Considerada como "el mejor destino turístico del mundo" según el editor mundial de guías de turismo Lonely Planet, Croacia es un impresionante país donde se funden a la perfección la naturaleza con el arte. Hoy es un estado independiente después de que se desintegrara la antigua Yugoslavia, un mosaico complejísimo de pueblos, etnias y religiones muy diversas de difícil convivencia: Croacia (católicos), Serbia (cristianos ortodoxos), Montenegro (cristianos ortodoxos), Eslovania (católicos) y Bosnia Herzegovina (musulmanes).
Conocida como "la perla del Adriático",
Dubrovnik se encuentra en la región croata de Dalmacia y es una de las ciudades más visitadas y turísticas de toda la zona. Está bastante reconstruida tras la última guerra de los Balcanes de los años 90 (1991-95) en la que sufrió los bombardeos del ejército yugoslavo, de los serbios y de los montenegrinos.
Dubrovnik presenta orígenes grecolatinos y eslavos, siendo una pujante ciudad en época medieval y renacentista. Durante siglos fue una especie de ciudad-estado, lo cual no fue óbice para que sufriera continuas invasiones y ataques de diversos pueblos, provenientes tanto de oriente como de occidente. Dubrovnik como el resto de Croacia y buena parte del Adriático, estuvo bajo el influjo de la República de Venecia, por eso la influencia veneciana es omnipresente. Es lo que el profesor francés Paul Fattal denomina como "el perfume de Venecia": es particularmente evidente en la arquitectura con los vanos típicamente venecianos, la presencia de los leones alados, símbolos de San Marcos y de la propia Venecia...
En el siglo XVII comenzó su decadencia. A lo largo de los siglos, esta ciudad denominada hasta 1916 como
Ragusa, ha sufrido innumerables terremotos -está en una zona muy compleja de tectónica de placas- e incendios. Así por ejemplo, por estos motivos su
catedral de la Asunción tuvo que ser reconstruida tres veces. Si bien en sus orígenes fue medieval -según cuenta la leyenda los gastos de su construcción fueron sufragados por Ricardo Corazón de León tras sobrevivir a un naufragio en aguas del Adriático al volver de las Cruzadas-, la que se conserva hoy en día es de estilo barroco.
Dubrovnik abunda en ejemplos de arquitectura medieval, renacentista y barroca. Así por ejemplo, de la etapa medieval destacan los conventos de los
Dominicos y los
Franciscanos. Ambos edificios sufrieron bastantes destrozos en la Guerra de los Balcanes de los años 90.
El convento de los Dominicos es uno de los edificios más hermosos de esta ciudad. Data del siglo XIV y consta de una iglesia gótica y un interesante claustro y museo donde se conservan varias obras de arte de gran interés, como un crucifijo gótico realizado por Paolo Veneciano. Este edificio presenta añadidos renacentistas y barrocos.
El Convento de los
Franciscanos cuenta con una farmacia considerada una de las más antiguas de Europa (siglo XIV).
Los destrozos de la guerra de los Balcanes son bien patentes en este convento:
Aquí podemos ver la huella de un misil que cayó en este convento el 6 de diciembre de 1991:
La influencia veneciana es palpable en muchos edificios como en el
Palacio Sponza, de estilo gótico-renacentista en el siglo XVI. Hoy es el archivo histórico de la ciudad.
Hay numerosas
fuentes por toda la ciudad -el agua sale fresquita y buenísima-, como la fuente renacentista de Onofre, cuya cúpula fue destruida durante el asedio a esta ciudad en la última guerra. La iglesia del fondo presenta una tipología muy habitual en Venecia, me recuerda a las iglesias de una única nave venecianas, como la iglesia de Santa María de los Milagros de la ciudad véneta.
Otra fuente de la ciudad, en pleno casco histórico, infestada de palomas, que por cierto, tanto daño hacen al patriomio artístico, en concreto a la arquitectura. Al fondo a la izquierda, un detalle de una portada manierista con las columnas tipicamente serlianas.
La iglesia barroca de
San Blas, dedicada al santo fundador de la ciudad y figura muy habitual en el arte de Dubrovnik.
La iglesia de
San Ignacio, responde a la tipología de iglesias jesuíticas barrocas. Se alza sobre la ciudad, en la parte alta de la misma. Fue realizada por Andrea Pozzo, el mismo arquitecto que intervino en la iglesia de San Ignacio de Roma. En su interior se conservan espléndidos frescos barrocos realizados por el pintor siciliano Gaetano García.
Como vemos, los edificios son mayoritariamente de piedra, material muy abundante en Croacia.
Frente a la ciudad de Dubrovnik podemos hallar la isla de
Lokrum, que perteneció al emperador Maximiliano de Austria que construyó allí un palacio. También se conserva un monasterio benedictino y un jardín botánico.
En Croacia al parecer no rige la ley de costas y podemos encontrar hoteles, restaurantes, etc. en primera línea de playa.