La isla croata de Mljet es un paraje paradisíaco pero inhóspito para vivir. Actualmente sólo habitan en esta isla unas 700 personas que viven fundamentalmente del turismo. La escasez de agua potable es uno de los principales problemas que tiene que hacer frente la población ya que los dos lagos que hay en esta isla son salados. Antiguamente eran de agua dulce pero ante la gran prevalancia de la malaria, decidieron comunicarlos con el mar, transformando así, su esencia dulce en salada.
Hay referencias a esta isla en la Odisea siendo supuestamente aquí donde Ulises, atraído por los encantos de la ninfa Calipso, pasó siete años.
Los romanos construyeron varias fortificaciones, pero la edificación más importante es de época medieval: un monasterio benedictino dedicado a Sta. María.
Mljet es un parque natural, reserva de la Biosfera, donde podemos disfrutar de la vegetación tipicamente mediterránea y de numerosos animales. En estas tierras abundan los jabalíes que en ocasiones se bañan en los lagos que circundan esta zona -aunque yo no ví ninguno-. En esta isla eran muy frecuentes las víboras y todo tipo de serpientes y por ese motivo importaron de la India mangostas, especie parecida a la comadreja, que acabaron con esos peligrosos reptiles.
La preciosa isla de Korkula desde el año 1000 fue disputada por la República de Venecia, por eso su influencia es evidente por toda la isla. Su urbanismo está hecho en función del viento, está orientada este-oeste para evitarlo en la medida de lo posible.
La Basílica de Korkula, se llama, como no podría ser de otra manera, San Marcos y está fechada entre los siglos XIII-XV. Fue realizada por artistas locales bajo influencia italiana. Presenta leones rampantes en la portada y unas curiosas esculturas que representan a Adán y Eva.
Según algunos historiadores, el mítico viajero Marco Polo (siglo XIII) nació aquí; mientras que otros consideran que fue en Venecia. Sea como fuere, Korkula por aquel tiempo era territorio veneciano. Se conserva una casa-torreón-museo ruinosa que llaman "de Marco Polo".
Korkula está lleno de callejuelas pintorescas con mucho encanto.
Camino a Sibenik, encontramos paisajes inolvidables.
En la ciudad costera de Sibenik encontramos su catedral de Santiago, Patrimonio de la Humanidad, muy reconstruida tras la guerra de 1991-95 que afectó gravemente a esta ciudad.
Construida en piedra caliza y mármol, fue realizada en estilo renacentista de influencia italiana, en este caso, toscana.
Un detalle de su bellísima y reconstruida portada con los consabidos Adán y Eva.
Cerca de Sibenik, tierra adentro, se encuentran las espectaculares cataratas de Krka.
Hay referencias a esta isla en la Odisea siendo supuestamente aquí donde Ulises, atraído por los encantos de la ninfa Calipso, pasó siete años.
Los romanos construyeron varias fortificaciones, pero la edificación más importante es de época medieval: un monasterio benedictino dedicado a Sta. María.
Mljet es un parque natural, reserva de la Biosfera, donde podemos disfrutar de la vegetación tipicamente mediterránea y de numerosos animales. En estas tierras abundan los jabalíes que en ocasiones se bañan en los lagos que circundan esta zona -aunque yo no ví ninguno-. En esta isla eran muy frecuentes las víboras y todo tipo de serpientes y por ese motivo importaron de la India mangostas, especie parecida a la comadreja, que acabaron con esos peligrosos reptiles.
La preciosa isla de Korkula desde el año 1000 fue disputada por la República de Venecia, por eso su influencia es evidente por toda la isla. Su urbanismo está hecho en función del viento, está orientada este-oeste para evitarlo en la medida de lo posible.
La Basílica de Korkula, se llama, como no podría ser de otra manera, San Marcos y está fechada entre los siglos XIII-XV. Fue realizada por artistas locales bajo influencia italiana. Presenta leones rampantes en la portada y unas curiosas esculturas que representan a Adán y Eva.
Según algunos historiadores, el mítico viajero Marco Polo (siglo XIII) nació aquí; mientras que otros consideran que fue en Venecia. Sea como fuere, Korkula por aquel tiempo era territorio veneciano. Se conserva una casa-torreón-museo ruinosa que llaman "de Marco Polo".
Korkula está lleno de callejuelas pintorescas con mucho encanto.
Camino a Sibenik, encontramos paisajes inolvidables.
En la ciudad costera de Sibenik encontramos su catedral de Santiago, Patrimonio de la Humanidad, muy reconstruida tras la guerra de 1991-95 que afectó gravemente a esta ciudad.
Construida en piedra caliza y mármol, fue realizada en estilo renacentista de influencia italiana, en este caso, toscana.
Un detalle de su bellísima y reconstruida portada con los consabidos Adán y Eva.
Cerca de Sibenik, tierra adentro, se encuentran las espectaculares cataratas de Krka.