Descripción del blog


Este blog educativo está dedicado a la Historia del Arte en general, y a la Historia de las Artes Decorativas y el Diseño en particular. Apuntes de Fundamentos del Arte I y II. Resúmenes de Historia de la Indumentaria. Cine en el Arte, Arte en el Cine. Todos los textos han sido escritos por la autora del blog, Ana Galván Romarate-Zabala. Si los utilizas, cita las fuentes. Todas las imágenes contenidas en esta web tienen exclusivamente una intencionalidad didáctica. Si alguna imagen empleada vulnera derechos de autor, puede solicitar la retirada del material que considere de su propiedad intelectual. El contenido de mis artículos puede ser descargado libremente, pero por favor, cite la procedencia. Imagen que encabeza el blog: Un Bar aux Folies Bergère, Édouard Manet, c. 1882. Courtauld Institut, Londres. Fuente de la imagen: Wikimedia Commons. Public Domain

martes, 12 de octubre de 2010

París se rinde ante el genio de Moebius


Hoy se inagura la exposición antológica de Moebius (o Gir, su otro seudónimo) en la Fundación Cartier de Arte Contemporáneo de París. Esta muestra consagra al dibujante francés como una de las figuras capitales de la Ilustración y del arte contemporáneo.
Aquí podéis ver imagenes de esta completa muestra llamada "Metamorfosis".
Video donde Moebius habla sobre esta exposición Y más imágenes.

viernes, 1 de octubre de 2010

El Museo del Prado crece en Internet

Este museo, magníficamente dirigido por Miguel Zugaza, acrecienta sus contenidos en internet: ya cuenta con su propio canal en youtube, al mismo tiempo que acaban de crear un portal de contenidos multimedia.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Técnicas cerámicas: la mayólica


Hoy en día en Italia muchos talleres siguen realizando piezas cerámicas con la técnica de la mayólica. El origen remoto de esta técnica de reflejo metálico procede de Mesopotamia circa siglo VIII antes de Cristo. De ahí pasó a Egipto, Persia, Siria, y a Al-Andalus, en concreto al Reino de Granada, fabricándose en Málaga bajo secreto real. Presentaba un alto coste de producción. Durante la Edad Media barcos españoles con cerámica de lustre partían desde Mallorca hacia Italia donde esta técnica alcanzó una gran difusión. Allí la denominaron "mayólica", término que haría fortuna, siendo la localidad italiana de Faenza uno de los enclaves más prominentes en su producción. A la mayólica en francés se la conoce con la denominación de faïence y en inglés faience. En Holanda se desarrollaría también un tipo de mayólica de inconfundible bicromía en blanco y azul denominada delfware. Gracias a la didáctica web del museo Getty, podemos contemplar en este video el proceso de elaboración de esta técnica.
Al mismo tiempo os dejo un enlace muy interesante sobre los métodos para producir vidriados para mayólica, libres de plomo.

martes, 28 de septiembre de 2010

¿No llamemos arte al arte contemporáneo?

Reproduzco integramente la sugestiva y provocadora entrevista a Marc Fumaroli, uno de los popes culturales más singulares de Francia, que aparece hoy en el diario El País.

ENTREVISTA: MARC FUMAROLI Pensador y ensayista

"No llamemos arte al arte contemporáneo"

J. M. MARTÍ FONT - Barcelona - 28/09/2010

El viejo polemista francés vuelve a la carga. Si hace 20 años fustigó con saña la 'grandeur' cultural de la V República, de Malraux a Jack Lang, su nuevo ensayo se las ve con lo que considera las grandes falacias culturales de nuestro tiempo

La historia no tiene un sentido determinado y el arte contemporáneo no merece ser llamado arte. Marc Fumaroli (Marsella, 1932) ha estado en Barcelona para presentar París-Nueva York- París. Viaje al mundo de las artes y de las imágenes (Acantilado), "un panfleto erudito", en palabras de su editor, en el que vuelve al eterno debate entre los antiguos y los modernos.

"Me hace feliz estar contracorriente, incluso ser muy reaccionario" "Los del 68 son hoy capitalistas y controladores del sistema mediático"

Pregunta. ¿Es usted reaccionario?

Respuesta. ¿Reaccionario? Es verdad que me gusta mucho reaccionar y las gentes que reaccionan están muy vivas. Lo tomo en el sentido exacto del término. No creo que la historia tenga un sentido ni que tengamos que inclinarnos ante el sentido de la historia. La gente que me interesa son aquellos que van contracorriente. He conocido la época en la que todo el mundo marchaba en el sentido de la historia, que no era otro que el que se marcaba desde Moscú. Me hace feliz estar contracorriente e incluso ser muy reaccionario. Cierto, ahora hay que reaccionar contra otras cosas distintas a las del momento en el que la URSS era considerada en Francia como la promesa del futuro de la humanidad.

P. Hay quien dice que Francia es un país soviético que ha tenido éxito.

R. O que Francia es el último país del Este, sí, pero no hay que tomárselo en serio. Lo que sí es cierto es que nuestra modernidad es nuestro Estado, lo que desde el punto de vista anglosajón es una cosa extraña, pero ahora lo hemos sustituido por la sumisión servil a una imagen falsa que Europa se hace de Estados Unidos.

P. Es usted especialmente crítico con el arte contemporáneo, con esta concepción del arte espectáculo...

R. No solo del arte espectáculo, sino del arte negocio. Hay una nueva clase social que surge de la acumulación del dinero en una esfera extremadamente estrecha, pero mundial. Estos millonarios ya no quieren tener en casa un tiziano o un delacroix, sino signos exteriores de riqueza. Y eso es lo que les proporcionan las galerías que les ofrecen tiburones dentro de tanques de formol o juguetes sofisticados como los que produce Jeff Koons.

P. ¿No cree que este arte pueda llegar a ser popular?

R. A la gente le gustan otras cosas, el deporte, la música rock... No me parece mal. Lo que me resulta odioso es vender a esta gente, que no lo quiere y que tampoco se lo puede permitir, un arte reservado a la imagen de los famosos. La gente común va mucho más al museo del Louvre, a los museos de arte antiguo... Esos lugares convocan auténticas peregrinaciones.

P. ¿En qué momento el arte toma esta deriva? ¿La culpa la tiene Marcel Duchamp?

R. No, claro que no. ¡Pobre Duchamp! Era un snob francés muy elegante que jamás se hubiera encontrado con Warhol. Lo suyo era el privilegio de pequeños grupos muy exquisitos. Cuando el MOMA hizo la primera retrospectiva de Warhol, Duchamp devolvió la invitación, que no era sino la imagen de La Gioconda con bigotes, que él mismo había realizado. Consideró obsceno que aquel mal artista utilizara una imagen que él había inventado para hacerse su propia publicidad. Hay un mundo entre Duchamp y Warhol. La fórmula de Duchamp era: 'todo lo que se pone en un museo se convierte en obra de arte'. Warhol la utiliza en el sentido de que todo lo que hay en los supermercados puede entrar en museo y convertirse en obra de arte. Nunca Duchamp pensó esto.

P. ¿La línea roja la marcaría el pop americano?

R. Creo que ha influido mucho transportándonos a este universo que no está hecho para los europeos. Hay un punto común en el arte, la exigencia de una obra, y hemos entrado en un mundo en el que el arte no supone una obra, sino solo un concepto, una cosa efímera que durará un tiempo breve y que, momentáneamente excita un poco a los periodistas. Esta es la gran ruptura. No hay derecho a utilizar la palabra arte para lo que se llama el arte contemporáneo, no lo llamemos así; habrá que inventar otra palabra, tal vez entertainment para millonarios.

P. Pero hay artistas que aún hacen arte...

R. Sí, pero no tienen el favor de los medios de comunicación, ni de los museos. En España hay gente interesante, hay pintores notables. Si vuelve la pintura y la escultura, lo que sucederá, España estará en primera fila. Sartre dijo una vez: hay gente retrasada que está por delante.

P. ¿No será usted sartriano?

R. No, pero sucede que Sartre, de vez en cuando, dijo algunas verdades. Sartre es un fenómeno de la posguerra, un profesor que nunca debió ocupar el lugar que tuvo, pero la guerra y el hecho de que una buena parte de la intelligentsia francesa fuera colaboracionista le convirtió en una especie de vedette que nunca debió ser. Y él se volvió loco, a fuerza de creerse vedette. Personalmente -y no soy el único-, nunca consideré que Sartre fuera un maître à penser.

P. Tampoco parece tener usted muchas simpatías por el Mayo del 68.

R. El único aspecto simpático de la gente de Mayo del 68 es que se reían del general De Gaulle y del gaullismo, que en el fondo era un régimen estrecho, mezquino. Por lo demás no hicieron más que abrir la puerta a la mercantilización general del universo. Todos se han convertido en capitalistas y en controladores del sistema mediático. Los sesentayochistas son quienes ahora tienen el poder. Desde el primer momento me di cuenta de que no eran más que hedonistas que se iban a lanzar a la sociedad de consumo.

P. Pero hubo varios 68...

R. Sí, en Estados Unidos era mucho más interesante, porque era un movimiento anticapitalista, un movimiento un poco ingenuo pero antiutilitarista, se trataba de reencontrar la felicidad, la voluptuosidad, la naturaleza... Estaba Bob Dylan, Allen Ginsberg, era un movimiento de salida del universo material, fordista, había algo noble en ello. En Francia era totalmente glacial, la gente que estaba vendida de antemano, gente como Cohn Bendit... insoportable. Ahora se les ve gordos, viejos.

P. ¿Es usted un optimista o un melancólico?

R. Es necesario un optimismo que sea capaz de absorber el pesimismo, no de esconderlo o rechazarlo, sino de devorarlo, de quemarlo. En la medicina antigua había la idea de que los melancólicos podían ser locos o genios. Los unos quemaban su melancolía y se convertían en genios iluminados por el incendio, y los otros se volvían locos porque la melancolía es pesada y aplasta, es como el petróleo. Es profundamente verdadera esta idea. Ahora estamos en la fase del petróleo y estamos ahogados por el petróleo. La literatura, cuando vuelva, será la literatura de lo grotesco, porque hacer reír ya es curar. Hacen falta dos o tres Rabelais.