Ligado a la universidad, encontramos el célebre Colegio de España (siglo XIV), realizado bajo protección regia y donde estuvieron alojados Carlos V, Elio Antonio de Nebrija, San Ignacio de Loyola, Cervantes, etc...
Etruscos, romanos, godos, bizantinos, longobardos... numerosos pueblos fueron marcando a sangre y fuego la historia de esta ciudad que durante siglos formó parte de los Estados pontificios. Tras la era napoleónica y el dominio austríaco, Bologna, por fin, se unió al resto de Italia en la segunda mitad del siglo XIX. Recordemos que la unidad italiana sólo se alcanzó en el siglo XIX, en torno a los años 1860-70. Bolonia sufrió gravemente los envates de las guerras mundiales, particularmente de la segunda. De hecho hay toda una Bolonia subterránea –visitable- en relación con estas guerras.
El boom económico e industrial a partir de los años 60 supondrá un desarrollo espectacular para la zona, una región muy industrial y comercial, con un centro de Ferias de gran importancia proyectado por los arquitectos Benevolo, Giuralongo y Melograni (1964-65). No lejos de Bolonia se encuentran varias industrias automovilísticas muy destacadas como la Ferrari en Maranello, con su célebre icono del diseño, il cavallino rampante y la Ducati.
Las huellas medievales y renacentistas de la ciudad son visibles en muchas de las calles boloñesas, así como sus más de 50 kilómetros de sus emblemáticos pórticos que recorren la ciudad en todas sus direcciones. En estos pórticos antiguamente se celebraban actividades artesanales y comerciales. De sus más de cien torres del medievo, sólo quedan unas decenas, siendo las más destacadas las torres de Asinelli y Garisenda en pleno casco histórico.
En la Plaza Mayor se alza majestuosa la catedral de San Petronio. De fachada inacabada, es una iglesia gigantesca que puede acoger hasta 50.000 fieles. Empezada en el siglo XIV, durante el Quattrocento Jacopo della Quercia realizó la portada escultórica. En esta iglesia Carlos V fue coronado emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico el 24 de febrero de 1530. Pocos años después, en este templo se celebraron dos sesiones del Concilio de Trento. A mi modo de ver, lo más intersante de esta catedral son las pinturas del juicio final, sobre todo del infierno, de Giovanni da Modena (1410-1415). Son inevitables las comparaciones con el infierno de Giotto en la no muy lejana Cappella degli Scrovegni de Padua.
Durante las dos guerras mundiales, la escultura de Neptuno fue guardada en un lugar seguro para preservar su seguridad.
Una de mis plazas favoritas de Bolonia es la de Santo Stefano, una plaza porticada que se abre a un complejo de varias iglesias medievales que se alzan sobre restos de templos romanos, que rememoran los santos lugares de la Pasión de Jesús en Jerusalén, siendo muy destacable la basílica del Santo Sepulcro.
En cuanto a esculturas, aparte de la maravillosa del Neptuno, destacan las de Niccolò dell´Arca en la iglesia della Vita con su dramático Llanto sobre el Cristo muerto (siglo XV). Realizado en el siglo XV en terracota, todavía presenta restos de policromía.
En Bolonia se conservan varias esculturas de Miguel Angel en el sepulcro de Santo Domingo de Gúzman en la iglesia homónima: San Petronio, San Procolo y uno de los dos ángeles que portan una vela. El resto de las esculturas de esta impresionante "Arca" fueron realizados pors en época medieval porel taller de Nicola Pisano (siglo XIII) y de Niccolò dell´Arca (1473).
Entre los museos de Bolonia descuellan el Museo Civico Arqueológico, la Pinacoteca Nacional que custodia pinturas medievales, renacentistas y barrocas, el museo de Giorgio Morandi y el Museo de arte moderno, llamado MAMBO.
Finalmente, en la porticada via Castiglione, una de las más sugestivas y antiguas de la ciudad, se encuentra posiblemente la mejor heladería de la ciudad, denominada con el mismo nombre que la calle en la que se encuentra.
Me ha encantado leer tu redacción sobre Bolonia . Yo me voy el 7 de marzo y tengo muchisimas ganas , ya que tiene que ser preciosa :)
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