¡Saludos!
Actividad sobre el arte románico.
Dividiremos la clase en seis grupos y cada uno de ellos elaborará un esquema (tipo "llaves" o similar) sobre uno de los siguientes apartados del tema 6 dedicado al arte románico:
1. Introducción al arte románico.
2. Características generales de la arquitectura románica.
3. El Camino de Santiago. La catedral de Santiago de Compostela.
4. Notas distintivas de la pintura románica.
5. La pintura de San Clemente de Tahull.
6. Características generales de la escultura románica.
Como fuente de documentación e imágenes utilizaréis la documentación que se adjunta a continuación.
Tarea 2:
Exposición del esquema en el aula. El resto del alumnado tomará notas de la exposición que escribiréis en la pizarra o expondréis digitalmente.
Tarea 3:
Realización de una prueba de clasificación y comentario de imágenes del arte románico.
Os daré más detalles sobre esta actividad en el aula (temporalización, criterios de calificación, etc.)
Nota: Las artes decorativas (mobiliario etc.) y la indumentaria la estudiaremos aparte.
Documentación:
Objetivos:
*Identificar las notas distintivas del contexto histórico-cultural de los siglos XI y XII y del arte románico a través del análisis de obras arquitectónicas, escultóricas y pictóricas.
*Favorecer el desarrollo de la sensibilidad estética y del espíritu crítico.
*Fomentar actitudes de respeto y cooperación entre iguales a través del trabajo en equipo.
Competencias clave: CCL, CPAA, CSC, CD.
Tarea 1:Dividiremos la clase en seis grupos y cada uno de ellos elaborará un esquema (tipo "llaves" o similar) sobre uno de los siguientes apartados del tema 6 dedicado al arte románico:
1. Introducción al arte románico.
2. Características generales de la arquitectura románica.
3. El Camino de Santiago. La catedral de Santiago de Compostela.
4. Notas distintivas de la pintura románica.
5. La pintura de San Clemente de Tahull.
6. Características generales de la escultura románica.
Como fuente de documentación e imágenes utilizaréis la documentación que se adjunta a continuación.
Tarea 2:
Exposición del esquema en el aula. El resto del alumnado tomará notas de la exposición que escribiréis en la pizarra o expondréis digitalmente.
Tarea 3:
Realización de una prueba de clasificación y comentario de imágenes del arte románico.
Os daré más detalles sobre esta actividad en el aula (temporalización, criterios de calificación, etc.)
Nota: Las artes decorativas (mobiliario etc.) y la indumentaria la estudiaremos aparte.
Documentación:
1. INTRODUCCIÓN AL ARTE ROMÁNICO
Con el término arte románico[1] denominamos,
no sólo a un estilo artístico, sino a toda una civilización que se centra en Europa occidental, heredera de la tradición romana y estrechamente
vinculado al cristianismo.
El concepto de arte románico es escurridizo y complejo. Es un término
que fue introducido en el siglo XIX por lingüistas para designar las lenguas derivadas
del latín (lenguas latinas, romances o románicas),
y fue adoptado en el mundo del arte al entenderse que las fórmulas
arquitectónicas de esta etapa derivaban, también, del mundo romano.
El Románico presenta numerosos problemas en cuanto a cuándo surge, su denominación, sus
influencias, cómo se expande, etc. Es equiparable a Bizancio o al Islam en
otros ámbitos. Sucede al arte prerrománico
o de la Europa de las invasiones.
Cronológicamente se expande durante los siglos XI y XII: coincide en gran parte con la denominada etapa de la
Plena Edad Media (la Plena Edad Media se desarrolla durante los siglos
XI-XIII). Recordemos que el Gótico, que sucede al Románico se difundirá por
Europa durante los siglos XIII, XIV y XV (Baja Edad Media o el otoño de la Edad
Media).
Sus orígenes se encuentran ya a fines del siglo X. En el siglo XI surge
con todo su esplendor: es la etapa del Pleno Románico (1050-75). El siglo XII es de continuidad. En la segunda
mitad del siglo XII encontramos el Románico tardío o protogótico, que junto al
arte cisterciense[2] configuran
el antecedente inmediato del arte Gótico.
¿Dónde surge el arte románico? Según el autor que leamos, sugerirán
Alemania, Francia, Italia, España… Por otro lado, dentro de cada país hay
variantes regionales, incluso dentro de cada una de las regiones. Lo cierto es
que no se “inventa” en ningún país en particular. Geográficamente, afecta con mayor intensidad a los países
más profundamente romanizados, como Francia, Italia y España. Presenta una homogeneidad
dentro de la diversidad. Esta unidad
artística viene por la unidad constructiva. El sistema constructivo es idéntico: se fue difundiendo gracias a las
llamadas “cuadrillas volantes”, artesanos y artistas que se desplazaban por
todo Europa difundiendo el arte y la cultura románica.
Los fundamentos de este
arte son cristianos y la religión es
la base, principio y fin del arte románico.
Se desarrolla en una etapa en la que las circunstancias
históricas eran favorables: mayor
estabilidad política, desarrollo y crecimiento económico y demográfico así como
reforma de las instituciones religiosas. Hay además, un afianzamiento del
Cristianismo, el auge de las ciudades y del comercio. Recordemos que por aquel
entonces surgió el milenarismo[3]
vinculado a esa mítica fecha. El milenarismo es un conjunto de creencias
marcadas por un miedo cerval[4]
al fin del mundo, que se supone cercano. En concreto, eran sectas surgidas en
torno al año 1000. Preconizaban grandes catástrofes que culminarían con el fin
del mundo. Esta visión apocalíptica[5]
sobre el año 1000 fue exagerada y distorsionada por la historiografía[6]
del Romanticismo del siglo XIX, que
mostraba a los europeos de aquella época entregados a la penitencia, al placer desenfrenado o al abandono
melancólico ante el inmediato final de sus vidas. Superado el miedo apocalíptico por
la llegada del mítico 1000, surge
una nueva etapa, el Románico, caracterizada por un gran afán constructivo.
El Románico es el primer estilo internacional de la
cultura occidental después de la caída del Imperio romano. Como veremos, en ello tendrá un papel decisivo
la orden benedictina que a través del monasterio francés de Cluny difundirá la cultura románica, en
clara oposición a la difusión del Islam.
Es un movimiento artístico
monástico y rural, habiendo poco
desarrollo de la arquitectura civil. Recordemos que en la Edad Media los
monasterios eran los más importantes centros del saber, donde se conservaba y
transmitía la cultura de la Antigüedad.
2.
LA ARQUITECTURA ROMÁNICA. EL CAMINO DE SANTIAGO
La arquitectura románica es básicamente religiosa siendo sus tipologías
fundamentales iglesias y
monasterios.
En las iglesias románicas
la escultura y la pintura están en
función de la arquitectura.
Las influencias
que marcan la arquitectura románica son múltiples:
*El arte
romano.
*Bizancio.
*El oriente
sirio y armenio.
*La
arquitectura prerrománica.
*En el caso
de la arquitectura románica española, las influencias determinantes son
francesas y en menor medida italianas.
La arquitectura románica
se caracteriza por su simbolismo:
desde la planta en forma de cruz (recuerdo de la muerte de Cristo), hasta la
cúpula como imagen de la bóveda celeste; las columnas como profetas y apóstoles
que sostienen la Iglesia; los muros como pueblo de Dios. En definitiva, la
entrada a la Iglesia era como una especie de peregrinación, un camino
ascensional desde la tierra (la oscuridad) hacia el cielo (la luz). Por eso no
es extraño que las iglesias estén orientadas hacia el este y que en la zona del
crucero y sobre todo en el ábside es donde haya más luz (gracias a los vanos
del cimborrio). De ahí que habitualmente en muchas iglesias románicas, en la
zona de la cabecera aparezca Cristo Pantócrator simbolizando a Cristo como luz
del mundo. La metáfora es Dios como luz
frente al mal y el pecado (tinieblas). Los interiores son en penumbra dado el
grueso de los muros y los escasos vanos, fomentando así, un ambiente de
religiosidad y misterio.
El arte y la arquitectura
románica van ligadas al desarrollo del culto a las reliquias (de los santos, de María y Jesús…) y en función de ellas
surgieron las peregrinaciones. En la Edad Media hubo un extraordinario culto a
las reliquias. Las reliquias eran restos de santos (huesos, ropa, partes del
cuerpo, objetos que les pertenecieron etc.) incluso de la Virgen María (leche
con la que amamantó al Niño Jesús, etc. ), Cristo (partes de la cruz, corona de
espinas, Cáliz de la última cena, etc.). Los creyentes medievales creían
supersticiosamente que rezando esas reliquias o estando cerca de ellas
conseguirán favores divinos o el perdón de sus pecados. Por ello, muchos
personajes de la elite de la sociedad se hacían enterrar junto a ellas.
El poderoso monasterio
francés benedictino de Cluny jugó un
papel esencial en la difusión del románico y en la organización de las
peregrinaciones, especialmente a Santiago de Compostela.
Cluny surgió a inicios del
siglo X en Borgoña (Francia) y contó con el apoyo de los monarcas de la época
hasta tal punto que se fundó una red de más de mil monasterios benedictinos por
todo occidente. Su lema era “ora et labora”. El objetivo era claro: apoyar y difundir el cristianismo frente al
Islam presente en España y en Tierra Santa.
Los principales centros de peregrinación fueron el Monte St. Michel en Francia, los Santos
Lugares (Jerusalén), y Santiago
de Compostela en España. En esta ciudad gallega está enterrado –supuestamente- el
cuerpo del ápostol Santiago. En función de sus reliquias surgió el Camino de
Santiago: Santiago se convirtió así, junto a Roma y Jerusalén, en uno de los
principales centros religiosos de la cristiandad. Recordemos que el arte
románico es la estética del Camino. Fue un verdadero nudo de culturas y
comunicaciones, fermento de difusión cultural.
Los peregrinos debían
hacer frente a numerosos peligros para poder realizarlo, como “razzias”[7]
de los musulmanes, etc. La ruta jacobea, que seguía la estela de la Vía Láctea,
cruzaba Alemania, los Países Bajos, y Francia antes de entrar en la península.
Existían y existen todavía hoy, diversas rutas que proceden de Francia, de
Italia, de Portugal, etc.
Los caminos de peregrinación propiciaron edificaciones de carácter religioso y
civil: iglesias,
hosterías, hospitales, puentes, incluso ciudades que surgieron gracias al
Camino como Santo Domingo de la Calzada. Fue un verdadero tubo de ensayo de
nuevas soluciones artísticas, en este caso ligadas al arte románico.
Surgió un prototipo de iglesia de peregrinación siendo los
principales ejemplos franceses y españoles: la catedral de Santiago de
Compostela y las francesas Santa Fe de Conques, San Saturnino (Sernin) de
Toulouse, San Martín de Tours o San Marcial de Limoges (las dos últimas
desaparecidas).
Las iglesias románicas de
peregrinación presentan las siguientes características:
*Son
edificios sencillos y austeros de
grandes dimensiones, de tres a cinco naves.
*Presentan
planta de cruz latina con crucero o transepto, girola, capillas radiales y
fachadas con torres.
La catedral
de Santiago es una obra de gran armonía y belleza. Fue iniciada en el año 1075 y terminada en el
siglo XII pero sufrió transformaciones en el Renacimiento y en el Barroco. Fue
realizada a instancias de dos obispos, Diego Peláez y Diego Gelmirez. Sus
primeros arquitectos, Bernardo el Viejo y Roberto, eran franceses. Los maestros
que trabajaron en ella fueron el maestro Roberto, Enrique, Mateo y Bernardo. Esta iglesia presenta planta de cruz latina,
tres naves longitudinales y tres en el crucero, girola y ábside con cinco
absidiolos o capillas radiales, más cuatro absidiolos en el crucero. La nave
central está cubierta con bóveda de cañón sobre arcos de medio punto, las
laterales tienen bóvedas de arista. Los pilares son cruciformes, con medias
columnas adosadas. Tiene una torre cimborrio octogonal sobre trompas en el
crucero. Las naves se levantan sobre pilares cruciformes con columnas anexas.
Presenta tribuna. Tiene tres puertas importantes: la de la
Azabachería, la de Platerías y el Pórtico de la Gloria, obra cumbre de la
escultura protogótica. En cuanto al alzado, éste se estructura en tres cuerpos:
arquerías de medio punto, tribuna y cubiertas. La tribuna se construye sobre
las naves laterales. La tribuna es una construcción característica de las
iglesias de peregrinación, por la necesidad de ampliar el aforo para acoger
muchos visitantes. La altura, sumada a la cantidad de luz que entra por el gran
ventanal, hace de la Catedral de Santiago una construcción románica
particularmente luminosa y esbelta. Tuvo nueve torres, dos en cada fachada y
tres en el crucero. Esta catedral compostelana tendrá una gran trascendencia en
la construcción de otros edificios románicos.
Los elementos
característicos que definen la arquitectura románica son los siguientes:
*La arquitectura románica es sólida y duradera. Los materiales
son muy resistentes (piedra) y huyen en la manera de lo posible de la madera
(para evitar incendios). Los sillares de piedra son de gran tamaño.
*La arquitectura románica se caracteriza por el
predominio del macizo –con muros muy
gruesos- sobre el vano, propiciando ambientes casi en penumbra[8]. Los vanos suelen ser abocinados, características estas última que provienen del arte
prerrománico. Estos muros recogen las
cargas laterales de la bóveda y los dirigen hacia los contrafuertes. Los interiores en penumbra, dado el grueso de los
muros y los vanos abocinados, mueven al recogimiento y la oración.
* Las plantas: como planta más común tenemos la basilical, con
crucero destacado o no en planta y cabeceras de ábsides semicirculares.
Progresivamente este modelo de planta basilical irá agrandando el crucero,
hasta configurar la planta de cruz latina, característica de la arquitectura
medieval. El crucero o transepto cruza las naves de manera perpendicular. Las
peregrinaciones afectarán a la evolución de las plantas, obligando a la
construcción de girola o
deambulatorios: para que los peregrinos circulen sin obstáculos por el
interior del templo y admiren las reliquias que se guardan en el altar mayor,
la nave lateral rodea a este altar formando la girola o deambulatorio. Permiten el tránsito de los fieles, y la multiplicación de
capillas y altares para realizar más misas simultáneamente.
Una variante poco común serán las iglesias de
planta centralizada, normalmente circular u octogonal.
*La cubierta
que predomina, aunque haya alguna techumbre plana de madera, son las
abovedadas: normalmente son de bóveda de cañón con arcos fajones. Usualmente
este tipo de bóveda aparece en la nave central y en las laterales predomina la
de arista, formada por el cruce de dos
bóvedas de cañón en ángulo recto. El ábside se suele cubrir con una bóveda de horno
(cuarto de esfera). Los arcos se sostienen sobre pilares. En el crucero aparecen cúpulas
sobre trompas o pechinas.
*Los soportes:
esencialmente son pilares y columnas de gran variedad. Los pilares pueden ser
cuadrados, circulares, cruciformes, compuestos (cuando es pilar y columna). En
las columnas abundan el fuste liso y el capitel vegetal, animalístico, y
también historiado (temas de la Biblia, evangelios…).
*Los arcos:
el arco más característico del arte románico es el de medio punto, de raíz romana. El desarrollo en profundidad de este arco genera la bóveda de cañón que se
refuerza mediante arcos fajones. Podemos encontrar también algún arco apuntado e incluso
por influencia del Islam, arcos lobulados.
*La presencia de tribuna: surge sólo en las iglesias de peregrinación. Es una
galería que se alza sobre las naves laterales. Sirve para dar cobijo a los peregrinos.
En ocasiones puede haber triforio.
*A los pies se encuentra la puerta o portada
principal flanqueada por dos torres. Suelen ser poligonales o
cuadradas. Puede haber una o dos. Sirven como una especie de “faro” para orientar
a los fieles. En ocasiones aparecen espadañas
con campanas.
*Existen al exterior los llamados canecillos: son ménsulas en las que se
apoyan los aleros, es decir, los salientes de una cornisa o tejado. Suelen
tener formas escultóricas (monstruos, etc.)
*En estas fachadas
es donde se concentra la decoración escultórica. A veces aparece un claustro adosado a la iglesia; es un
gran patio central cuadrado, rodeado de galerías con arcos de medio punto que
se apoyan en columnas.
*Las portadas
abocinadas: La disposición de las tres
o cinco naves también se manifiesta en el exterior en las portadas monumentales
que dan acceso al templo. El acceso a
las iglesias puede ser adintelado dando lugar al tímpano: espacio comprendido entre el dintel y el arco que se
convertirá en uno de los lugares preferidos por los artistas para llevar a capo
la decoración escultórica. Si el dintel es muy ancho se reforzará por un
soporte central, llamado parteluz.
*El exterior de los templos puede llevar diversos motivos decorativos de tipo geométrico
como las puntas de sierra, el ajedrezado jaqués, arquillos ciegos, modillones
de rollos; motivos vegetales, animales, figurativos etc.
Por último, podemos destacar que nos han llegado
muy pocas construcciones civiles.
Los pueblos solían constar de un recinto amurallado –ej. las murallas de Ávila- que albergaba las
casas y un castillo. Ejemplos en
España: el Castillo de Pedraza, el
Castillo de Sepúlveda; el castillo de Loarre.
*Ejemplos:
el románico francés experimentó un
gran desarrollo. Se puede estudiar por regiones o escuelas. Ejemplos: Sta.
Magdalena de Vezélay, San Esteban de Nevers, San Lázaro de Autun, San Esteban
de Caen, San Pedro de Moissac, San Trófimo de Arles, y un largo etcétera.
*El románico
italiano presenta mucha huella del arte clásico y paleocristiano y se puede
estudiar por zonas. Ejemplos: San Ambrosio de Milán, San Abundio de Como, San
Zenón de Verona, el conjunto de Pisa, etc.;
*El románico alemán:
la catedral de Spira, la catedral de Worms, etc.;
*El románico inglés:
la catedral de York, catedral de Durham.
La arquitectura
románica en España tuvo una rápida y amplia difusión desde el siglo XI y a
lo largo de los siglos XII, incluso XIII. En su difusión tuvo una gran
importancia el Camino de Santiago y el Rey Sancho de Navarra. El primer
románico se desarrolla en Cataluña, la zona de los Pirineos… y pronto se
observa en criptas e monasterios e iglesias también en Navarra como Leire,
Loarre, la catedral de Pamplona, etc. Ejemplos muy importantes de la numerosa
arquitectura románica española son: la Catedral de Jaca, la iglesia de San
Martín de Frómista, San Isidoro de León, y la Catedral de Santiago de Compostela.
*La Catedral de Jaca, (Aragón,
1063-1090): es una de las obras capitales del románico español. Es iImportante
tanto por su arquitectura como por la escultura. Presenta tres naves, cimborrio,
pórtico a los pies y cubierta de madera (hoy de crucería). Sus capiteles son historiados
y como motivos ornamentales aparece el ajedrezado jaqués. En la portada
encontramos un crismón con dos leones. Está en el Camino de Santiago.
*San Martín de Frómista
(Palencia, 1066-1075): es el más puro
estilo románico y está muy restaurada. Presenta tres naves con bóveda de cañón
con arcos fajones. Fue mandada construir por Doña Urraca y fue fundado por doña
Mayor, viuda del rey Sancho III de Navarra. Presenta cimborrio poligonal (con
tambor y trompa). En la fachada principal hay dos torres circulares que revelan
relación con otras alemanas coetáneas. Presenta importantes capiteles vegetales
e historiados y ajedrezado. En la fachada no hay tímpano. En el exterior de la
iglesia hay 315 canecillos con figuras fantásticas que soportan los aleros del
tejado. Esta iglesia formaba parte de la ruta jacobea. Allí había, además, un
hospital para peregrinos del Camino de Santiago.
3. LA PINTURA Y LA ESCULTURA ROMÁNICA
La pintura románica
La pintura en el
románico está supeditada a la arquitectura. El edificio románico no se consideraba totalmente acabado hasta que sus muros no se cubrían con
pinturas murales: el interior de las
iglesias, desde el ábside hasta el muro de la contrafachada, albergaba simbólicos
programas iconográficos, cuyo principal punto focal, la bóveda de la cabecera,
estaba frecuentemente presidido por la imagen divina.
También hay numerosos ejemplares de
pintura al temple sobre tabla, que
conforman una serie inigualable de frontales y tablas de baldaquino, elaborados
en talleres monásticos o catedralicios (Ripoll, la Seo de Urgell, Vic...).
Asimismo aparece la pintura en los
códices miniados, ilustrados o iluminados.
En
su mayor parte las pinturas románicas se
han perdido (expolios, incendios, el paso del tiempo…)
La temática es fundamentalmente religiosa:
*Cristo Pantócrator (todopoderoso,
inscrito en su mandorla o almendra mística) en actitud de juzgar y bendecir. La
mandorla (almendra en italiano) es una especie de círculo en el que se inscribe
el Pantócrator o Cristo en majestad. Evoca la esfera celeste. El
Pantócrator puede venir acompañado por las
letras griegas alfa α y omega ω simbolizando que Dios es el inicio y el fin de
todo. Suele llevar los pies apoyados sobre el orbe terrestre con una mano está
en actitud de bendecir (Cristo Juez) y con la otra lleva el libro de la vida con la frase "yo soy la luz del mundo". El origen de esta iconografía
se encuentra en el Libro del Apocalipsis de San Juan.
*La Virgen María, habitualmente con el
Niño: cuando la Virgen María aparece como trono de Dios, se la denomina “Theotokos”
(iconografía de influencia bizantina).
*Representaciones
de vidas de santos, escenas del
Antiguo y Nuevo Testamento, etc.
*Los tetramorfos: son las representaciones
de los cuatro evangelistas, inspiradas en el Libro del Apocalipsis. A San Marcos se le
representa como un león; a San Lucas como el toro; a San Juan como el águila y
a San Mateo como un ángel.
*En algún caso,
aparecen escenas profanas como las
estaciones, signos del zodíaco, caballeros medievales, etc.
Todos estos temas
aparecerán en la escultura románica con el mismo o similar tratamiento
iconográfico.
Las influencias proceden de la estética
hierática bizantina y de las miniaturas de los códices prerrománicos (Beatos,
etc.). También tiene un fuerte peso la tradición clásica como vemos en la técnica del fresco que utilizaban
habitualmente.
Observamos una evolución del naturalismo romano (profundidad,
perspectiva, mímesis, … tanto en las pinturas murales como en las realizadas
sobre tabla del Fayum) hacia el carácter anticlásico románico. En esta
evolución fue vital la influencia bizantina (hieratismo, frontalidad).
Igual que la escultura románica,
la pintura de este estilo presenta una finalidad
docente-catequética, deseando transmitir la religión y sus misterios a una
población básicamente analfabeta. La imagen cristiana se convierte así, en
“biblia para iletrados”.
La pintura románica es antinaturalista y anticlásica. Se pierde la belleza ideal de raíz grecorromana,
basada en la mímesis. Predominan la tendencia a la abstracción y
geometrización, representando figuras esquemáticas,
geométricas y hieráticas, sin
prácticamente referencias espaciales o arquitectónicas. Privilegian, por tanto,
lo simbólico en detrimento de la
belleza formal. Son pinturas muy expresivas:
a través del color, los ojos muy abiertos, etc. Los convencionalismos más habituales son la desproporción,
jerarquización de tamaño, adecuación al marco, pies en V e isocefalia.
En cuanto a la técnica, la pintura puede ser al
fresco o sobre tabla. Se marcan mucho los contornos con trazos gruesos. Hay una ausencia total de volúmenes y de
contrastes de luz. Son obras muy planas en su
ejecución y en su colorido. Predominan las composiciones simétricas y las figuras frontales. Hay intentos de
crear cierta profundidad
superponiendo las figuras pero el pintor románico desconoce la perspectiva. Se
utilizan colores puros, sin
mezclas, a lo sumo dos tonalidades. Son colores muy vivos y simbólicos. Los más
utilizados son los ocres, rojizos, amarillos, blancos y negros.
Ejemplo representativo de la pintura románica: San Clemente de
Tahull
La
pintura mural de San Clemente de Tahull está fechada en el año 1123. Esta pintura procede de la
Iglesia catalana de San Clemente de Tahull, uno de los conjuntos pictóricos
mejor conservador de la pintura románica en la Península. En 1934 fueron
trasladados al Museo de Arte de Cataluña.
Se
trata de una pintura mural al fresco
que decora la bóveda de un ábside cristiano.
Representa
a Cristo en Majestad (Pantócrator),
encerrado en una mandorla (o almendra mística). La influencia del arte
bizantino es bien evidente. Aparece sentado en actitud de bendecir. Su nimbo y
su cabeza rebasan el borde superior de la mandorla. Viste túnica y manto que le
cubre los hombros; la mano derecha levantada vuelve su palma hacia nosotros. En la mano izquierda sostiene, apoyándolo en
su rodilla, un libro abierto en el que leemos: Ego sum lux mundi: “yo soy la luz del mundo”. A un lado y otro de
su cabeza aparecen el Alfa y la Omega,
símbolo del Salvador como principio y fin de todas las cosas.
El
muro de la bóveda aparece ordenado en tres registros de colores: azul, amarillo y negro, de abajo arriba. Sobre la banda
azul, cuatro ruedas, dos a cada lado de Cristo encierran un león y un toro; y
en las más cercanas a Cristo, dos ángeles que cogen del rabo y de una pata,
respectivamente, al león y al toro. En los registros superiores se recortan dos
ángeles, el de la derecha lleva un libro, el de la izquierda un águila. Son las
representaciones del tetramorfos.
Una
banda con los nombres de la Virgen y de los Apóstoles separa esta parte de la
cuenca del hemiciclo en el que, cobijadas bajo arcos y separados por la ventana
del ábside, vemos las figuras (de izquierda a derecha) de Tomás, Bartolomé,
María, Juan, Santiago y los restos de otra figura que, por las letras visibles
en la parte superior, podría ser Felipe.
La
pincelada es muy pastosa, con líneas
bien definidas en trazos negros que delimitan contornos. El color cubre los espacios entre líneas con tonalidades cálidas. Son
colores planos, sin modelado y con alto contenido simbólico. No hay estudio de
luz, la cual es de procedencia ambiental y no produce contrastes. No hay
interés por el espacio tridimensional, ni perspectiva ni contexto espacial pero
sí tiene un contenido iconográfico que divide la escena por zonas de mayor o
menor importancia.
La
composición es clara y sencilla, muy
jerárquica. Establece un eje de simetría a través del centro de Cristo y de su
mandorla y pasa por la ventana inferior. Hay los mismos personajes a un lado y
otro. El espacio principal se reserva para el Pantócrator, luego el tetramorfos
y luego, más abajo para la Virgen y los Santos.
Las
formas de expresión son antinaturalistas,
con poses muy estudiadas y expresiones serias, sin individualidad ni humanidad,
anatomías y rasgos parecidos, ropajes y actitudes muy estilizados. Es una
pintura frontal, esquemática y plana, ejemplo paradigmático del arte románico.
Otros
ejemplos de pintura románica podemos
encontrarlos en el Museo Nacional de Arte de Cataluña de Barcelona, en el Museo
Nacional del Prado de Madrid, y en sus lugares originales como en San Isidoro
de León, etc. Donde se han encontrado más restos de pintura románica ha sido en
Castilla y en Cataluña.
Por
último, si tuviéramos que relacionar la
estética románica con otras posteriores, los puntos en común con un cierto arte
contemporáneo serían: el feísmo, el carácter anticlásico, la tendencia a la
abstracción y geometrización, y la negación de la idea de mímesis. Con una
diferencia importante: en el arte contemporáneo prácticamente se pierde toda
referencia religiosa.
LA ESCULTURA
Como la
arquitectura, la escultura románica se integra plenamente en la cultura
medieval y es uno de sus mejores exponentes. Iglesias y monasterios
son el
marco arquitectónico en el que se sitúa la escultura.
En una población mayoritariamente analfabeta como era la medieval, la
escultura sirve para enseñar la doctrina de la Iglesia. Tiene pues, una finalidad docente-catequética, un medio
para difundir las enseñanzas del Cristianismo. Estamos, pues, ante un arte-relato cuya finalidad no es
tanto estética como didáctica propia de una sociedad sumamente religiosa.
La escultura románica presenta características análogas a la
pintura y son:
*Ley de adaptación al
marco:
las figuras se adaptan al marco arquitectónico para el que va pensada, de ahí
que aparezcan desproporcionadas y antinaturales.
*Horror vacui es decir, miedo
al vacío y densidad ornamental.
*Tendencia a
la esquematización de las figuras. La escultura no se plantea como un
estudio de proporciones, sino como elemento necesario en un asunto narrativo.
*Fuerte carga
simbólica: se da más importancia a la simbología que a la representación de
la realidad. Es decir, se caracteriza por su antinaturalismo y
convencionalismos que también se hace patente en las composiciones:
- Ausencia de
tridimensionalidad.
- Perspectivas
jerárquicas e isocefalia.
- Deformaciones y
desproporciones intencionadas.
- Las figuras
carecen de volumen, son planas y de apariencia frontal.
- Las figuras son
rígidas, hieráticas y originan composiciones yuxtapuestas. En las escenas las
figuras no se relacionan entre sí.
Tipologías: encontramos
esculturas exentas o de bulto redondo y esculturas en relieve.
1.-ESCULTURA EN RELIEVE
Las Portadas de las iglesias se convierten
en el principal marco donde se sitúa la escultura. La Portada presenta o
simboliza la puerta del cielo, por lo que en ella se desarrolla la iconografía
más importante. Se diferencian las siguientes partes:
a. El tímpano: es el lugar
jerárquico más importante. Se representa el Pantocrátor o Cristo en
hierática majestad, triunfante y inscrito en una mandorla. Alrededor del Pantocrátor está el Tetramorfos, los
cuatro evangelistas. Es frecuente que aparezca la escena del Juicio Final, diferenciándose claramente a los condenados de los
salvados. Suele aparecer el demonio con formas mostruosas (cuernos, etc.).
b. El parteluz y las arquivoltas[9]
se decoran con motivos geométricos y escenas del Antiguo y Nuevo
Testamento.
c. Jambas y
capiteles son también el marco preferente de la decoración escultórica. En los capiteles la decoración puede ser
vegetal, animalística (con frecuencia hay todo un bestiario que simboliza
diversos pecados), historiada (historias del Antiguo y Nuevo Testamento o
escenas cotidianas.)
En España se consideran
obras cumbres del románico dos Portadas de la Catedral de Santiago de
Compostela: Puerta de las Platerías y el Pórtico de la Gloria[10].
2.-La escultura exenta: son características los Cristos
crucificados, y las Vírgenes en actitudes inexpresivas y hieráticas.
*Cristo
crucificado se halla sujeto a la cruz con cuatro clavos, estando separados, por
tanto los pies; los brazos se disponen rígidos, ciñéndose al marco, a la cruz. En ocasiones
aparece con la corona real, no de espinas como corresponde a su condición de
Rey de reyes. No sufre, no experimenta dolor. Unas veces se encuentra vestido
con larga túnica o con faldón.
*El tipo de
Virgen es una imagen sedente, ostentando la corona. El Niño aparece sentado en
su regazo. Ambas figuras son rígidas, sin que exista comunicación de madre e
hijo. El niño Jesús en el románico no se le representa como a un niño, sino
como Dios.
Imágenes:
[1] Según el historiador
Oursel el término “románico” es una palabra ambigua y falaz. Para Enlart el
Románico es producto de la tradición romana, con un espíritu nuevo.
[5] Recordemos
que “apocalíptico” viene de Apocalipsis, el último libro del Nuevo Testamento y
significa “revelación”.
[8] Los muros son muy gruesos,
pero no eran macizos, estaban rellenos de “ripio”: un conglomerado de
mampostería o mampuesto, es como un emparedado. La mampostería es la
construcción de piedra sin labrar que se dispone de modo irregular
[9] Arquivolta: son arcos
abocinados que forman una portada.
11 Esta obra cumbre de la
escultura protogótica, es decir, de
transición del románico al gótico. Fue
realizada por el maestro Mateo en el
siglo XII, en concreto fue concluida en 1188. Se ubica en el costado Oeste del edificio, esto es,
en la fachada principal. Se encuentra en el nártex o vestíbulo, levantado sobre
la cripta del edificio; hasta el siglo XVIII, fecha en la que levanta la
esbelta fachada-pantalla barroca, se hallaba abierto a la calle.
El
conjunto está realizado en mármol y granito coloreados, aunque ha perdido
gran parte de su policromía. El
hueco central es más ancho y dispone de parteluz y tímpano, elementos que no
aparecen en los laterales.
La
función de esta portada es adoctrinar
al cristiano mediante la imagen. El
pórtico se articula en tres
grandes arcos de medio punto:
El
central está dividido por un parteluz en el que se representa el Árbol de Jessé –el árbol genealógico
de
Jesús-
sobre el que aparece el apóstol Santiago, sentado y con rostro inexpresivo portando una cartela en la que se lee: “Missit me Dominus” (Dios me ha enviado).
* En el
tímpano aparecen el Pantocrátor, aquí sin mandorla o almendra mística,
sentado y con gesto inexpresivo, a pesar de que mantiene sus brazos elevados,
en actitud de mostrar las llagas.
Se trata, pues, de un Cristo triunfante
plasmado aquí tras la resurrección. Queda flanqueado por el tetramorfos y
ángeles que llevan los símbolos de la Pasión. Sobre éstos se distinguen los
Bienaventurados en las arquivoltas y los veinticuatro ancianos del Apocalipsis
afinando los instrumentos.
* Los
arcos laterales carecen de tímpano,
y en ellas se identifica a Adán y Eva y el cautiverio de las tribus de Israel y
en el de la izquierda, el Juicio Final.
* En las
jambas aparecen estatuas-columnas en
las que se representan diversos personajes, más concretamente, profetas a la izquierda: Isaías,
Jeremías, Moisés y Daniel y apóstoles a la derecha: Pedro, Pablo, Santiago y
Juan el Evangelista.
*
Finalmente, en la parte inferior del
parteluz, de espaldas al Pórtico y de frente al altar de la catedral, se representa a un personaje
arrodillado que se golpea el pecho en actitud penitente, y que no es otro que
el propio Maestro Mateo que pide perdón por su obra.
Esta
portada podemos considerarla protogótica
pues presenta un mayor naturalismo a diferencia de las esculturas románicas, acentuado además
por su cromatismo y por la liberación de las esculturas que empiezan a
desembarazarse del marco arquitectónico tan característico del románico. Las
figuras gesticulan y conversan entre sí y se van desajustando de las columnas a
las que se adosan. El tratamiento anatómico es más realista y el trabajo de los
pliegues más natural. El volumen es mayor y la sonrisa les da un tono más
humano.
Sin embargo, el pórtico compostelano, a pesar
de lo indicado anteriormente, muestra también elementos característicos del románico. Así lo manifiestan:
*las arquivoltas
semicirculares,
*la colocación de los
ancianos, orientados hacia el interior,
*el tímpano unitario,
frente a la compartimentación gótica (el propio del Sarmental en Burgos, o el
central que luce la catedral leonesa, aparecen divididos en tres zonas).
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