No hay duda que el azulejo es uno de los símbolos culturales de Portugal. Aunque no sea originario de este país ya que es de origen árabe y reminiscencias persas -recordemos que "azul" en persa significa piedra semipreciosa en clara referencia al lapislázuli-, este arte cerámico experimentó desde su introducción en el siglo XV, un auge inusitado por todo el territorio luso.
En Lisboa, además, cuenta con un delicioso museo, cita ineludible para todo amante de la cerámica que se precie:el Museo Nacional del Azulejo.
El edificio que alberga la colección, es un antiguo convento de estilo manuelino, llamado "Madre de Deus", fundado en 1509 por la Reina Leonor.
Estos son algunos ejemplos:
Con frecuencia los azulejos son una fuente histórica esencial para conocer una época, como estos detalles que muestran la ciudad de Lisboa en el siglo XVIII, en fecha anterior al terrible terremoto del año 1755:
Asimismo,las representaciones figuradas de los azulejos se convierten en un documento de primer orden para el estudio de la indumentaria de una etapa, como estos ejemplos del siglo XVIII:
La cerámica más actual no falta en el museo así como las exposiciones periódicas de ceramistas contemporáneos.
Entre las exposiciones temporales que podemos contemplar actualmente en este centro artístico, destaca la espléndida muestra del artista suizo afincado en Portugal, Sylvain Bongard llamada "Arte sumergido".
Más información, en la web del museo y en dos antiguas entradas del blog, correspondientes a los trabajos de mis alumnas Catalina Díaz sobre el Museo del Azulejo y el de Patricia Alexandra Clemente Janeiro sobre "El azulejo en Portugal: presente, pasado y futuro".
Sobre Sylvain Bongarde véase su web y este video:
Sobre Sylvain Bongarde véase su web y este video: