Descripción del blog


Este blog educativo está dedicado a la Historia del Arte en general, y a la Historia de las Artes Decorativas y el Diseño en particular. Apuntes de Fundamentos del Arte I y II. Resúmenes de Historia de la Indumentaria. Cine en el Arte, Arte en el Cine. Todos los textos han sido escritos por la autora del blog, Ana Galván Romarate-Zabala. Si los utilizas, cita las fuentes. Todas las imágenes contenidas en esta web tienen exclusivamente una intencionalidad didáctica. Si alguna imagen empleada vulnera derechos de autor, puede solicitar la retirada del material que considere de su propiedad intelectual. El contenido de mis artículos puede ser descargado libremente, pero por favor, cite la procedencia. Imagen que encabeza el blog: Un Bar aux Folies Bergère, Édouard Manet, c. 1882. Courtauld Institut, Londres. Fuente de la imagen: Wikimedia Commons. Public Domain

lunes, 23 de agosto de 2021

VILLA QUIJANO, EL "CAPRICHO" DE GAUDÍ EN COMILLAS

 

                                                           El Capricho de Gaudí en Comillas

La villa cántabra de Comillas, antiguo pueblo de pescadores, fue hasta el siglo XVIII uno de los principales puertos balleneros de España. 





En el siglo XIX Comillas se transformó radicalmente gracias al descubrimiento del mineral de zinc, en las proximidades de esta localidad, así como por la impronta que dejaron en la vida económica, cultural y social de esta villa sus indianos. Recordemos que los indianos eran los españoles que emigraron a América buscando hacer fortuna y volvían, por lo general, enriquecidos.  

El más célebre de todos fue el emprendedor comillano Antonio López y López (1817-1883), ennoblecido por su amigo el rey Alfonso XII con el titulo  de marqués de Comillas. Amasó una ingente fortuna fruto de sus múltiples negocios en Cuba y Filipinas.

La arquitectura indiana, muy habitual en el norte de España,  se caracteriza por hacer hincapié en la riqueza y suntuosidad, con una cierta pretenciosidad de nouveau riche. No suele faltar en los jardines de las casas indianas alguna palmera. 

El marqués de Comillas mandó construir un soberbio y suntuoso palacio neogótico llamado Sobrellano, construido entre 1882 y 1888 colindante con una capilla/panteón realizada por el maestro de Gaudí, el arquitecto historicista catalán Joan Martorell. Esta capilla cuenta con muebles diseñados por Gaudí.


Palacio de Sobrellano, Comillas. Fue el primer edificio español en utilizar la luz eléctrica. Ya en 1881 se había instalado el alumbramiento público en Comillas, el primero de España.

Palacio de Sobrellano, Comillas

Entrada al Palacio de Sobrellano de Comillas

                                  
                                                Fachada lateral del Palacio de Sobrellano


Y también en Comillas, el marqués patrocinó la Universidad Pontificia, dirigida por la Compañía de Jesús. Es un paradigmático edificio historicista fin de siglo con referencias, también, al Modernismo. Fue proyectada por Joan Martorell y decorada por Domènech i Montaner. Hoy es  el Centro Universitario CIESE-Comillas.


Puerta de entrada al recinto de la la Universidad de Comillas

                                                                La Universidad de Comillas

La puerta de bronce fue diseñada por Domenech i Montaner.

Vista de Comillas desde su universidad


Hoy en día, Comillas, gracias a la espectacularidad de sus playas, paisajes y arquitectura, junto a su clima y gastronomía, se ha convertido en uno de los enclaves turísticos más apreciados del norte español, especialmente en verano.

Uno de los monumentos más emblemáticos de Comillas es la Villa Quijano, más conocida popularmente como el Capricho.

El proyecto de esta villa fue encomendado a un joven arquitecto catalán, Antonio Gaudí,  gran amigo de su mecenas Eusebi Güell, yerno del marqués de Comillas.


El Capricho es, sin duda, una de las construcciones más conocidas y singulares de Antonio Gaudí. Fue una de sus primeras obras, la inició en 1883,  en paralelo a la Casa Vicens de Barcelona con la que guarda ciertas concomitancias. La diseñó desde Barcelona. La supervisión de las obras corrió a cargo del arquitecto Cristóbal Cascante.

Fue terminada en 1885 y restaurada en 1988.




El comitente fue un adinerado abogado indiano, Máximo Díaz de Quijano, concuñado del marqués de Comillas. Aficionado a la música y la botánica, quiso tener en su localidad natal una villa de recreo que fuera una especie de retrato arquitectónico de sus gustos y de su personalidad. Así, la denominación del Capricho vendría dada por su similitud con ese género musical dada su fantasía y originalidad.


                                        Fuente de la imagen: civitatis.com


El Capricho es un edificio ecléctico y simbólico, un juego estético, con influencias orientales, góticas, y mudéjares
La entrada monumental, como todo el edificio, claramente pensado para epatar y maravillar al espectador, es un pórtico provisto de cuatro columnas de piedra con capiteles figurativos: alondras y ramos de palmitos.
Este pórtico sostiene la torre-mirador, que nos retrotrae a los alminares o minaretes de las mezquitas islámicas. Es el único lugar de toda la vivienda desde el que se puede contemplar el mar.


                                                            Fuente de la imagen: planetadunia.com


Los jardines del Capricho presentan  forma de herradura para permitir la circulación de los carruajes.


Fuente de la imagen: civitatis.com

Sorprende la riqueza del colorido (verdes, azules, amarillos) y la ornamentación de este edificio, de inspiración musical y vegetal: los barrotes de hierro forjado en forma de clave de sol de la torre-mirador, los azulejos con formas de hojas y girasoles, etc.





Gaudí concibió la casa en función del sol: ubicó las habitaciones privadas al sur (dormitorio principal e invernadero), para así proteger la vivienda de los vientos húmedos y fríos del norte.







Esta villa presenta planta en forma de U, articulada en torno al invernadero, eje central del edificio. Esta estancia actúa como regulador térmico de la casa. Debía albergar además, plantas exóticas procedentes de América.
Las diversas estancias se distribuyen a su alrededor a través de un amplio pasillo o corridor que me recordó vagamente a las girolas o deambulatorios de las iglesias medievales. Esta casa está pensada para un burgués soltero -Quijano- y por ello solo hay un dormitorio principal. El resto de las estancias están destinadas a actividades sociales de ocio.

                                                                
                                                               Fuente de la imagen: dosde.com

                                                                    Detalle del invernadero

En El Capricho todo está pensado hasta el último detalle: es arte total.








Las ventanas, de diseño muy vertical,  son de doble hoja y de guillotina.



Las vidrieras fusionan la inspiración naturalista con la música: una libélula tocando la guitarra y un gorrión, el órgano.




Los techos son de artesonado de inspiración mudéjar.




Los muebles son característicos del Gaudí modernista.






Las chimeneas muestran decoración de azulejos modernistas y florales. Combinan tres materiales que apasionaban a Gaudí: cerámica, madera y hierro forjado.




Una de las genialidades de esta vivienda son los bancos-barandillas de hierro forjado.




Aparte del Capricho, se atribuye a Gaudí el diseño de la llamada Puerta de los Pájaros (aunque lo realizó el arquitecto Bardier basándose en él). Es la entrada a la villa de Moro de Comillas (c.1905). Presenta tres vanos: el mayor para coches, el mediano para personas y el pequeño para los pájaros. 






Bibliografía

VVAA (2019). Villa Quijano. El Capricho. Barcelona: Dosde.

Fotografías: Ana Galván, exceptuando aquellas que indiquen otra fuente documental.


jueves, 11 de marzo de 2021

EL BALLET TRIÁDICO DE SCHLEMMER O LA BAUHAUS, ARTE TOTAL


La Bauhaus fue una escuela alemana e internacional de arte, arquitectura y diseño que quiso ser el paradigma del diseño moderno.
Su cronología abarca desde 1919 hasta 1933, año en que fue clausurada por los nazis.



Primero tuvo su sede en Weimar (hasta 1925), después en Dessau (hasta 1932) y en Berlín en sus últimos meses. La Bauhaus fue fundada por el arquitecto Walter Gropius. En esta escuela, que tanta transcendencia ha tenido en la historia del arte, artes decorativas y arquitectura, se impartían diversos talleres: desde cerámica, a artes gráficas, pasando por pintura, mobiliario, etc. Grandes artistas del siglo XX, ligados muchos de ellos a las vanguardias, fueron profesores de la Bauhaus: Paul Klee (vidrio y pintura), Wassily Kandinsky (pintura), Lyonel Feininger (artes gráficas), Oskar Schlemmer (escultura y escenografía), Marcel Breuer (decoración de interiores), Herbert Bayer (tipografía y publicidad), Gerhard Marcks (cerámica), etc.
El pintor alemán Oscar Schlemmer (1888-1943) fue uno de los profesores más destacados de la Bauhaus entre los años 1921-1929. 


Autorretrato con máscara, O. Schlemmer, 1930
 Allí dirigió los talleres de pintura mural, escultura y talla. También fue director del Taller de Teatro desde 1923 hasta su disolución en 1929. Desde 1920 desarrolló figuras para el Ballet Triádico  que se estrenó en Stuttgart en 1922 y cosechó un gran éxito. No se trataba de ningún ballet en sentido tradicional, sino de una combinación de danza, vestuario, pantomima y música; los bailarines iban vestidos como figurines “geométricos”.

El título “triádico” derivaba de la palabra tríade, es decir, triple.  Y es que era una danza en tres partes, con tres bailes de carácter diferente, que oscilaban entre lo jocoso y lo serio: la sinfónica “danza de la trinidad” en doce escenas de danza con uno, dos, o tres bailarines; la alegría burlesca de la “serie amarilla”; el ambiente festivo de la “serie rosa” y por último, lo místico-heroico de la “serie negra”. 
El Ballet Triádico era, en realidad una anti-danza, una especie de “constructivismo coreográfico” como sólo podía ser imaginado por un pintor o un escultor. Ya no era el cuerpo humano y sus movimientos el punto de partida y fuente de expresión, sino determinadas invenciones figurativas; el traje-disfraz dominaba la actuación. 

Esta estela "automática" comenzada por Schlemmer, fue continuada por sus alumnos, que acentuaron la mecanización y automatización en los diseños escenográficos. Sirvan como ejemplo el “cabaret mecánico” que fue estrenado en la Semana Bauhaus, y un “Ballet mecánico” que también se representó. Buscaban reflejar el espíritu de los tiempos.  Querían dar cabida en el ballet a las posibilidades expresivas de la era mecánica en la que vivían.  La indumentaria se basaba en las formas geométricas básicas: círculos, triángulos, cuadrados, rectángulos, trapecios y en los colores básicos: amarillo, rojo y azul.

Por último, hay que recordar que aparte de Schlemmer, Moholy Nagy y Kandinsky también se involucraron en actividades ligadas al teatro y la danza. Así, Kandinsky diseñó la escenografía de "Cuadros de una exposición" de Mussorgski en 1928.
En definitiva, el teatro era el “arte total” de la Bauhaus, pura síntesis entre todas las artes: arquitectura, pintura, escultura, música, baile, indumentaria y poesía.