1.
Introducción
1.1. Marco Cronológico
y Geográfico
La
brillante civilización egipcia perduró durante casi 3000 años en los que se alternaron periodos de esplendor y otros de
decadencia. Fue una de las civilizaciones más misteriosas y apasionantes de la
Antigüedad. En Egipto se desarrolló una cultura muy avanzada que cronológicamente se sitúa entre el año
3170 antes de Cristo hasta el 332 a de C (en el 332 a de C el griego Alejandro
Magno conquistó Egipto).
Sintetizando
mucho, podemos distinguir varias etapas:
*Imperio
Antiguo.
*Imperio
Medio.
*Imperio Nuevo y otras etapas (periodo tanita,
libio, etc.)
Egipto, como apuntaba
el historiador griego Herodoto, es “el regalo del Nilo”. En efecto, las aguas
de este río riegan el país propiciando los cultivos agrícolas. Egipto fue un
oasis de tierra fértil en medio del desierto que permitió a un gran pueblo
establecerse y vivir en paz durante siglos. El Nilo atraviesa Egipto del sur
(llamado Alto Egipto) al norte (llamado Bajo Egipto).
1.2. El Contexto. Sociedad, Arte y Cultura
Es
un lugar común considerar que el antiguo Egipto fue una civilización muy conservadora que favoreció creencias
ancestrales, siglo tras siglo. La religión
egipcia no tiene dogmas y consiste en cumplir ritos. Creían en muchos dioses
(algunos con formas de animales y otros mezcla de seres humanos y animales) y
en la vida en el más allá, por eso practicaban la momificación.
La
sociedad egipcia era esclavista,
jerarquizada, en la que el faraón (una especie de rey) era considerado casi
como un dios viviente. En la cumbre de la sociedad se encontraban también los
escribas y los sacerdotes. En las capas sociales más bajas se hallaban los campesinos,
los esclavos, etc.
En
cuanto a los logras culturales de
Egipto encontramos el desarrollo de la escritura jeroglífica que fue descifrado
a inicios del siglo XIX; también conocieron el uso del yugo y el arado en las
faenas agrícolas y las artes de navegación. Asimismo hicieron notables avances
en medicina, astronomía, matemáticas, artes, etc.
Las
obras de arte egipcias son colectivas y
anónimas (desconocemos el nombre de la mayoría de los artistas egipcios).
Buscaban obras de arte que transmitieran grandiosidad, eternidad, optimismo,
sin ningún tipo de crueldad. En ese sentido, es distinto al arte del resto del
Oriente Asiático, siendo más cercano al arte
griego.
El
arte egipcio presenta una unidad de estilo que se mantiene durante siglos, pero
no puede ser considerado como un bloque compacto, pues dentro de su unidad hay
rasgos de una infinita variedad y diversificación según los periodos.
La
pasión por la cultura del antiguo Egipto
fue una realidad ya desde la Antigüedad, experimentando un gran auge con las
campañas napoleónicas. En el siglo XIX Egipto se convirtió en el paraíso de
arqueólogos y románticos que investigaron, analizaron y también expoliaron
numerosas piezas de esta cultura.
Ejemplos de Egiptomanía: en pintura, artes decorativas (incluso relojes
cercanos al Art Déco de Cartier), moda decimonónica y cine.
Napoleón en Egipto, Jean-Léon Gérôme, c. 1867
La bellísima actriz
Elisabeth Taylor caracterizada como Cleopatra
(1963)
2. La Indumentaria en el
Antiguo Egipto
2.1. Fuentes para su Estudio
Los restos
materiales que nos han llegado de tejidos o indumentos del antiguo Egipto son
escasos y se conservan en museos arqueológicos diseminados entre Egipto,
Estados Unidos y Europa. Las fuentes iconográficas que nos proporcionan las
obras de arte, fundamentalmente escultura y pintura son esenciales por su valor
histórico y testimonial. Son de obligada consulta para los investigadores de la
indumentaria.
2.2. Materiales y Tejidos
Las
actividades diarias de los egipcios nos son bastante bien conocidas a través de
las representaciones pictóricas de
sus edificios así como de sus relieves.
También hay referencias documentales en la gran cantidad de textos que se
conservan. Gracias a ello, conocemos la antigüedad del cultivo de lino en el país, los procedimientos utilizados
por los agricultores para su siembra y recolección y cómo, para obtener tejidos
más resistentes, se cosechaba durante la floración, sin esperar a que la planta
madurara totalmente. Sabemos incluso cómo el labrador preparaba trampas y
capturaba a las aves que amenazan destruir sus cosechas.
Contamos
también con la representación de telares
y de artesanos trabajando –con gran naturalismo
y espontaneidad- en las artes
textiles, no sólo en pinturas y relieves sino también en maquetas de madera,
verdaderos dioramas que se conservan en museos como el Louvre de París, el
Cairo de Egipto o el Museo Británico de Londres. Se cree que todos los grandes
templos contaban con telares y solían ser mujeres las que trabajaban en ellos,
excepto los telares verticales, destinados exclusivamente a los hombres.
De
todo lo cual se deduce el alto grado de desarrollo y difusión de las artes
textiles en el antiguo Egipto. Se han hallado, además, restos textiles en
diversos ajuares funerarios de
faraones o altos dignatarios. En general se han conservado en muy buen estado gracias al cálido y seco clima
egipcio que propicia la correcta preservación de las fibras.
El
lino está considerado como la fibra
textil más antigua del mundo. Los orígenes del cultivo de esta planta
proceden de Asia, circa el año 8000 a de C. A partir de esa zona se difundió
por la India, la China y Egipto –el algodón es mucho más tardío, hacia el siglo
V-. Y de Egipto el lino pasó a Europa.
En
la mitología egipcia la diosa Isis
creó el lino para confeccionar los vestimentas mortuorias de Osiris.
Representación de la diosa Isis, esposa de su hermano Osiris y madre
del dios Horus. Sus símbolos parlantes son: el trono, que lleva como tocado. En
jeroglífico su nombre significa “trono”, clara alusión a que era la
personificación de ello. Porta también el ank,
la cruz que es símbolo de vida; y el nudo tyet, símbolo de protección y
fertilidad. Fue venerada como esposa y madre arquetípica. Fue muy adorada en el antiguo Egipto, donde existían
numerosos santuarios y templos a ella dedicada como el de Philae y su culto se
extendió en Grecia y Roma, particularmente durante la etapa del emperador
Calígula; otra iconografía habitual de esta diosa: Isis amamantando a Horus
Con
el lino los egipcios confeccionaban
su indumentaria, sus telas y vendas funerarias y también las velas para los
barcos. Además, los granos los utilizaban en su alimentación cotidiana.
Los
egipcios consideraban que el lino simbolizaba
la pureza y la higiene. Apreciaban su color blanco brillante y su calidad –casi
indestructible resistente a la intemperie. El lino además es un material muy fresco y por tanto, idóneo para el
caluroso clima egipcio.
El
lino fue siempre el material más empleado
por los tejedores, como se desprende por los propios restos conservados,
mientras que los demás materiales naturales como cáñamo, algodón o lana
–esta última al parecer por motivos religiosos- aparecen de forma menos
frecuente.
Planta de la que se extrae el lino; los relieves y las pinturas son un
magnífico testimonio de la indumentaria del Antiguo Egipto
Momia
de Nésy-Khonsou pa-khéred, envuelta en lino, circa 1085-730 a de C
Textil de lino procedente de la tumba de Sennedjem, XIX dinastía, reinado
de Seti I y Ramsés II (siglo XIII a de C). Obsérvese el cultivo del lino en
esta imagen.
Tumba de
Neferrenpet y su esposa Moutemounia, XIX
dinastía, siglo XIII a de C; túnica realizada en lino plisado, c. 2033-1719 a
de C, Museo del Louvre. Los antiguos egipcios para conservar los pliegues de
sus paños y túnicas los trataban con un líquido especial y las dejaban secar al
sol.
El
procedimiento de decoración de las
telas consistía en incluir el motivo ornamental en el propio tejido, bordándolo
o pintándolo. Solían ser telas muy coloristas, puesto que la técnica del teñido de los hilos estaba muy
avanzada. Utilizaban determinados convencionalismos –habituales por lo demás en
sus pinturas y relieves-. Les interesaban los tonos contrastados y muy vivos.
En ocasiones, aplicaban oro e incluso detalles cerámicos a su indumentaria,
sobre todo en algunas vestiduras del Imperio Nuevo.
Las
representación de tejidos en el arte
se han encontrado ya a partir de la I dinastía –aunque las técnicas textiles
sobre telares horizontales son más antiguas- a base sobre todo de las vendas de
lino en que eran envueltas las momias.
Del
Imperio Medio también se han
conservado ejemplos, pero es sobre todo el Imperio
Nuevo el que ha facilitado mejor y mayor cantidad de tejidos: en aquella
época ya se había introducido en Egipto el telar vertical y se alternan en las
vestiduras los adornos tejidos y bordados, tal como demuestran los ejemplares
de trajes reales hallados en la tumba de Tutankamon en los que se
incluyen motivos animalísticos, rosetas y palmetas, el ank o cruz de la vida y gran
cantidad de elementos simbólicos, así como la mencionada adición de
diversas materias cosidas sobre las vestiduras. En la tumba aparecieron cientos
de piezas de tela y fragmentos de materiales textiles.
Aparecieron alrededor del cuello de estatuas o también envueltos en rollos.
Howard Carter, el descubridor de la tumba, consideró que el material de esta
tumba sería esencial para el estudio de las artes textiles egipcias.
En
los siguientes reinados, coincidiendo con la introducción en Egipto de modas y
de artesanos de origen asiático, los
tejidos se van haciendo paulatinamente más finos hasta llegar a la
transparencia, siendo ésta la cualidad más apreciada en los trajes amplios y
plisados que llevan las mujeres en muchas de las representaciones plásticas del
momento.
Pieza
clave, considerado el más valioso ejemplo de tejido artístico que nos ha
llegado del antiguo Egipto- es el Cinturón
de Ramsés II. En él encontramos motivos decorativos de rica policromía que
se repiten sobre ad infinitum en los
cinco metros de largo que mide esta pieza.
2.3. La Alta Calidad y Refinamiento de las Artes Textiles Egipcias
Las artes textiles alcanzaron un alto grado de calidad, refinamiento y
desarrollo en el antiguo Egipto. Numerosos tejedores extranjeros se instalaron
en Egipto hasta tal punto que el término “sirio” se convirtió en sinónimo de
“tejedor”. Los ejemplos de artes textiles hallados en la Tumba de Tutankamon
(dinastía XVIII) dan buena cuenta del progreso textil de esta civilización. Al
analizar la indumentaria en el antiguo Egipto constatamos que apenas existió evolución a lo largo de los casi 3000
que pervivió esta civilización. Los egipcios eran muy conservadores en sus
tradiciones y sus cultos ancestrales y en la vestimenta ocurrió exactamente lo
mismo. Utilizan el indumento como medio o instrumento para enfatizar los rasgos del cuerpo, más que para esconderlos. Sus
diseños son muy sencillos y por lo general, no necesitaban ninguna costura. Predominan los trajes drapeados y plisados.
Escultura que representa a la diosa Isis, diorita,
etapa ptolemaica, 330-1 a de C, Museo del Louvre. El vestido, muy ceñido,
muestra drapeados. En el Imperio Medio los vestidos son cada vez más finos,
desvelando la anatomía femenina en detalle.
Como es habitual, la indumentaria era un medio de diferenciación social.
Por ello, a mayor riqueza, mayor complejidad de la vestimenta y más adornos y
joyas aplicadas a la misma. Así, los faraones y sus reinas son los que portaban
los trajes más suntuosos como forma de expresión de su poder y riqueza.
Como sabemos, el material más utilizado fue el lino. Los vestidos utilizados con esta fibra natural carecían de
cortes, eran túnicas envolventes cuyo único detalle eran ligeros pliegues.
Habitualmente eran de color blanco. Recordemos que este color estaba revestido
de un cierto halo de sacralidad, ya
que era el color del dios Osiris.
2.4.
La Indumentaria Femenina
Las tipologías de vestidos que encontramos en la indumentaria femenina del
antiguo Egipto pervivieron durante
milenios.
Podemos destacar, entre otras variantes, los ajustados vestido de
tirantes desde el pecho hasta el tobillo –largo talar-, aunque también
aparecen vestidos amplios y con mangas.
En el Imperio Nuevo se mantuvo el vestido ajustado, pero más bien como ropa
interior, cubriéndolo con una túnica. Estos vestidos largos y ceñidos
estilizaban la silueta. Presentaban
tirantes más o menos anchos. Las egipcias más ricas llevaban tirantes
dorados o con adornos. Los tirantes
ocultaban o no, el pecho. Como ha señalado el historiador Pablo Pena, “como el
pudor antiguo revestía un carácter social más que sexual, las mujeres del
pueblo no se ruborizaban al mostrar el pecho desnudo”.
Otra tipología con gran difusión el Calasiris
o Kalasiris, una especie de túnica de lino blanco y transparente, con
aberturas para el cuello y los brazos, que se ajustaba con un cinturón.
En la época del Imperio Nuevo se extendió la moda de vestir el lino en diversas piezas que se enrollaban
alrededor del cuerpo, de formas muy variadas, dejando en general bastante
libertad de movimientos: así aparece vestida Nefertiti en un relieve del
Louvre, en el que va de la mano de su esposo Akhenaton.
Para protegerse del viento o del calor, las mujeres solían llevar un chal o echarpe.
La diosa Hator con el faraón Seti I, relieve
conservado en el Louvre. La diosa va ataviada con un vestido bordado. El rey,
muestra bajo un vestido transparente, su falda plisada y su cinturón; Nefertiti
y su esposo Akhenaton. Ella lleva un vestido plisado, como la falda de él. La
especie de gorguera que llevan ambos son signos distintivos de la indumentaria
egipcia.; Ejemplo de calasiris, ajustado con cinturón.
Tanto hombres como mujeres podían llevar una especie
de falda rectangular anudada a la cintura tipo pareo.
Las bailarinas,
como las esclavas, iban desnudas.
Como mucho llevaban puesto un cinturón.
2.5.
La Indumentaria Masculina
Hay ciertos elementos de la indumentaria masculina que son similares a la femenina
como por ejemplo el calzado, las pelucas, las túnicas. Por lo general, los
trabajadores más humildes solían ir descalzos y desnudos o llevaban puesto tan
sólo un ligero paño de lino. En el Imperio Medio se generalizó el uso de una falda más larga sobre la corta mientras que en
el Nuevo
aparecieron los pliegues. El torso se cubría con una especie de túnica con
aperturas en los laterales y en la parte superior para sacar los brazos y la
cabeza, existiendo algunas con mangas.
Sintetizando mucho, los hombres vestían un taparrabos o pampanilla de
color blanco denominado shenti que llegaba hasta la rodilla y que iba enrollado a la cintura. No
era una falda sino su estructura era semejante a un pañal. Con algunas
variantes, a lo largo de los siglos fue la base de su indumentaria, tanto para
los grupos sociales más poderosos como el faraón o altos dignatarios como para
sus súbditos. Estaba realizado en lino e iba plisado. Con frecuencia lo
combinaban con cinturones de diferentes clases o tamaños. Esta tipología de vestimenta, que en lo esencial perduró durante siglos, la
encontramos también en otros pueblos, todavía hoy, del sudeste asiático como en
la India, Malasia o Camboya.
Ejemplo de pampanillas; ejemplos de calasiris.
Los faraones portaban con
frecuencia un velo de lino enrollado en el cuerpo, una especie de túnica larga
con flecos en el borde que llevaban sobre la pampanilla. Era el kalasiris.
2.6.
El Calzado
El calzado es común a hombres y mujeres. Son sandalias de cuero o de
mimbre anudadas al talón. Algunas podían tener la punta levantada. Las
sandalias son una tipología de calzado muy habitual desde tiempos remotos para
los egipcios. Destacan especialmente las sandalias encontradas en la Tumba de Tutankamon realizadas con cuero teñido
con aplicaciones de oro y diversos materiales.
Sandalias de Tutankamon; Escultura que se encuentra en el Museo de El
Cairo en la que se aprecia una sandalia
Ejemplos de modelos de sandalias del antiguo Egipto; Sandalias del
Imperio Nuevo, dinastía XVIII, reinado de Tutmosis III, c. Siglo XV a de C,
Museo Metropolitan de Nueva York. Similares ejemplares se han encontrado en la
tumba de Tutankamon.
Sandalias funerarias de oro, imitando las de
piel que llevarían en vida. Presentan dedales de oro para los dedos de manos y
pies. Este ejemplo procede de la tumba de Tutmosis III –dinastía XVIII, c.
siglo XV a de C. Este tipo de objetos eran habituales en los ajuares
funerarios. Llevar sandalias era un símbolo de riqueza hasta tal
punto que generalmente las llevaban en la mano y se las ponían únicamente al
llegar a tu destino. En los ajuares funerarios nunca faltan un par de sandalias
o varios.
Llevar
sandalias era un símbolo de riqueza
hasta tal punto que generalmente las llevaban en la mano y se las ponían
únicamente al llegar a tu destino. En los ajuares funerarios nunca faltan un
par de sandalias o varios.
FUENTES
DE DOCUMENTACIÓN
Bibliografía
*Boucher, F., Historia
del traje en occidente, Barcelona, Barcelona, G. Gili, 2009
*Fernández-Villamil, Concepción. Las artes aplicadas, Tomo 1, Madrid, 1975.
*Galeano Pérez, Andrés, Atlas ilustrado. El peinado, historia y presente, Madrid, Ed.
Susaeta,
*Laver, James, Breve
historia del traje y la moda, Madrid,
Cátedra, 1988.
Recursos
en Red
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