonal que organiza la composición. El situar a Venus y a Adonis en primer plano hace recordar los altorrelieves romanos. La luz incide directamente sobre la pareja y deja la zona de bosque en semipenumbra.
Carlos V a caballo en Mühlberg: es posiblemente el retrato ecuestre más impactante. En este lienzo Tiziano le retrata momentos antes de la victoria de Mühlberg contra los príncipes protestantes de Alemania y los Países Bajos que se habían aliado contra el dominio imperial. El trasfondo era claramente político, pero la excusa fue la guerra religiosa entre católicos y protestantes. Tal vez por esto, Tiziano dota a la imagen del emperador de un aura casi sagrada, en su gesto determinado, impertérrito y ajeno a la fatiga. El colorido tizianesco se aprecia por lo demás en toda su plenitud: los rojos y ocres de la tela son inimitables. Además, inaugura un género que hasta el momento se había tratado muy tímidamente y que alcanza su esplendor en el Barroco: el retrato real a caballo. Como dato curioso, que habla en favor del rigor histórico del artista, la armadura que viste el monarca es una valiosísima pieza labrada en oro y plata que se conserva en la Real Armería de Madrid.
-Venus y Adonis, es una obra de temática mitológica. Hoy se conserva en el Museo del Prado. Forma parte de la delicada serie que Felipe II encargó a Tiziano para decorar sus habitaciones privadas; se denominaron genéricamente las Poesías y tenían como objetivo mostrar a la mujer desnuda desde diferentes perspectivas. Tiziano se inspiró en la "Metamorfosis" de Ovidio[13] para representar estas escenas mitológicas con un contenido claramente erótico. Felipe II se libera así de parte de esa fama de ser oscuro y casi inhumano que le ha caracterizado. La sociedad española de los siglos XVI y XVII sería muy propensa a la dualidad: se pregonaba una actitud y se realizaba la contraria. Si Dánae aparece de frente, la figura femenina en Venus y Adonis se encuentra de espaldas, intentando retener a su amado que, cuando se marche de caza, encontrará la muerte. Las figuras se insertan perfectamente en un paisaje, abandonando Tiziano los estudios arquitectónicos empleados en el Quattrocento para obtener efectos de perspectiva. Ahora las escenas son más naturales y verosímiles. La tensión existente entre ambas figuras parece anticipar el Barroco, así como la diagonal que organiza la composición. El situar a Venus y a Adonis en primer plano hace recordar los altorrelieves romanos. La luz incide directamente sobre la pareja y deja la zona de bosque en semipenumbra.
[2] La perspectiva lineal o geométrica se utiliza para crear espacios tridimensionales, las líneas convergen en un punto de fuga. Da lugar a espacios construidos de una forma racional propia de la nueva mentalidad renacentista. La perspectiva aérea, por su parte, perfecciona la anterior, representando a la atmósfera que envuelve los objetos del cuadro, esfumando las líneas convergentes, eliminando los límites entre el dibujo, la forma y el color.
[4] Fresco: colores disueltos en agua. Se realiza siempre sobre muros que se preparan previamente con yeso fino.
[5] Temple: técnica pictórica que consiste en diluir los colores en agua templada engrosada con aglutinantes como leche, huevo, goma arábiga. Se realiza sobre tabla o lienzo.
[6] Óleo: esta técnica utilizada a partir del siglo XV consiste en diluir los colores en aceites (linaza) secantes y aplicarlos sobre tabla o lienzo previamente preparados. Es la técnica maestra, da más riqueza en el colorido.
[7] El saco de Roma realizado por las tropas de Carlos V; el surgimiento de la Reforma protestante; las luchas de Francia y España por dominar Italia, etc.
[9] La técnica de veladuras consiste en ir aplicando una capa de pintura sobre otra de manera muy fina, semitraslúcida de forma que se aprecie parte del fondo anterior y gane tonalidades diferentes con las nuevas capas.
[10] Tuvo enfrentamientos continuos con su mecenas, el Papa Julio II por la elaboración de estas pinturas.
[11] Mujer sabia a quien los antiguos griegos y romanos atribuyeron espíritu profético.
[12] En conclusión, la energía de cada una de las figuras, la belleza de su dibujo, claramente inspirado en las esculturas antiguas, sus atrevidas posturas, la imponente expresividad de los rostros, el eficaz efecto teatral del conjunto, y otros muchos aspectos extraordinarios, convierten los frescos de la Capilla Sextina en una obra única, jamás superada.