Para los que nos apasiona la estética y mística románica, austera, sencilla y sobria, Silos es un referente esencial.
Enclavado en un pequeño y precioso pueblo burgalés, la abadía benedictina de Santo Domingo de Silos fue un importante centro de peregrinación en la Edad Media ya que los peregrinos venían a rezar al santo, aquí enterrado. En este monasterio se conserva el el claustro más emblemático del arte románico español.
Este convento, históricamente, ha atraído a numerosos artistas, como al poeta de la Generación del 27, Gerardo Diego, que le dedicó el célebre soneto "El ciprés de Silos":
Enhiesto surtidor de sombra y sueño
que acongojas el cielo con tu lanza.
Chorro que a las estrellas casi alcanza
devanado a sí mismo en loco empeño.
Mástil de soledad, prodigio isleño,
flecha de fe, saeta de esperanza.
Hoy llegó a ti, riberas del Arlanza,
peregrina al azar, mi alma sin dueño.
Cuando te vi señero, dulce, firme,
qué ansiedades sentí de diluirme
y ascender como tú, vuelto en cristales,
como tú, negra torre de arduos filos,
ejemplo de delirios verticales,
mudo ciprés en el fervor de Silos.
Los capiteles figurados, extraordinariamente bien conservados por lo general, muestran bestiarios medievales, símbolos de vicios y virtudes. No debemos olvidar que en la Edad Media la sociedad era mayoritariamente analfabeta, siendo el arte la biblia de los iletrados, una forma de enseñar la religión y sus misterios.
El carácter docente-catequético de las imágenes se observa en estas arpías, animales maléficos por antonomasia, de cuerpo de ave, cabeza de mujer y cola de serpiente.
Los relieves muestran la vida de Cristo dentro de los parámetros característicos del románico como la perspectiva jerárquica o ley de majestad, la isocefalia, la adaptación al marco…
La duda de Santo Tomás |
La muerte de Cristo en la cruz En el "Camino de Emaus", como en el resto de las escenas, destaca el canon alargado de las figuras y la riqueza de los plegados. |
En un claro anacronismo, los soldados romanos son representados como medievales, con su característica cota de malla. |
En el claustro se conservan estas preciosas tallas góticas -del siglo XIV o inicios del XV- realizadas en piedra caliza (dolomítica calcárea) policromada. Representan a Santa Ana, con la Virgen María y el Niño Jesús.
Obsérvese el naturalismo preciosista de la indumentaria que portan estas esculturas, destacando especialmente la toca medieval que luce Santa Ana. Tampoco faltan las piezas que simulan joyas como la corona o el broche del Niño Jesús.
Asimismo, esta escultura refleja con detalle el mobiliario de la época con motivos ornamentales de carácter geométrico y de inspiración floral.
En la visita al claustro no pasan desapercibidas las interesantes techumbres gótico-mudéjares del siglo XIV. En ellas, aunque no se puede apreciar con mucho detalle por la altura, se encuentra todo un catálogo de escenas religiosas y/o cotidianas del otoño de la Edad Media como llamaba Huizinga a la etapa final del medievo. Son magníficas las indumentarias de los personajes representados desde juglares, hilanderas, soldados, cazadores, hasta ¡una corrida de toros! como vemos en estos alfarjes (artesonados). En ellos no faltan jubones, calzas, tocas y mitras (en el caso de la monja cisterciense con hábito blanco). Se cree que algunas de estas escenas se basan en el Libro del Buen Amor del Arcipreste de Hita según opinión de la estudiosa del tema Carmen Juan Lovera.
Alfarjes que representan escenas de toreo:
Los motivos decorativos son -como no podía ser de otra manera- de tipo geométrico y de neta influencia islámica. Recordemos que los mudéjares eran los musulmanes que vivían en territorio cristiano, mientras que los mozárabes eran los cristianos que vivían en territorio islámico en la etapa de Al Ándalus.
En los muros del claustro se pueden observar las marcas de los canteros.
El Tesoro del monasterio alberga importantes ejemplos de pinturas, esculturas y artes decorativas medievales (esmaltes, custodias, arquetas relicarios de Limoges, telas…)
Patena y cáliz del siglo XI, taller hispano de influencia mozárabe, con decoración de filigrana y engaste de piedras. Son piezas de plata batida, grabada y sobredorada.
Custodia procesional o de asiento, Francisco de Vivar "el Viejo", Burgos, 1526. Las partes lisas con aplicación de cabujones son del siglo XVIII.
Arqueta relicario con esmaltes champlevé, taller de Limoges. Cobre cincelado, grabado, y dorado. Alma de madera de roble. Siglo XII
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En el claustro se conserva el deslumbrante sepulcro de Santo Domingo -datado en el siglo XIV-. Son espectaculares las representaciones de joyería y orfebrería gótica de la imagen: la corona, la indumentaria, el anillo, la encuadernación del libro, el báculo...
Más información sobre Silos, en la web del Monasterio. Y sobre el coro de los monjes, un ejemplo: canto de los monjes de Silos.
Cerca de Silos merece una visita el hermoso desfiladero de La Yecla, parque natural de la Sierra de la Demanda, donde, aparte de disfrutar del paisaje, podemos contemplar buitres leonados.
La Yecla: Donde nunca llega el sol (always dark) from Silberius de Ura on Vimeo.
La Yecla: Donde nunca llega el sol (always dark) from Silberius de Ura on Vimeo.
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