"Vi a un ángel junto a mí hacia el lado izquierdo en forma corporal… No era grande, sino pequeño, muy hermoso, el rostro tan encendido que parecía de los ángeles más elevados, que parece todos se abrasan. Deben ser lo que llaman querubines… Veíale en las manos un dardo de oro largo, y al fin del hierro me parecía tener un poco de fuego. Este me parecía meter por el corazón algunas veces, y que me llegaba a las entrañas. Al sacarle, me parecía las llevaba consigo, y me dejaba toda abrasada en amor grande de Dios. El dolor era tan fuerte que me hacía lanzar gemidos, mas esta pena excesiva estaba tan sobrepasada por la dulzura que no deseaba que terminara. El alma no se contenta ahora con nada menos que con Dios. El dolor no es corporal sino espiritual, aunque el cuerpo tiene su parte en él. Es un intercambio amoroso tan dulce el que ahora tiene lugar entre el alma y Dios, que le pido a Dios en su bondad que haga experimentarlo a cualquiera que pueda pensar que miento". XXIX, 13 de Libro de la Vida de Santa Teresa de Jesús (es su autobiografía
fechada entre los años 1562-65)
I.
CATALOGACIÓN
DE LA OBRA
Esta lámina nos muestra la deslumbrante escultura del Éxtasis de Santa Teresa. El AUTOR es el napolitano GIAN
LORENZO BERNINI (1598-1680). Afamado escultor, arquitecto, escenógrafo,
pintor y dramaturgo, dotado de un inmenso talento y carisma, dominó el panorama
artístico romano del Seicento, siendo muy admirado y logrando no pocos
enemigos y envidias. Su máximo rival en el terreno arquitectónico –recordemos
que Bernini fue arquitecto de San Pedro- fue el genial Francesco Borromini y en el terreno escultórico rivalizó con el
clasicista Algardi. Nació en el seno
de una familia de artistas. Su padre, Pietro, fue un gran escultor manierista y
su maestro. Educado por los jesuitas, de carácter apasionado y religioso, fue un devoto
católico. A los 20 años ya dominaba los recursos de las técnicas escultóricas.
Artista con gran carisma e inmenso talento dominó el panorama artístico romano
del Setecento, La mayor parte de su vida transcurrió en Roma. En la “ciudad
eterna” encontraría a sus principales mecenas tanto cardenales - Borghese o Cornaro- como el papado. Su
obra refleja el espíritu barroco de la Contrarreforma. Tuvo un excelente taller
que colaboraba en la ingente producción de sus obras que
oscila entre la mitología –Apolo y Dafne, el rapto de Proserpina, Eneas
y Anquises-; los retratos –de su
amante Constanza Buonarelli o del rey Luis XIV;- y las obras religiosas como el David,
el éxtasis de Santa Teresa, la beata Ludovica Albertoni... Tampoco podemos
olvidar sus fuentes como las de los cuatro ríos de la piazza Navona de
Roma, la del tritón, el elefante obeliscóforo etc. Entre su
producción arquitectónica sobresale la bellísima plaza de San Pedro del
Vaticano.
-El grupo escultórico del éxtasis de Santa Teresa fue realizado ex profeso para la CAPILLA CORNARO
de la Iglesia de Santa María de la Victoria de Roma. Es una iglesia barroca
carmelita de una
sola nave de planta de cruz latina. En esta iglesia se conservan importantes pinturas y esculturas pero la obra
maestra de la misma es esta capilla. La labor de Bernini en este proyecto fue de arquitecto, escultor y
decorador. Adyacente a la
iglesia se halla un convento de carmelitas.
-CRONOLÓGICAMENTE este
conjunto cabe fecharlo entre los años 1647-1651
y estilísticamente es plenamente
barroco.
-Por lo que
se refiere al COMITENTE de este
proyecto artístico, fue un poderoso cardenal de la época, el veneciano de noble
abolengo Federico Cornaro. Cornaro deseaba que
Bernini reformase el brazo izquierdo del transepto de la iglesia –ya existente-
para instalar en ella una capilla funeraria destinada a su familia. El
comitente pagó una suma exorbitante por la obra: 12.000 escudos.
-El MATERIAL utilizado en este grupo escultórico de bulto redondo es
mármol de Carrara y bronce dorado. En la capilla podemos
observar además, una veintena de mármoles diferentes así como alabastros,
lapislázulis, etc.
-El TEMA que muestra esta escultura es de
carácter religioso: es la experiencia mística llamada éxtasis
de Santa Teresa de Jesús. El éxtasis es un “estado del alma caracterizado por cierta
unión mística con Dios mediante la contemplación y el amor, y por la suspensión
del ejercicio de los sentidos”(RAE). Otros santos como San
Agustín, Santa Catalina o Santa Cecilia experimentaron hechos similares. Cuando
esta experiencia mística va acompañada de una flecha que atraviesa el corazón
se le denomina transverberación como
en la obra que analizamos.
-Santa Teresa de Cepeda y Ahumada
(1515-1582), más conocida como Teresa de Jesús o de Ávila, es la protagonista
de esta escena. Figura clave de la Contrarreforma, nacida en Ávila, era de
origen judío converso y fue la fundadora de la orden de carmelitas descalzas. Fue
canonizada en 1622. Su salud quebradiza no la impidió viajar con frecuencia
fundando conventos. Tenía frecuentes visiones de Dios, la Virgen, los santos y
los ángeles.
Es una de las grandes escritoras españolas de todos los tiempos. La Inquisición vigiló muy de cerca sus escritos. En su autobiografía el “libro de su Vida” hace referencia a su
éxtasis místico y este texto será la fuente
documental que utilizará Bernini para realizar su obra. El escultor
traducirá plásticamente, las palabras de la santa.
Copia de un cuadro de Bernini, que representa la transverberación del corazón de Santa Teresa. Se conserva en el
Museo de Bellas Artes de Granada. Anónimo español del siglo XVII
-Los ANTECEDENTES de esta obra, en cuanto al tema del éxtasis en escultura, son inexistentes. La representación de este hecho sobrenatural encuentra en Bernini a su primer formulador. Cuestión diferente es la representación de la santa, de la que se conservan ejemplos anteriores o coetáneos tanto en escultura como en pintura. Iconográficamente, se la suele representar de pie o de rodillas, con un libro en una mano y con una pluma en la otra en actitud de escribir. Paulatinamente irán surgiendo a la largo de los siglos XVII y XVIII ejemplos de la trasverberación de la Teresa de Ávila, en general, de carácter más contenido que el de la obra de Bernini.
-Los ANTECEDENTES de esta obra, en cuanto al tema del éxtasis en escultura, son inexistentes. La representación de este hecho sobrenatural encuentra en Bernini a su primer formulador. Cuestión diferente es la representación de la santa, de la que se conservan ejemplos anteriores o coetáneos tanto en escultura como en pintura. Iconográficamente, se la suele representar de pie o de rodillas, con un libro en una mano y con una pluma en la otra en actitud de escribir. Paulatinamente irán surgiendo a la largo de los siglos XVII y XVIII ejemplos de la trasverberación de la Teresa de Ávila, en general, de carácter más contenido que el de la obra de Bernini.
La
iconografía de Santa Teresa en el
arte: relicario de la santa en la catedral de Guadix (Andalucía); un retrato
que realizó Rubens (siglo XVII); dos esculturas de la Santa de Ávila realizadas
por Gregorio Fernández –una de rodillas y otra de pie, esta última de 1624-.
-Desde el punto de vista formal y artístico, los antecedentes de esta obra se encuentran en la escultura grecorromana, en concreto de la helenística, que estudió Bernini con fruición, así como en la de Miguel Ángel. En cierto sentido, la terribilità miguelangelesca se hace presenta en las esculturas fuertemente expresivas, dinámicas y teatrales del maestro napolitano. También muestra influencias de su padre y maestro Pietro Bernini.
-Desde el punto de vista formal y artístico, los antecedentes de esta obra se encuentran en la escultura grecorromana, en concreto de la helenística, que estudió Bernini con fruición, así como en la de Miguel Ángel. En cierto sentido, la terribilità miguelangelesca se hace presenta en las esculturas fuertemente expresivas, dinámicas y teatrales del maestro napolitano. También muestra influencias de su padre y maestro Pietro Bernini.
-Este conjunto escultórico sintetiza a la perfección las
características del arte barroco. Aúna en sí misma todas las bellas artes:
escultura, arquitectura y pintura. Es la búsqueda del arte total puesto que este grupo escultórico aparece situado en un marco arquitectónico netamente barroco
entre columnas corintias, decoraciones de estuco, y pinturas de trampantojo en
la cubierta.
-La obra está realizada con un virtuosismo técnico impresionante. La
escena –puesto que parece una representación
teatral- que eligió Bernini es el momento en el que la santa vive su
arrebato místico ligado a la trasverberación. No elige el instante en el que el
ángel le atraviesa el corazón con un dardo de oro sino cuando el serafín saca
la flecha del pecho, provocando en ella sentimientos entre el dolor y el
placer. El carácter escenográfico de
esta obra, de fuerte lirismo y dramatismo, es contemplada desde dos palcos
realizados en relieve, por las esculturas de los personajes de la familia
Cornaro que asisten encantados a semejante milagro ¿artístico?. Por otro lado,
nosotros, el público, espectadores
activos, somos pieza clave de esta obra. A pesar de ser de bulto redondo, el punto de vista es único y frontal como
si fuera un cuadro.
- La sencilla y humildísima celda
conventual donde vivía la santa es transformada en un barroco rompimiento
de gloria.
El grupo escultórico del ángel y la santa parece suspendido en el aire. Y no es
para menos puesto que la escena transcurre sobre un trono de vaporosas nubes
horizontales.
-Bernini consigue mostrar con
gran expresividad, la psicología de
los personajes. El ángel, de rostro
bello y pícaro y pelo ensortijado, nos recuerda a los efebos de pinturas y
esculturas de Verrochio (Quattrocento). Aparece medio desnudo, y presenta como
símbolo parlante las alas y la flecha. Bernini se basa punto por punto, en el texto de la santa: “Vi a un
ángel junto a mí hacia el lado izquierdo en forma corporal… No era grande, sino
pequeño, muy hermoso, el rostro tan encendido que parecía de los ángeles más
elevados, que parece todos se abrasan. Deben ser lo que llaman querubines…
Veíale en las manos un dardo de oro largo (…)”
Los plegados del ángel, una fina túnica, se ajustan a su anatomía que nos
recuerda a la técnica de “paños mojados” de Fideas. Mira con dulzura a la
santa.
Santa Teresa aparece con pesados ropajes con múltiples pliegues –el hábito carmelitano- en una postura imposible, con el cuerpo en tensión, y levitando sobre la nube. Los ojos entornados y la boca entreabierta, dejan translucir el arrebato místico lleno de dramatismo no exento de sensualidad: “un martirio sabroso” como Sta. Teresa llegó a definir sus éxtasis.
Santa Teresa aparece con pesados ropajes con múltiples pliegues –el hábito carmelitano- en una postura imposible, con el cuerpo en tensión, y levitando sobre la nube. Los ojos entornados y la boca entreabierta, dejan translucir el arrebato místico lleno de dramatismo no exento de sensualidad: “un martirio sabroso” como Sta. Teresa llegó a definir sus éxtasis.
-La composición de esta obra naturalista pero idealizada a un tiempo,
no es equilibrada sino muy dinámica, con gran tensión dramática. Es un juego en
zigzag de diagonales y líneas cruzadas en línea ascendente, como la mayoría de
sus obras –así ocurre por ejemplo en Apolo
y Dafne o en el rapto de Proserpina.
Consigue un gran verismo en las texturas:
las diferentes telas, la piel –de los rostros y del sensual pie de la santa- y
la gran riqueza cromática entre los diversos mármoles polícromos de la capilla
Cornaro.
-La luz adquiere en este grupo escultórico una gran importancia. Busca
contrastes entre luces y sombras que acentúan el efectismo, muy teatral, de la
escena. La luz natural procede de la ventana que se encuentra detrás de la
escultura, en la parte superior.
-Podemos considerar que la FUNCIÓN o FINALIDAD de esta obra es triple. En primer lugar, presenta un
carácter religioso ya que es una
obra propagandística de la fe católica. Vista en el contexto de la época,
aparece ligada a la Contrarreforma y al culto a los santos que ésta fomenta.
Recordemos que se pretendía en aquella época propiciar la devoción mística
apelando a los sentidos y al sentimiento. De ahí que no se rehúse expresar con
gran expresividad la verdad religiosa y sus misterios. En este caso, se pretende promover el
culto a Santa Teresa de Jesús, que por lo demás, había sido canonizada en 1622,
unos años antes de realizarse el grupo escultórico de Bernini.
-En segundo lugar, es
una obra hecha a mayor gloria de la poderosa familia Cornaro, los comitentes, no sólo del éxtasis de Santa Teresa sino de toda la capilla. Y en tercer lugar,
pero no menos importante, es una obra en la que Bernini pretende sorprender y
maravillar al mundo con su talento artístico en un momento en el que no recibía
tantos encargos por parte del papado. Hay que señalar que tras el ascenso como
pontífice de Inocencio X, era
su rival Alejandro Algardi quien acaparaba los proyectos escultóricos del
mecenazgo papal. Con esta obra Bernini
pretende recuperar la preeminencia perdida realizando una escultura
deslumbrante.
-Por lo que se refiere a los CONSECUENTES de esta obra, hemos de ponerla en
relación con otras
esculturas de Bernini. La morbidez y sensualidad, la expresividad dramática un
tanto miguelangelesca y el virtuosísmo técnico se aprecian en todas sus obras.
En especial, la escultura que comentamos guarda muchas concomitancias con la
impresionante Beata Ludovica Albertoni,
también en éxtasis como Santa Teresa y también conservada en una iglesia romana. Fue
una de sus últimas obras.
-Siendo Bernini el padre
indiscutible de la escultura barroca tuvo muchísimo discípulos y colaboradores,
prolongando su estilo hasta bien entrado en siglo XVIII. Su influencia fue decisiva en toda Europa,
especialmente en la escultura funeraria y conmemorativa. Aunque influyó en escultores barrocos
afincados en Roma como el flamenco Duquesnoy
o el italiano Algardi, estos dos
artistas pertenecían a la corriente clasicista, la menos “barroca” del arte
barroco. En Francia, el influjo de Bernini se deja sentir en Pierre Puget, con sus obras tensas y
dramáticas, mucho más que en Girardon
o Coysevox que tienden hacia un clasicismo admirador de Bernini pero deudor de
Algardi.
-En España la influencia de
Bernini no será mucha en el siglo XVII pero sí en el XVIII de la mano del gran
escultor murciano de origen napolitano, Francisco
Salzillo.
-La SIGNIFICACIÓN
HISTÓRICA de esta obra viene dada porque el summun de la estatuaria barroca europea del siglo XVII. Ha
suscitado el interés de todo tipo de artistas –desde el barroco hasta la
actualidad- así
como de músicos –como Pietro Mascagni o Peter Hammill que le han dedicado
sendas composiciónes-,
filósofos, científicos y psicoanalistas que han escrito sesudos análisis sobre
esta obra como Roland Barthes, Georges Bataille o Lacan; escritores de la talla
del marqués de Sade, Stendhal o la feminista Simone de Beauvaoir y ya en
nuestra época, aparece en las novelas del popular autor Dan Brown o de
Abraham Verghese.
-Sobre el ESTADO DE CONSERVACIÓN hay que señalar que se conserva en buen
estado ya que la totalidad de la capilla Cornaro fue restaurada en 1996 gracias
a la iniciativa y patrocinio de la Fundación BNC y de la actual familia Cornaro.
-En CONCLUSIÓN, el éxtasis de
Santa Teresa es una de las obras maestras de todos los tiempos.
II.- COMENTARIO DEL LENGUAJE ESTILÍSTICO AL QUE SE ADSCRIBE LA OBRA
-Estilísticamente esta escultura es
plenamente barroca.
-Denominamos Barroco al complejo
movimiento cultural que surge en Italia
(concretamente en Roma y se
desarrolla en Europa en el siglo XVII.
El término barroco todavía suscita
controversias. Para algunos, deriva del idioma portugués y hace referencia a
“perlas irregulares” y para otros procede de un pintor italiano del siglo XVII
llamado Barocci. En resumen, es un vocablo ambiguo
y equívoco. Sea como fuere, y aunque su fortuna
crítica, es decir, la valoración que ha existido sobre este movimiento
cultural ha sido bastante negativa, por lo menos hasta su reivindicación en el
siglo XX, el Barroco supuso un esplendor incomparable en todas las artes
(Bellas Artes, artes decorativas, música, literatura…). De hecho, se le ha
llegado a considerar como un “segundo
Renacimiento”.
- Por otro lado, hay que aclarar
algunos conceptos. En primer lugar, el arte “barroco” es el que se desarrolla cronológicamente en el siglo XVII e
incluso en los primeros decenios del siglo XVIII. Es a
la vez un periodo histórico y una categoría estética. Frente a este término,
barroco, vamos a encontrar otros como “barroquismo”
o “barroquizante” que hacen referencia a constantes históricas que se repiten
habitualmente en las etapas finales de todos o casi todos los estilos o ciclos
artísticos. Ej.: el arte helenístico, el gótico flamígero…
-El arte barroco, que es el arte
del artificio, la persuasión y la apariencia, presenta un marcado carácter propagandístico a mayor gloria del poder real –habitualmente monarcas
absolutos- y del poder de la Iglesia.
La religión en este etapa es la base y fundamento de un buen número de
producciones artísticas ya que el arte es utilizado como arma arrojadiza del
catolicismo frente al protestantismo (Contrarreforma versus Reforma).
-El arte barroco, teatral y grandilocuente, busca el arte total, es decir, la fusión de todas las artes. Es un arte polisémico, rico en referencias simbólicas, contenidos retóricos o emblemáticos, con claves que hay que desentrañar y que sugieren mucho más de lo que realmente muestran.
-Los principales mecenas y comitentes de la época eran el Papado, los monarcas absolutos, familias aristocráticas, órdenes religiosas y en el caso de países protestantes como Holanda, emprendedores burgueses. El coleccionismo artístico de esta etapa vivió un gran auge.
-El marco geográfico de desarrollo del arte barroco es muy amplio pues no sólo abarca gran parte de Europa –Italia, Francia, España, Holanda, Centroeuropa, etc.- sino también Iberoamérica.
-Ciñéndonos a la PINTURA barroca, hay que señalar que es uno de los grandes capítulos de la historia del Arte de todos los tiempos. En Italia encontramos dos tendencias pictóricas contrapuestas: la clasicista, que es antimanierista y academicista (los Carracci) y la naturalista (Caravaggio). La tendencia naturalista busca representar la realidad con todo detalle, huyendo de la idealización. Por eso reflejan el dolor, la vejez, la tristeza o la fealdad. Su principal representante fue el genial Caravaggio. El naturalismo es frecuente que durante el Barroco aparezca ligado al tenebrismo, que busca violentos contrastes entre luces y sombras.
-En general la pintura barroca se caracteriza por su dinamismo, el predominio del color sobre el dibujo acentuando la riqueza cromática y las composiciones abiertas –abundan las asímetricas y en diagonal-. La profundidad también es una obsesión y se logra con escorzos violentos. Las pinturas se concentran en las cúpulas y bóvedas de las iglesias: allí se multiplican los “trampantojos”, dentro de un cierto horror vacui y afán ilusionista.
-Es una pintura con tendencia a lo efectista y teatral. Busca epatar, asombrar al espectador.
-Hay una gran diversidad de géneros pictóricos: religioso, mitológico, retratos, bodegones o naturalezas muertas, “vanitas” –cuadros simbólicos que invitan a la reflexión sobre la fugacidad de la vida – o las “vedutas” o vistas de ciudades como por ejemplo las que Guardi o Canaletto realizan sobre Venecia. La nómina de pintores barrocos europeos es impresionante: Caravaggio en Italia; Rubens en Flandes; Rembrandt en Holanda; Velázquez en España...y un largo etcétera.
-Por lo que se refiere a la ARQUITECTURA BARROCA en primer lugar
hay que señalar que el barroco es la Europa
de las capitales. El urbanismo
barroco da muestras de gran teatralidad a mayor gloria siempre de la monarquía
absoluta o la Iglesia. Buscan el esplendor fastuoso, lo teatral y escenográfico, el sorprender al espectador, creando
grandes perspectivas deslumbrantes. Las plazas
se convierten en centros de referencia urbano, dominadas por un edificio
principal (una iglesia, un palacio). Serán decoradas con fuentes, obeliscos y estatuas.
-Los templos
y palacios son las dos tipologías que más predominan. Así, la arquitectura
es el escenario de la monarquía o la Iglesia triunfante. Se busca la unidad espacial, todo se decora con
gran profusión ornamental, hasta el
punto que la preocupación por la decoración interior es superior a la de la
construcción. Los muros pierden el
sentido plano y se curvan dejando de cruzarse en ángulo recto, buscando todo
tipo de perspectivas y efectos luminosos. El sentido rítmico de las fachadas y muros, con efectos dinámicos, se
logran por medio de curvas y contracurvas, frontones que se parten,
entablamentos que se incurvan, gusto por el juego entre lo cóncavo y lo
convexo, los juegos de luces y sombras… La cubierta
preferida es la cúpula, mientras que en las iglesias aunque predominan las
plantas centralizadas –en forma de cruz griega, circular, elíptica- seguimos encontrando
la tradicional planta rectangular (planta jesuítica)
-El modelo de iglesia será la jesuítica con fachada
de dos cuerpos con aletones –inspiradas
en Sta. Maria Novella de Alberti-
y una nave con capillas laterales.
-Italia
se pondrá a la cabeza de las manifestaciones arquitectónicas, Francia será la creadora del palacio barroco y su interés por los espacios lúdicos se plasmará en maravillosos
jardines poblados de fuentes y estatuas y España,
a pesar de la pobreza de materiales empleados, destacará por su exuberancia
decorativa.
-Entre todos los grandes arquitectos
italianos del barroco destacan Gian Lorenzo Bernini y Francesco Borromini.
La plaza de San Pedro del Vaticano es la obra maestra del Bernini arquitecto. Esta explanada es un inmenso
espacio abierto compuesto de dos plazas contiguas, la primera trapezoidal y la
segunda oval. Así, logra una perfecta simbiosis entre la plaza recta y la
elíptica. Simbólicamente representa un gran abrazo para recibir a los
peregrinos. Por su parte, Borromini, escultor y arquitecto atormentado,
obsesionado con la perfección, fue un espíritu libre y melancólico en perpetua enemistad con Bernini.
Contó con el mecenazgo de órdenes religiosas que no eran muy boyantes
económicamente. Su ruptura con la tradición se observa entre sus impresionantes
obras en Roma como la iglesias de las
Cuatro fuentes, de San Ivo della
Sapienza, Santa Inés o la columnata
del Palacio Spada.
-Ciudades barrocas
que conservan gran parte de la riqueza arquitectónica ligada a este estilo, en mayor
o menor medida son Roma, Praga, París, Viena, Madrid…
-Finalmente, por lo
que se refiere a la ESCULTURA barroca,
también una creación de origen italiano, encontramos varios rasgos definidores:
*La base sobre la
que se asienta es el Manierismo.
•Existe una gran diversidad tipológica: hay una
escultura ornamental, alegórica o mitológica, con destino a espacios abiertos o
cerrados; retratos; imágenes religiosas, con fines devocionales o decorativos, y
conjuntos funerarios. Los santos son muy representados: en éxtasis, yacentes,
etc.
• El material más utilizado es el mármol,
del que se aprovechan sus posibilidades cromáticas y de textura, y también el
bronce, con frecuencia combinado con aquél, con los que los escultores buscan
alterar los valores táctiles, creando una ficción ilusionista. Otro material
utilizado es el alabastro. En
España son habituales las imágenes religiosas realizadas en madera (ej. Pasos
de Semana Santa).
• Formalmente es un
arte naturalista, les interesa mostrar
la realidad. Se interesan por el estudio anatómico. Plasman los estados
anímicos con gran expresividad (angustia,
pasiones, sentimientos…).
•Buscan el
movimiento y dinamismo, en contraste
con el equilibrio y reposo del Renacimiento. La escultura barroca se proyecta
dinámicamente hacia fuera. Las figuras adoptan posiciones teatrales. Buscan
expresar emociones. Aparecen complejas composiciones (en aspa, serpentinatas, etc.), y las telas y
cortinajes acrecientan el dramatismo de las escenas.
• La luz resbala sobre las superficies lisas
y descubre la calidad de la carne o la transparencia de las telas. En muchas
ocasiones se buscará la policromía:
en Italia usando mármoles de diversos colores y en España y Alemania con la
madera pintada.
•Las esculturas
están realizadas para ser contempladas desde diversos puntos de vista.
-Entre los principales escultores barrocos debemos tener presente que la obra de Bernini
domina la escena artística europea, dejando notar su influencia en muchos
escultores de la época. Podemos destacar, dentro de un amplísimo elenco, en Italia,
a Stefano Maderno y Alejandro Algardi; en Francia a Pierre Puget y François Girardon; y en España a Gregorio Fernández, Juan Martínez Montañés, y ya en estilo
tardobarroco, Francisco Salzillo.
III.- ASPECTOS CRONOLÓGICOS Y CONTEXTO
HISTÓRICO
-Como ya señalamos anteriormente, CRONOLÓGICAMENTE
esta escultura está fechada en el siglo
XVII –años 1647-1652- y pertenece por tanto al Barroco italiano.
Fue esculpida por este artista en su etapa de madurez.
-Por lo que se refiere al CONTEXTO HISTÓRICO en el que cabe
encuadrar esta obra, el siglo XVII, hay que señalar que fue una época de hechos
históricos transcendentales. Estuvo marcada por las guerras de religión entre católicos y protestantes y por el auge de
los monarcas absolutos, que
concentraban en su persona todo el poder.
-Se le denomina “el siglo de hierro”. En general, es una
centuria de crisis, fundamentalmente
económica y demográfica. Es una época de contracción frente a la expansión de
los siglos XVI y XVIII. En esa etapa abundaron las catástrofes climáticas, las malas
cosechas, la peste y las guerras como la denominada guerra de los 30 años (1618-48) que empezó como un conflicto
religioso y terminó siendo una lucha por la hegemonía europea. Es una etapa de
afirmación de las nacionalidades políticas
europeas y de ansias de libertad que se manifestaron en todos los campos. Y en
la ciencia y en la filosofía, la experimentación directa y
la duda metódica, conducirían al racionalismo que culminará en el siglo XVIII.
-España, hasta entonces, la más poderosa nación, ve declinar su
imperio, mientras que Francia
experimenta un gran esplendor (l´Âge
Classique) como Holanda, por
aquel entonces, la primera potencia comercial del mundo.
-Culturalmente, es una época apasionante, de gran esplendor en todas
las artes: música, pintura, escultura, arquitectura, artes decorativas o literatura.
En España, esta etapa se conoce con
el nombre de Siglo de Oro con destacados representantes en todos los ámbitos de la cultura desde la
literatura –Cervantes, Tirso de Molina, Lope de Vega, Quevedo, Góngora,
Calderón de la Barca- ; la pintura - es la etapa de la “Escuela española”:
Velázquez, Ribera, Murillo, Zurbarán, etc.; la escultura –Gregorio Fernández,
Martinez Montañés- o la arquitectura –Juan Gómez de Mora, los Churriguera,
Casas y Novoa…
PARA SABER MÁS
http://www.chiesasmariavittoria.191.it/files/Cappelle.htm
http://www.youtube.com/watch?v=lZYLHtKnOeI&feature=player_embedded
http://www.youtube.com/watch?v=BJcCPLByrSY&feature=player_embedded
http://www.youtube.com/watch?v=sgKQCoDISi4
IMÁGENES
La Iglesia barroca dominica de Santa María de la Victoria de Roma
donde se conserva la escultura de Bernini el
éxtasis de Santa Teresa. El arquitecto fue Maderno (1608-1620)
Planta de la capilla Cornaro y detalle del palco izquierdo con la familia Cornaro
Planta de la capilla Cornaro y detalle del palco izquierdo con la familia Cornaro
La
capilla Cornaro en la iglesia de Santa María de la
Victoria de Roma: los palcos –a los dos lados- con la familia comitente
contemplando el éxtasis de la santa.
Más detalles: vista exterior de la capilla; el autorretrato de Bernini; el pie de Santa Teresa y la imagen de un esqueleto observando la escena desde el pavimento.
ANTECEDENTES: la escultura grecorromana, especialmente la helenística; la escultura renacentista –en especial Miguel Ángel-; y su maestro, su padre el escultor manierista toscano Pietro Bernini. Obras de Pietro Bernini: San Martín, la fuente “barcaccia” de la plaza de España de Roma y la fuente de Neptuno en Nápoles
Más detalles: vista exterior de la capilla; el autorretrato de Bernini; el pie de Santa Teresa y la imagen de un esqueleto observando la escena desde el pavimento.
ANTECEDENTES: la escultura grecorromana, especialmente la helenística; la escultura renacentista –en especial Miguel Ángel-; y su maestro, su padre el escultor manierista toscano Pietro Bernini. Obras de Pietro Bernini: San Martín, la fuente “barcaccia” de la plaza de España de Roma y la fuente de Neptuno en Nápoles
-Hemos de poner en
relación el éxtasis de Santa Teresa
con el resto de la producción escultórica de Gian Lorenzo Bernini:
sus primeras obras: la cabra
Amaltea que presenta gran influencia helenística y la escultura de San
Sebastián marcada por el ejemplo de Miguel Ángel
Esta escultura de San
Lorenzo la realizó Gian Lorenzo Bernini con tan sólo 16 años.
Apolo y Dafne, Galeria
Borghese, Roma
Son evidentes las
concomitancias del éxtasis de Santa
Teresa con esta escultura de Bernini que representa a la Beata
Ludovica Albertoni (1674),
iglesia de San Francesco a Ripa de Roma
El
rapto de Proserpina, Galería Borghese, Roma
Los retratos de Constanza Buonarelli y del rey Luis XIV
Eneas, Anquises y Ascanio y el David, Galería
Borghese, Roma y las fuentes de Roma: el tritón y la fuente de los cuatro ríos
en Piazza Navona
CONSECUENTES Ejemplos de la influencia de Bernini en la escultura francesa del barroco: el Milón de Crotona de Pierre Puget, y los atlantes de este mismo escultor en el Ayuntamiento de Toulon (Francia)
La influencia de Bernini en la escultura barroca española: Santa Teresa de Ávila de Francisco Salzillo, circa 1750. Aunque no sea una escultura, es interesante consignar la visión turbadora que un neoclásico francés François Gérard reflejó en su pintura sobre Santa Teresa de Ávila (1827), y en el arte contemporáneo la videoartista, fotógrafa, pope del performance y body art Marina Abramovic ha sufrido el influjo de la Santa y su éxtasis en The kitchen. Homage to Santa Teresa. Ya lo decía la santa de Ávila, "Dios está entre los pucheros".
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